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|. Pasado .
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“Vuelva pronto”
Era una de las tantas palabras que apenas podía decirle, una de las pocas oportunidades que tenía al visitar a su amiga; dueña de aquella tienda.

Tal vez su forma de verlo y no apartar su mirada en ningún momento de él, quizás el rubor y el calor que suponía era notable incluso para los extras que rodeaban el negocio o quizás era por la forma en como su tono de voz cambiaba al dirigirle una palabra; pero todo le importaba menos, ella estaba completamente encantada por aquel varón de cabellera rubia.

—— T/N —— Su amiga y dueña de aquella panadería movía de un lado a otro su mano; frente a aquella estática femenina —— ¡T/N! Dios... ¡T/N ¿Sigues aquí?!—— Chilló, deletreando constantemente su nombre.

—— Vuelva pronto...

Su amiga negó sutilmente al concluir su estado de salud, dándola por pérdida. La escuchaba murmurar un par de palabras que seguramente le había repetido a su cliente frecuente. —— Vamos T/N, deberías hablarle al señor Nanami si te interesa —— Comentó llevando sus manos hacia su cintura, como una madre regañando a su enamoradiza hija.—— Puedo ayudarte con presentar-...

—— ¡No! —— T/N Interrumpió.—— ¡Puedo con eso sola!—— Se autoseñaló, sonriendo de forma olímpica, próximamente tanto su postura como su sonrisa se vió decaída al seguir hablando —— Solo me gusta de vista, seguramente tenga ya un compromiso con alguien y ...no quiero incomodarlo, me conformo con solo verle cada que pueda.

Su amiga negó sutilmente, sin buscar una solución a su compañera y amiga de hace mucho tiempo. Tampoco ella podría ayudarle con información, quizás Kento Nanami era un cliente muy recurrente pero, jamás se atrevió a tomar un tema de conversación que no fuera un simple saludo y una corta conversación del día sobre el otro.

Sabía que T/N solía ser tímida por más que su extravagancia y alegría infantil fuesen superiores a su verdadero “Yo”. Sabía que su locura había llegado a tal punto donde todo su punto de vista era un positivismo engañoso que solo le hacía disfrutar su día a día como lo quería; ignorando quejas y burlas de otros, siendo un lado bueno de todo lo malo.
Para no lastimarla decidió cambiar de tema de conversación, principalmente al invitarla por algo de su mercancía y algo de café recién caliente; por un instante fastidiando se al ver cómo quién suponía estaría cuidando su local; ahora estaba dejando de lado aquella gran fila de clientes que no esperaron en mostrarse intranquilos por la ausencia de cierta castaña.

—— Ahg... No puedo creerlo —— Murmuró para si misma, mirando como las gotas de lluvia invadían el lugar.

Por un instante el aroma a humedad y el frío ambiente solo le hacían entrar en un estado de nostalgia en su caminata por el estacionamiento de aquella escuela donde trabajaba, aproximándose a paso lento a su destino; importándole poco que llegase empapada, despues de todo todas sus pertenencias estaban en un lugar seco y seguro.
Su cabeza dolía ligeramente al recordar las quejas y sermones que había recibido por un compañero de trabajo suyo; intentando neutralizar su humor al pensar qué podría hacer para relajar su mente.

Y claramente, en su cabeza llegó aquella figura masculina. Recordando perfectamente su rostro y su expresión tan centrada en sus asuntos. No pudo evitar imaginar un lugar a su lado y los momentos que “ compartirían” sí estuviesen “juntos”.

Juntos, era una palabra que conocía perfectamente pero no estaba familiarizada a ello. Sabía perfectamente lo que era estar sola y sin tener a alguien con quién compartir su día a día. Era triste y ridículo a su punto de vista pensar en su soledad e inconscientemente sabotear su mente al suponer que “no era algo de qué preocuparse”.

HUSBAND [ N A N A M I   K E N T O x L E C T O R A ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora