♡ : CAPÍTULO XXIII

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Hyunjin estaba en la casa, era ya de noche, pero su esposo aun no regresaba y su lobo lo hacía estar inquieto.

— ¿Papá Jeon? — preguntó el pequeño quien esperaba a su padre para entre los dos le contaran un cuento para dormir.

— Papá Jeon se está tardando, sigue comiendo ¿Sí?, yo iré a preparar tu cuento.

— Ti papa Hyun — Beomgyu siguió con sus galletas oreo, había tomado el habito de su padre, el pequeño alfa abría las galletas y comía aquel relleno cremoso que tanto le gustaba dejando la galleta nuevamente en la bolsa.

— Ven Beomgyu — Hyunjin cargo al pequeño dejándolo en su cuna, se sentó a un lado y empezó a contar el cuento de Peter Pan, cuando noto los pequeños ronquidos de su hijo cerró aquel libro dejándolo en su lugar.

Dejó la luz prendida debido a que a Hyun le daba miedo la oscuridad, cerró la puerta y fue a su habitación, pero un fuerte zumbido lo hizo detenerse.

Ve por nuestro omega.

Dijo el lobo del pelinegro haciendo que a este le doliera la cabeza.

— No lo haré, llegara pronto — gruño Hyunjin.

¿Por qué lo sigues lastimando?, ¿Tienes miedo a que te lastimen de nuevo?, Nuestro omega nunca haría eso, tú lo quieres así que acéptalo.

Hwang frunció el ceño, su lobo se había vuelto más terco y fuerte desde la llegada del omega a su vida, intento luchar contra su lobo pero no podía.

Ese amor que el lobo del alfa sentía por su Omega era el amor más puro que podía encontrarse, Hyunjin se negaba a dejarse mandar por su lobato.

— Enamorarse es de débiles — se dijo así mismo haciendo que su lobo lo dejara en paz, esta vez no pudo tomar el control.

Su lobo bajo las orejas, su dueño era demasiado terco, no quería perder al castaño pero cada vez que no tomaba el control, algo malo pasaba, no podía proteger a su Omega y eso lo ponía triste.

Hyunjin camino hacía su habitación acostándose en la cama, miro las galletas de su pequeño y suspiro, empezó a comer aquellas galletas a las que claramente Beomgyu le había quitado el relleno, escucho la puerta abrirse acompañado de pasos que se acercaban a la habitación.

Al abrirse la puerta, Jeongin entro asustándose con el alfa, no dijo nada y se acostó a su lado como todos los días, Hyunjin se levantó y salió un momento de la habitación.

Cuando regresó, Yang estaba ya con su pijama entre las cobijas, se acercó a él haciendo que este bajara las orejas.

— Toma — el alfa le entrego un ramo de rosas, camino hacia al baño para cambiarse dejando solo al omega.

El castaño miro aquellas rosas, eran lindas, las tomo entre sus manos y las olió, se levantó y corrió hacia la cocina sacando un florero en donde puso un poco de agua y después colocó las flores.

Sus sentimientos hacia Hyunjin se hicieron presentes, Hwang se había apoderado cada emoción, sentimiento y la mente del menor.

El omega volvió a la habitación y se quedó viendo al alfa dormir, esas mariposas se hicieron presentes, se acercó con cautela a su esposo acariciando un poco su rostro, sin duda alguna estaba enamorado del mayor.

Se acostó a su lado haciendo contacto con la ancha espalda del pelinegro brindándole calor, sus sentimientos lo confundían cada vez más y odiaba eso, finalmente dejo de pensar y se quedó plenamente dormido.

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Hyunjin se levantó temprano en la mañana, alisto sus cosas y fue a la habitación del bebé dándole un beso en su cabeza, fue a la habitación donde estaba Yang y se le quedo viendo, negó con la cabeza, pero su lobo se apodero de él.

Se acercó al omega y le dio un beso en la comisura de los labios, fue un rose simple pero logro sentirlos, salió de la casa y volvió al trabajo.

Su día fue tranquilo, simplemente se concentró en lo que debía hacer, su lobo estaba calmado y debía aprovechar esa tranquilidad.

La puerta se abrió de golpe y Minho entro sonriendo, estaba más alegre que de costumbre.

— ¿Qué no sabes tocar? — regaño el pelinegro.

— Si sé tocar, pero tengo buenas noticias — dijo Minho.

— ¿Cuáles? — Hwang dejo su trabajo a un lado y prestó su atención a su amigo.

— Te voy a invitar a mi despedida de soltero — dijo Lee.

— ¿Qué?, ¿Con quién te vas a casar? — pregunto el alfa un tanto sorprendido.

— ¿Cómo que con quién?, Con Jisung.

— ¿El beta?

— Si, llevamos ya dos años siendo novios y decidimos dar el siguiente paso, en año nuevo estábamos comiendo juntos y me declaré ahí mismo, este año nos casaremos finalmente, pensé que no iba a lograr conquistarlo, pero si pude.

Hyunjin rodó los ojos y continúo con su trabajo.

— Si sabes que no te dará cachorros ¿Verdad? — dijo el pelinegro.

— Lo sé, pero eso no es problema Hyunjin, podemos adoptar.

— No sería lo mismo, un hijo es único, tu lobo pedirá un hijo propio para mantener su descendencia, pero tu futuro esposo no sirve para eso.

— Cuida tus palabras Hyunjin, estás hablando de mi pareja.

— Pero es la verdad, tu lobo pedirá un hijo propio, pero Jisung no podrá dártelo.

— Eso no importa, nos queremos los dos y mucho, eso es lo que importa realmente, no somos como tú qué te dejaste llevar por tus estúpidas hormonas y dejaste en cinta a un Omega que habías conocido hace minutos.

Hyunjin gruño y se levantó de su silla caminando hacia Minho.

— ¡Ese estúpido omega tuvo la culpa no yo!

— Tú también la tuviste, incluso te culpo más a ti que a él — Minho gruño de igual forma y se acercó a Hyunjin — ¿Por qué lo maltratas?, No dudo que ya también le hayas pegado a tu propio hijo.

Hwang le dio un golpe en la mandíbula con fuerza.

— A mi hijo nunca le he puesto una mano encima así que cállate si no sabes bien las cosas — Hyunjin gruño de nueva vez.

— Si se te ocurre seguir lastimando a Jeongin o al pequeño no te la vas a acabar Hyunjin.

— Son mi familia así que no te metas — remarcó el alfa.

— ¿Familia? ¿No acabas de decir que Jeongin es un accidente para ti? No seas idiota, cambia de una maldita vez antes de que te arrepientas de algo.

— ¿Por qué lo haría?

— Nadie sabe de quién vamos a depender después.

Hwang iba a decir algo más, pero Minho salió de la oficina azotando la puerta con fuerza, el alfa gruño y se sentó de nuevo.

Su lobo estaba alerta, Jeongin había despertado, él lo había despertado por enojarse, el Omega lo pudo sentir haciendo que se despertara.

El mayor maldijo por lo bajo y trato de concentrarse de nuevo en su trabajo.

La vida nos da y nos quitas varias cosas, pero el destino es quien golpea más fuerte a la persona dependiendo de quién fue o quién es.

El destino de Hyunjin se estaba escribiendo, y no era muy agradable.

Mi Alfa por accidente ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora