Mi Alfa por accidente ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XXVI

Jeongin abrió sus ojos lentamente, miró a su alrededor aclarando su vista, se sentó con cuidado y llevó su mano derecha a su pecho.

Algo era diferente, se sentía diferente, no sentía a su lobo, su aroma no estaba, cerró sus ojos recordando lo que había pasado.

Cada palabra la recordaba con exactitud, abrió sus ojos y se quedó en silencio, había llorado tanto que ya no tenía lágrimas que derramar.

Se sentía vacío, su lobo, su aroma, su llanto, su tristeza, no tenía nada, era como si nunca hubiera pasado nada, pero aquellos recuerdos seguían ahí.

Miro hacia el pequeño sofá de la habitación, estaba Jisung durmiendo junto a Minho, sonrió al verlos unidos, siempre supo que iban a terminar juntos.

El pelirrubio abrió los ojos encontrándose con la mirada fría de su hermano, aquellos ojos ya no brillaban como antes, aquellos lindos ojos grises que tenía ya no estaban, ahora eran negros y fríos.

— Innie... ¿Estás bien? — el beta se levantó y camino hacia su hermano.

— Creo que sí, me siento diferente, pero creo que sí estoy bien — respondió con tranquilidad el menor.

— Me asustaste — Jisung abrazo al castaño quien correspondió de inmediato.

— Lo siento, solo pensé en mí y no en los demás.

— No lo hagas de nuevo, eres mi única familia Jeongin, eres muy importante para mí — el pelirrubio sonrió acariciando las mejillas de su hermano.

— No lo haré de nuevo — respondió el omega sonriendo un poco.

— Espera aquí, iré a traer a un doctor para que te revise y si es posible te llevamos a casa para que descanses un rato.

— Si, aquí te espero — Yang se quedó un momento en silencio y recordó a su pequeño — Espera Jisung...

El nombrado volteo y se acercó de nuevo al menor.

— ¿Qué pasó?

— Mi bebé... ¿Dónde está Beomgyu?

— Está aquí, con...Hyunjin.

— ¿Hyunjin? ¿Él está aquí? — el castaño se sorprendió al escucharlo, nunca se imaginó que el alfa se preocuparía por él.

— Innie... Te voy a decir una cosa, perdón si suena muy cruel, pero, por favor deja a Hyunjin. Ahora que no tienes a tu lobo, puede ser más fácil para ti separarte de él y ser feliz, si él te quisiera en verdad nunca te hubiera hecho nada de esto.

El menor bajo la cabeza, tenía razón, debía dejar al alfa a pesar de que lo siguiera queriendo ¿Estaba mal quererlo a pesar de todo lo que hizo? Se quedó pensando en aquella pregunta, quería lo mejor para su hijo y para él también.

Debía empezar desde cero, una nueva vida, nuevas personas, debía empezar a ser feliz.

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Hyunjin se encontraba en la sala de espera, caminando de un lado a otro mientras cargaba a su pequeño en brazos.

Esperaba ansioso noticias de su esposo, estaba inquieto, se sentía culpable y triste, se arrepentía de todo lo que había hecho, sentía una carga grande en sus hombros, el saber que él fue el único culpable no lo dejaba en paz.

Miro al beta salir de aquella habitación, hicieron contacto visual y el pelirrubio se acercó hacia el mayor.

— ¿Cómo está Jeongin? — pregunto el alfa caminando con desesperación hacia el hermano del menor.

— Acaba de despertar, está un poco desorientado, pero está estable.

Hwang suspiró aliviado, su lobo estaba un poco más tranquilo, pero pedía verlo para asegurarse de aquellas palabras.

— Voy a entrar a verlo — dijo el pelinegro acercándose a la habitación, pero de inmediato Jisung lo detuvo.

— Hyunjin, te voy a decir algo...

— ¿Qué paso?

— ¿No crees que es momento de dejar que mi hermano sea feliz? No quiero que estés cerca de él, no lo quiero ver sufrir de nuevo así que... te pido que dejes de buscar a Jeongin, aléjate de él y nunca más lo vuelvas a buscar, el bebé se quedará con él y podrás verlo algunos días.

— ¿Qué? No puedo hacerlo, es mi esposo y mi hijo, no puedes quitármelos.

— Si puedo Hyunjin — dijo el beta — No quiero que lastimes a mi hermano de nuevo.

— No lo haré, ya no, pero por favor déjame seguir con ellos — pidió el alfa intentando no llorar ante lo que se le pedía, se había vuelto sensible y no le gustaba estar así, era fácil de lastimar.

— Si no lo haces por las buenas entonces lo haré por las malas, pondré una orden de alejamiento y si no respetas esa orden entonces te voy a denunciar por maltrato psicológico.

Hwang bajo sus orejas y miro a su pequeño, no quería apartarse de su hijo, pero sabía que el pelirrubio estaba en lo correcto.

El alfa le dio un beso en la mejilla de Beomgyu y le dio un último abrazo, sus lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, había hecho todo mal y ahora debía pagar por sus actos.

Entrego el bebé al beta con cuidado de no despertarlo, lo miro una última vez y sonrió, nunca olvidaría aquel momento en que su pequeño nació, fue el primero en verlo, en cargarlo, su día más feliz, su pequeña alegría se iba a ir de su lado.

— Ahora te pido de la manera más tranquila que te vayas de aquí, no quiero que mi hermano te vea, no lo busques, no lo llames, aléjate de él y déjalo ser feliz... Ya sufrió demasiado.

El pelinegro bajo la mirada y asintió, había lastimado al omega y no podía esperar nada más que el rechazo.

Su lobo empezó a llorar sintiendo como su corazón se rompía en mil pedazos, si tan solo hubiera hecho las cosas bien, si hubiera valorado a aquel omega hermoso que estaba a su lado.

Salió del hospital con la cabeza en bajo ¿Así se sentía Jeongin cuando lo rechazaba? Era un dolor insoportable, una tristeza profunda, ¿Cómo pudo hacerle eso a una persona tan perfecta como Yang?

Miro hacia arriba empezando a llorar, cerro sus ojos dejando que sus lágrimas se apoderan de él y el nudo en su garganta era más fuerte, su pecho dolía al saber que nunca valoro un amor tan puro como el que el omega le brindaba.

Subió a su auto recargando la cabeza en el volante, limpio sus lágrimas y tomo aire intentando calmarse, su lobo lo hacía doler peor, pero estaba dispuesto a sufrir y pagar por todo lo que le hizo a Jeongin.

El sonido de su teléfono lo saco de sus pensamientos, tomo entre sus manos aquel aparato y respondió.

— ¿Sí? — contesto el alfa.

— Hyunjin, tenemos problemas en la empresa, hay varias personas afuera exigiendo que dejes la compañía. Lo que hiciste causo mucha polémica, estamos perdiendo varios inversionistas, debes de hablar — dijo Chan.

El pelinegro suspiro y mordió su labio deteniendo sus sollozos.

— Voy enseguida — respondió el mayor colgando aquella llamada, secó sus lágrimas y suspiro.

Cuando se sintió listo empezó a manejar hacia la empresa, pensando en lo que iba a decir, esperaba que todo eso se terminará y volviera a la normalidad.

Lo que el alfa no sabía es que era solo el comienzo de su sufrimiento.

Los deseos se cumplen dependiendo de que tan desesperado estás, está vez el deseo de Yang se estaba haciendo realidad.

Es por eso que mucha gente dice "Ten cuidado con lo que deseas", nadie piensa bien en sus deseos hasta que estos se cumplen.

"Deseo que Hyunjin sufra tanto como yo."