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—Bien, comienza —alentó

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—Bien, comienza —alentó.

—Soy Jeung ______, me gusta leer y el dorayaki.

—¿Uh, tienes familia en corea?

Se limitó a asentir, las miradas de todos los niños se abalanzaron rápidamente encima suyo, aquello lo comenzaba a incomodar, solo por el hecho de mencionar que era de una nacionalidad ajena a la de ellos ya lo veían como si fuera un animal nuevo en exhibición.

Luego de su corta presentación se sentó lo mas rápido que pudo en el lugar casi apartado de todos que compartía con el que acababa de conocer.

—Nadie dejaba de mirarte.

—Si... fue incómodo.

—Puede ser porque no eres japonés.

—¿Tendré problemas por eso?

—Mmm... No lo creo.

—Bien.

Las presentaciones siguieron, ninguna habia llamado tanto la atención de los niños como el pelirrojo, después de un rato llego el turno de su amigo pelinegro.

Y aún así no llamo la atención de todos como la de él.

Las clases de ese día no fueron como lo esperaba, ignorando el hecho de que llamo la atención, la paz y el ambiente cálido que emanaba su profesora lo reconfortaron ante los pensamientos pesimistas que se le generaban.

Todo era mas tranquilo y menos competitivo de lo que era en su país natal—o al menos en su antigua escuela—.

—Bueno, niños. ¿Qué tal se la pasaron hoy?

—¡Bien! —contestaron al unísono todos los estudiantes con alegría.

—Me alegra mucho —comentó sonriente—. Nuestra clase terminó por hoy, pero nos veremos mañana. Así que formence para salir.

Los estudiantes acataron la orden y formaron dos filas, separándolos. El pequeño Jeung se formo entre los últimos por demorarse al terminar de guardar sus pertenencias. Para su no tan sorpresa el mismo pelinegro que conoció antes estaba de antepenultimo.

Mientras la fila caminaba para ir a la entrada ambos niños se miraban con intriga al otro. Hablaron un poco cuando recién se conocieron, pero fueron separados al terminar las presentaciones , luego de no poder seguir con la fluidez del principio, ahora no sabian que podrían decirle al contrario.

—Hola.

—Hola.

Silencio.

—¿Te gustan las manzanas?

—Si, más aún si son acarameladas —respondió emocionado ante el recuerdo del dulce.

—Wow, ¿se pueden acaramelar?

—¡Si! En las ferias venden.

—Suena divertido.

—¡Las son!

Y, tal como comenzó y terminó, aquella fluidez renació. Ambos niños tenían mucho por compartir con el otro, hablando de gustos y disgustos.

Se llevaron bien, salvo la primera impresión que tuvo el coreano, por parte del japonés no era un gran problema, aún así lo dejo pasar.

Al dirigirse a casa pudieron ver que estaban separados por 2 casas, ni tan lejos ni tan cerca del otro.

Ambos niños se miraron y sonrieron, tendrían a un amigo cerca, y tal vez podrian pasar el rato en la casa del otro cuando se les sea posible.

El coreano se despidió de su amigo y entró a casa.

—¡Ya llegué! —avisó.

La casa estaba en completo silencio, al parecer su madre todavía no había vuelto. Su estomago rugió, podia ser un niño bien portado e inteligente, pero no sabia cocinar a menos que sea de lo más sencillo —arroz con huevo—.

Hambriento, se dirigió a la cocina y tomo una manzana, la miro un rato y sonrio.

La fruta desperto recuerdos de su conversación con el pelinegro.

—Me cae muy bien, ojalá sea mi amigo para siempre —sonrió emocionado.

Quién diría que el destino le tenia otros planes preparados.

Quién diría que el destino le tenia otros planes preparados

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Hsksbdkdhk, me demore en actualizar pq no podia tener inspiración en otra cosa que no sean sus versiones adultas cog- Digo, no tenia inspiración (⁠ب⁠_⁠ب⁠)

𝑀𝑎𝑚𝑎'𝑠 𝐵𝑜𝑦 (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora