Mi Alfa por accidente ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XXI

Todas las personas tienen recuerdos valiosos, así como tienen recuerdos dolorosos.

Cada uno guarda recuerdos que son demasiados buenos en su corazón para seguir recordándolos día a día.

El primer recuerdo feliz de Hyunjin fue cuando su pequeño hijo dijo su primera palabra, su sentido recuerdo fue cuando el pequeño aprendió a caminar y el tercero fue cuando Beomgyu le hizo garabatos en una hoja la cual puso en un portarretratos.

En el primer cumpleaños del pequeño, el alfa fue muy estricto con el personal, debía de ser la fiesta perfecta para su pequeño y así fue, también fue un día especial para Jeongin pues el mayor le había regalado un collar el cual todos los días se ponía sin falta, para los demás era solo un collar sin valor, pero para el omega era una muestra de amor.

Cuando el bebé cumplió sus dos añitos demostró ser un poco más inteligente que la mayoría de niños a esa edad, Hyunjin se encargaba de que a su pequeño nada le faltara.

Beomgyu dormía en una habitación a parte, pero casi siempre lograba salirse de su cuna para ir a la habitación de sus padres y dormir junto a ellos, a pesar de que el bebé ya podía caminar le gustaba más gatear cosa que molestaba un poco a su padre alfa porque rompía su ropita de las rodillas al gatear.

El cachorro era quien ponía la alegría en la casa, convivía con Jeongin en las mañanas y en la tarde llegaba su padre a jugar con él, en las noches tenía la compañía de sus dos padres contándole un cuento o jugando con sus peluches, sin duda alguna eran la familia perfecta o eso pensaba la mayoría.

Las personas solo veían lo exterior pero nunca lo interior, aquellas noches mientras otros dormían, Yang lloraba en silencio, su lobo necesitaba a su alfa pero Hwang seguía odiando al menor.

El amor y cariño de pareja es algo que el castaño nunca tuvo, todos los días daba lo mejor de sí mismo haciendo las cosas "Bien" como el pelinegro le había dicho, pero solo conseguía un beso en la mejilla, las pocas muestras de cariño o regalos que el mayor le daba las guardaba en su corazón.

Jeongin tenía algunos recuerdos felices con el alfa, pero eran pocos así que eran más valiosos, siempre soñaba que vivía una vida feliz con su esposo, anhelando que algún día sus sueños se cumplieran, pero no era así, cada día se enamoraba más del mayor pero este cada día lo lastimaba más, de la peor manera que se puede lastimar a una persona.

"Las palabras duelen más que los golpes..." estás palabras siempre estaban en la mente del castaño y era una frase que entendía a la perfección.

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Jeongin estaba cambiando a su pequeño de ropa, era el cumpleaños del alfa y varias personas se encontraban en el jardín de la casa.

Agarro de su cajón una caja color negro, justo del color que a su esposo le gustaba, le había comprado un reloj específicamente para él pues tenía el nombre de Hyunjin grabado en él, miro a su pequeño y lo cargo.

— Vámonos a la fiesta porque si no, no vamos a alcanzar pastel — dijo el omega sonriendo.

— ¿Patel? — preguntó el pequeño sonriendo.

— Así es, vamos con papá.

— ¡Papá Hyun! — gritó Beomgyu viendo a Hyunjin en el marco de la puerta.

— Ya los están esperando, apúrense — Hwang cargo al pequeño en sus brazos y le sonrió cálidamente.

— Hyunjin espera, tengo algo para ti — el castaño le dio la caja al mayor.

El alfa la tomo en sus manos y la abrió sin tener expresión alguna.

— Ah sí, gracias — dijo sin importancia.

— ¿No te gusto? — preguntó el menor.

Hwang miro al pequeño y lo bajo — Ve con tu abuelita, te está esperando abajo ¿sí?

— Ti papa Hyun — Beomgyu sonrió y gateó tranquilamente hasta salir de la habitación siendo ayudado por la nana.

Ambos adultos se quedaron en silencio hasta que el pequeño ya no estuvo presente, el pelinegro miro a su esposo y su mirada se volvió molesta.

— No me gustan los relojes Jeongin, llevamos dos malditos años y ¿no puedes conocerme bien? — gruño el mayor.

— Yo... lo siento, es que escuché que hablabas de un nuevo y reloj y pensé que-

— Pues pensaste mal, no me gustan y mucho menos si vienen de ti, no me vuelvas a dar nada, no quiero nada tuyo, ya tengo suficiente con estar casado dos años contigo no necesito más.

— Perdón... no lo haré de nuevo — dijo el omega con la cabeza hacia abajo.

— Apúrate a salir, todos preguntan por ti y estoy harto de escuchar que eres mi esposo, tú y yo sabemos lo que eres exactamente ¿no?

— Si... soy... solo un accidente — respondió Yang mordiéndose el labio.

— Me alegra que lo sepas bien, ahora baja ya — Hyunjin salió de la habitación dejando al omega solo.

Jeongin limpió sus lágrimas y guardó la caja nuevamente en su lugar, se miro al espejo y fingió una sonrisa, camino hasta el jardín donde ya estaban todos listos.

— Papa mia — Beomgyu se acercó caminando hasta el mayor y le dio una pequeña flor que había arrancado del patio.

El pequeño tenía la costumbre de arrancar flores del jardín que le llamaran la atención para después dárselas a su padre omega, había visto a Hyunjin hacerlo y al ver que a Yang sonreía empezó a tomar ese hábito.

— Mi niño esta hermosa, gracias — el castaño le dio un beso en la mejilla a su bebé y lo cargo — Vamos con papá.

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La fiesta fue tranquila y en su parte divertida para el omega quien se había quedado hablando con su hermano mientras los demás hablaban con Hyunjin, cuando se partió el pastel todos comieron gustosos hasta que finalmente uno por uno se fueron yendo de la fiesta.

Jeongin reviso sus redes sociales como siempre y sonrió al encontrar aquella noticia que lo hizo emocionarse.

— ¡ Hyunjin! ¡Mira! — el menor corrió hasta su esposo con emoción.

— Jeongin cállate, vas a despertar al bebé — dijo el mayor arrullando al pequeño en sus brazos.

— Oh... Lo siento — Yang bajo la voz y se acercó al mayor enseñándole la noticia — Mira, estamos nominados entre las mejores parejas y vamos ganando — dijo sonriendo.

El pelinegro miro aquella noticia y función el ceño, no le agradaba mucho que su relación fuera publica y se hiciera famosa, suspiro y no dijo nada más, camino hasta la habitación del pequeño y lo acostó en la cuna.

— ¿No dirás nada? — preguntó Yang.

— ¿Quieres que te diga lo que opino?

— Si...

Yang le daba un poco de miedo saber lo que pensaba su esposo pero tenía curiosidad, miro al alfa cerrar la puerta de la habitación del bebé y miro al menor.

— Pienso que todo esto es una mierda, nuestra relación en primer lugar no debía existir y mucho menos tener un reconocimiento, todo esto solo tu lo disfrutas porque yo no, odio esta vida, mi hijo es el único que me hace seguir adelante.

Jeongin bajo sus orejas y no dijo nada.

— Solo sigo luchando día a día por Hyun, solo él me da ese impulso y es el único que me importa en este maldito lugar, mi hijo es al único que quiero, ya no preguntes más cosas estúpidas.

— Lo siento... — el castaño camino hasta el jardín y se quedó sentado en las escaleras, ¿hasta cuando iba seguir sufriendo?, ya no sabía si lo estaba haciendo bien o mal, ¿estaba mal emocionarse de vez en cuando y tratar de compartir su felicidad con su esposo?

Sus lágrimas cayeron por sus mejillas en un llanto silencioso deseando que alguien le diera el amor que su esposo no puede darle, si tan solo Hyunjin supiera cuando lo ama.