♡ : CAPÍTULO XX

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Jeongin estaba tranquilamente leyendo su libro nuevo, Hwang se lo había comprado ese mismo día, estaba tranquilo leyendo cuando su teléfono sonó.

Prendió la pantalla notando la notificación, era Wonpil, le tenía un regalo para el bebé debido a que no pudo asistir al baby shower porque Hyunjin se lo impidió.

El alfa y Yang se habían hecho buenos amigos desde que el embarazo del omega se empezó a notar más, cada síntoma que sentía se lo decía a Wonpil y este le decía si era bueno o malo.

[ 🐨Wonpil]

¿Puedes venir a la clínica hoy? ✓✓

¿Para qué?, Mi cita es hasta el viernes, hoy es martes

Quiero darte algo, es un regalo para tu bebé. ✓✓

¿En serio?, Bien, iré en unos momentos.

Aquí te espero. ✓✓

Jeongin subió rápido a la habitación teniendo cuidado en las escaleras debido a que le pesaba más su pancita.

Guardo su libro y miro al rededor viendo cómo podía liberarse de los guardias, todo estaba planeado ya pero había algo que lo inquietaba un poco.

Salió de la habitación y se detuvo al tener un fuerte dolor en su vientre, callo al piso y llevo sus manos a su pancita.

— ¡Ayúdenme! — gritó Jeongin, miro sus piernas notando que había un líquido saliendo de él.

Había entrado en labor de parto.

Los guardias subieron de inmediato y al ver al castaño no supieron que hacer, el miedo y la desesperación los hicieron llamar a Hyunjin, pero este no respondía.

— ¡Una ambulancia! — volvió a gritar Yang, pero los guardias no lo hicieron, ya era tarde y no alcanzaría a llegar.

Se levantó como pudo y se acostó en la cama cerrando la puerta, se empezó a quitar sus prendas de la parte inferior de su cuerpo preparándose.

El dolor era insoportable, no estaba seguro si iba a soportarlo, intentó llamar a Hyunjin, pero sabía perfectamente que nunca respondería una llamada de él.

Pasaron unos minutos cuando la puerta de su habitación se abrió dejando ver al alfa quien cerro la puerta de inmediato acercándose al menor.

— ¿Qué paso? — pregunto el pelinegro un tanto asustado.

— Se me rompió la fuente, el bebé ya viene Hyunjin — dijo el omega mientras pujaba y lloraba de dolor.

Hwang suspiro, no esperaba que el bebé llegará tan temprano, corrió a buscar unas toallas y se puso entre las piernas de su esposo.

— Bien... No sé que hacer, pero tienes que seguir pujando.

— ¡Me duele Hyunjin! — grito el menor.

— Lo sé, yo también puedo sentirlo, puedo sentir tu dolor Jeongin, solo sigue pujando.

Hyunjin desinfecto unas tijeras y se preparó, lo había visto en las películas, esperaba no fallar.

El castaño sentía que no iba a poder seguir así por mucho tiempo, necesitaba descansar pero estaba dando a luz, no podía detenerse.

El alfa noto la pequeña cabeza del bebé y miro a su esposo.

— Ya casi nace, solo sigue pujando...

Se preparó para recibir en brazos a su pequeño, su omega se debilitaba cada vez más, la fuerza era demasiada y su lobo no estaba en buenas condiciones.

Jeongin siguió haciendo su mejor esfuerzo, debía seguir, por su bebé, por Hyunjin, debía seguir.

Tomo un respiro y siguió pujando, el alfa le brindo su mano la cual no dudo en tomar y siguió pujando lo más que pudo hasta escuchar aquel chillido.

Hwang tomo entre sus manos al pequeño y corto con cuidado el cordón umbilical, dejo las tijeras a un lado y miro a su pequeño.

Yang abrió los ojos y miro a su esposo cargando aquel bultito entre sus brazos, oficialmente eran padres.

— Hola pequeño... Soy tu papá — dijo el alfa empezando llorar de emoción, el castaño nunca lo había visto llorar, se veía tan vulnerable.

El pelinegro se acercó al menor entregándole al pequeño en sus brazos.

— Lo hiciste bien... — Hyunjin le sonrió por primera vez a Jeongin.

El menor sonrió acariciando las manitas de su pequeño cachorro, tenía orejitas negras, tal vez era un lobo negro como Hyunjin.

El pequeño cachorro se parecía a Hyunjin, pero sus ojitos eran grises como los de Jeongin, la combinación perfecta.

El alfa se acostó a lado de su omega y entre ambos se quedaron mirando al pequeño, acariciándolo y llorando juntos, eran una feliz pareja por primera vez.

— ¿Qué nombre le pondremos? — pregunto Jeongin.

— Mmm — el pelinegro se quedó pensando y miro a Yang — Hwang Beomgyu.

— Me parece bien — el Omega sonrió y se quedó arrullando al bebé — Se parece mucho a ti.

— Lo sé, pensé que se iba a parecer más a ti.

— Tu genética se adueñó del cachorro, por eso se parece más a ti.

Ambos sonrieron, sus lobos estaban más que felices, tenían un cachorro y por primera vez sus dueños intercambiaban palabras y compartían la misma felicidad.

El pequeño Beomgyu se le quedó mirando a sus padres, sonrió tiernamente dejando ver sus mejillas pequeñas y gorditas.

Sus padres le dieron pequeños mimos, el omega le dio pequeños toques a la punta de la nariz de su hijo y este sonrió más.

El pequeño pelicafé miro al rededor empezando a conocer su entorno, volvió la vista a sus padres y bostezo, tenía sueño.

Cerro sus ojitos y dio un pequeño estornudo convirtiéndose en un lobo pequeño, la cola negra, sus orejitas negras y todo lo demás completamente blanco.

Hyunjin y Jeongin sonrieron al ver a su pequeño en aquella forma, sin duda alguna su pequeño era la perfecta combinación de ambos.

— Es hermoso... — dijo Hyunjin.

— Sí que lo es — Yang tomo su forma de lobo también acurrucando al bebé.

Hyunjin copio la acción del menor convirtiéndose en un lobo negro, se acostó de tal forma que acunaba al castaño y a su hijo.

Jeongin volvió a sentir aquel calor del alfa, le gustaba más el calor de Hwang que él de su lobo, era más cálido.

Cerro sus ojos permitiéndose descansar y cayó en un sueño profundo, el pequeño no tardó en dormir también ante el calor de sus padres.

El pelinegro se quedó mirándolos y lamió la cabeza de ambos, puso cu cabeza sobre el abdomen de su esposo y cerro sus ojos durmiendo de igual manera oliendo el aroma a vainilla de su omega y el aroma a menta de su hijo.

Futuro alfa.

Pensó el lobo de Hyunjin, al ser un alfa puro había una alta probabilidad de que su descendencia fuera alfa también.

Eran finalmente una familia completa.

Pero las cosas no duran para siempre, el pasado de Jeongin lo acechara de nuevo poniendo en peligro a su familia.

El alfa perderá lo que más ama y aprenderá a valorar lo que siempre tuvo ante la perdida más dolorosa.

El pequeño Hwang Beomgyu será quien ponga en orden la vida del alfa y el omega, dándole a cada uno el final feliz que merecen.

El pequeño cachorro era aquella pequeña esperanza que Jeongin tanto anhelaba.

Mi Alfa por accidente ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora