final alterntivo 2

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Parte 2

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Ballister corría y corría, todo le dolía en ese momento. No podía detenerse, no hasta llegar a la torre donde se refugiaba. Una vez hay entro al lugar. Todo estaba desolado y frío, sus dolores lo trajeron a la realidad.

Agh!

Se quejo tocando su pequeño vientre.

— Calma... Todo estará bien.

Hablo acariciando suavemente el vientre un poco abultado que cargaba.

Se sentó, todo iba mal, que se supone que tenía que hacer? Lo único que quería era volver a los tiempos donde era abrazado por su alfa rubio, consentido de su madre y las "humildes opiniones" de su hermano. Nada de eso quedaba, todo era un basto recuerdo. Lejano, tanto que se sentía extrañado al pensar que vivió feliz sin darse cuenta.

— Que hago?

Pregunto a la nada. Una pequeña idea se instaló en su mente, construir un brazo. Busco planos o alguna cosa útil. Ya juntadas las partes empezó. El tiempo pasó rápido y no se dió cuenta que ya eran las cuatro de la  mañana.

Ya recostado en ese antiguo sofá, dejo de pensar, dejo que el cansancio se apoderará de el. Y así fue en cuestión de minutos se durmió.

Era volver a ese frío invernal, sentía como calaba eso en sus huesos. Sus ojos se abrieron inconscientemente, se sacudió un poco. Busco donde mirar la hora, y encontró un pequeño reloj. Su despertador natural lo levanto a la hora en la que solía levantarse para comenzar su día en el instituto.

De un bozteso se levantó, arreglo un par de cosas mientras que miraba las noticias.

— El asesino de la reina-

Detuvo la transmisión, había algo más de lo que hablar a parte de el? El día lo empezó despejando un muro, tenía que encontrar al culpable, tomo fotos, recortes de periódicos e hilos, ya casi terminando miro su brazo robótico, un suspiro se escapó. Debía terminar eso si quería salir. Su atención se dirigió a terminar su brazo.

Ballister terminaba de detallar todos los cables y conexiones del brazo con música de fondo cuando escuchó que la puerta era tocada. Un susto y un pánico revolvió su estómago, y aquellas ganas de vomitar volvieron.

Agarró una botella y camino hacia la puerta para abrirla.

Se acercó cautelosamente hacia la puerta, unas latas y un jarrón cayeron. Ballister atrapó el jarrón dejando que lo demás se cayera.

Miro la puerta, estirando su mano para agarrar el pomo de la puerta. Abrió la puerta de un jalón para apuntar con la botella de vidrio rota. Aunque no había nadie.

Observó los alrededores pero no había nada, levantó los hombros en forma de desinterés.

— Eso fue raro.

Dijo dándose la vuelta. Al hacer eso vio a una muchacha la cual lo asusto mucho, Ball de un reflejo apunto a la joven con la botella rota.

¿Los días cuentan?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora