Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto
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Capítulo 8
Es un poco más duro.
No es que Sakura haya fantaseado alguna vez con Naruto. En el peor de los casos, soñaba despierta con un beso o dos con él, nada más. Pero cuando sus dedos rodean su delgado cuello, su piel bronceada contrastando con su palidez, bueno, joder, es mucho más de lo que podría haber imaginado.
"¿Te parece bien?", gruñó, con los dedos pesados contra su cuello mientras su polla entraba y salía de su empapado coño a un ritmo acompasado.
Sakura emitió un sonido estrangulado de acuerdo, asintiendo con la cabeza en caso de que él no pudiera entenderla. Naruto se rió, y sus dedos se apretaron un poco más contra sus pulsaciones.
Ella lo sintió en su coño, revoloteando alrededor de su verga mientras él gruñía y chasqueaba sus caderas contra las de ella y apretaba tan deliciosamente.
"¡Oh, Dios mío!" Sakura gimió, con las manos aferradas a la espalda de Naruto mientras él la follaba contra el colchón.
"Te sientes tan bien en mi polla, Sakura", Naruto ronroneó en su oído.
"¡Dios mío! Tú también. Te sientes tan jodidamente bien".
"Es como si tu coño estuviera hecho para mí", los dientes de Naruto rasparon su mandíbula mientras hablaba.
"¡Sí!"
"¿Este coño va a correrse por mí? ¿Vas a correrte para mí como una buena chica?"
Sakura dejó escapar un gemido gutural, con los ojos en blanco antes de poder responder. "¡Por favor, Dios, sí, por favor!"
La presión sobre sus pulsaciones empezaba a nublarle la vista. Le hacía notar el zumbido de la sangre en sus vasos sanguíneos.
De algún modo, Naruto leyó su cuerpo a la perfección, retiró la mano y se puso de rodillas. El oxígeno se apresuró a llegar a su cerebro, la sensación era tan fantástica como estar privada de él. Naruto ajustó su cuerpo, empujando sus rodillas hacia la cintura mientras la follaba con más fuerza.
Cuando sus dedos rodaron sobre su clítoris, frotándolo al mismo tiempo que su polla, ella se corrió con un grito.
"¡Joder, joder, joder!"
Naruto mantuvo el ritmo durante todo su orgasmo, alargándolo con ásperos roces contra la parte delantera de su coño, acosando su enrojecido punto G con cada tirón y presión de su polla.
"¡Naruto! Joder, no puedo..." sus dedos frotaron y jugaron con su clítoris y las olas de un segundo orgasmo empezaron a hincharse contra ella.
"Mierda, te ves tan bien ahora, Sakura. Te ves tan jodidamente bien... Voy a hacer que te corras de nuevo", Naruto gritó, sus caderas chasqueando casi furiosamente contra ella.
