5. / Fin

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"Dijo: llamamé 

Y luego te seguiré hacia la oscuridad

Y fui dejado en las profundides...".

Richard cerró la remera suelta y escotada de Gavin, este le sonrió. —¿Cómo... saben que hoy habrá una unión entre el sol y la luna?— Richard le preguntó a su futuro esposo, vestido con un traje blanco. Gavin, en cambio, vestía con unas ropas ligeras de color blanco también, haciendo que resalte aún más el color dorado de su collar sobre su piel.

Gavin, quién lucía tranquilo y fresco, se tocó su rostro con pintura roja en uno de sus dedos, —Hemos estado observando el comportamiento de nuestro Dios por siglos y siglos— Gavin explicó, colocando un punto rojo en la sien de su pareja, —Lo único que podría pasar es que nos equivoquemos en el día y la hora, pero... Ey, ¡El mes es correcto!

—¿Qué quieres decir con eso?— Richard parpadeó, no, ese era su tan esperado día... ¿Y si el eclipse no era ese día...?

—Que si hoy no es la unión... aún tengo tiempo de arrepentirme de casarme con un tonto que hace preguntas— Gavin le sacó la lengua, buscando un pañuelo para quitarse la pintura de sus dedos.

Hoy, el día de su boda, el grupo Jericho mostraría públicamente sus rostros. Pero cómo no podían estar sin armadura y dejar su pecho desnudo, debían ser reconocidos de alguna manera: entonces, decidieron colocarse un círculo de color en su sien.

—Solo tengo curiosidad...

—Confía, Nines— Gavin le dio un pequeño beso en sus labios.

Confía.

...

Bendecidos por Markus, la boda iba a realizarse en el pueblo, frente a todos los pueblerinos e iglesia. La comunidad de Gavin y Jericho había crecido lo suficiente como para no temer mostrarse en público, solo que hoy lo harían sin mascarás ni capuchas.

El líder de Gavin, Hank y algunos otros cercanos a él irían a presenciar la unión. Aunque por seguridad, los demás esperarían a los recién casados en el pueblo del Sol. Gavin se sentía un poco triste por esto, pero, maldita sea iba a casarse con quién creía su alma gemela, no prestó demasiada atención.

Richard llevaba su collar de plata y Gavin su collar de oro. Y cuando el sol y la luna comenzaron a unirse en un eclipse solar en el horizonte, la boda inició. El cielo comenzó a oscurecerse gradualmente mientras la gente se reunía en el lugar. La mayoría invitados, otros eran pueblerinos que se habían sentido atraídos por el fenómeno celestial, la unión de ellos.

Gavin se subió a la plataforma de flores y se paró frente al altar. Bueno, no era uno en sí, sino que era el mismo contorno del sol y sus cuerpos que lucían como uno. La luna comenzó a cubrir el sol... y mientras se desarrolla el eclipse, ambos desatan sus collares y lo dejan caer sobre su mano, extendiendo la misma hacía el otro. Intercambiaron sus cadenas plata y oro, y los colocaron en el cuello del otro.

Prometo amatarte...

Desde abajo no podía escucharse lo que ellos decían, pero debió ser algo hermoso porque los ojos de los prometidos brillaron y sus mejillas se sonrojaron. Las bodas de la comunidad de Gavin no eran tan cursis, no había un guion preestablecido. Creían que cada unión era única en sí misma, entonces no había límites. Adaptaron su boda a una más bien cristiana para la opinión pública y por Richard.

Forever and ever moreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora