Por cierto,la rayita en esta modificación ni sabe prender la estufa
¿Por qué? No mamen apenas acaba de cumplir los 14 después de toda su vida vivir en un pueblo bien culero y para acabarla su mamá nunca la puso a cocinar solo chambeaba pero no cocinaba
Anécdota:una vez su mamá la puso a cortar tomate a los 11 y empezó a llorar como si la estuvieran matando por qué vió un pedazo rojo en su ante-brazo y resulta que solo era un tomate
(Rayita en el au moderno solo sabría hacer maruchan y sopita preparada)
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[Narra t/n]
Sentía el ambiente tan sofocantes con sus miradas y simplemente seguí vendado al pilar enojon,el cual ya me estaba gruñendo, parecía perro agresivo
Iba a acabar de vendar a sekido y mi plan era correr,cuando acabe el vendado me pare pero sujeto mis muñecas con fuerza y manteniéndome sentada en la camilla,por miedo ni pensaba escapar...sentí que podía romper mi muñeca si se le daba la gana
—escucha mocosa,ya fue mucho de tus estupideces –me dijo el enojon de ojos rojos– ponte en tu jodida fase esa
No me quedo de otra más que...llorar
Nah no es cierto,me queda la vieja confiable que funciona con personas buenas como los pilares
—señor por favor –empece a suplicar–realmente me duele cuando lo hago...no quiero,lo mejor es que me vaya,kentaro puede que llegue pronto
En algún momento sentí como el pilar verde y el amarillo rodeaban la camilla,el pilar azul también se acercó y trataba de pararlos aún que bueno no hacía mucho con sus dos miseras palabras de "dejenla ahora" no creó que hace diferencia alguna
—entonces iremos con muzan –me dijo el chico de ojos naranjas– y diremos tu mal comportamiento para que ponga en pie ese castigo,separandote de douma y de aquel otro idiota así que tu dices ¿a las buenas o las malas?
Su mirada era completamente de odio hacia mi y era una advertencia,aparte por una parte tiene razón y es que técnicamente son mis superiores pero todavía no soy una miembro del cuerpo de cazadores de demonios,me sentí estúpida y solamente suspiré pesadamente
—bien,lo siento,lo haré –dije cansada– bueno
Me quedé como estúpida allí toda quieta
—¿Que esperas? –hablo el oji-amarillo– apúrate arguendera
–Arguendera tu pinche viejo,pinche rarito ¿Quién te crees pinche perra creída,hasta la vieja castrosa de mi pinche pueblo era menos hija de puta que tú maldito imbecil desgraciado –le dije–
