Recuerdos De Zack #2

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—sabes extraño la época de mis padres, solían verme en las noches y dormia en la melena de mamá— dice el zorua con algo de melancolía —en verdad tengo muchas ganas de verla otra vez—

—tal vez si buscamos al sabio, podría ayudarte, pero nadie sabe a donde está— contesta otro zorua el cual era una hembra —no te preocupes Zack seguro lo encontraremos su salimos lejos de la manada—

Los dos zoruas andan por los límites del territorio casi cerca de los tipo lucha, solo el río los divide poner una pata afuera es sinónimo de muerte y desgracia para los dos pequeños pokémon, su recorrido duró alrededor de cuatro horas y comenzaba a oscurecer a lo que se refugiaron en un tronco a modo de madriguera.

La hembra se había acomodado y le dio las buenas noches a Zack pero este solo asintió con un gesto y se acostó mientras tenía ese sueño de ver a sus padres de vuelta, su sueño era el mismo estar con su familia teniendo ese amor que tanto le hacía falta en su corazón, solo podía soñar y llorar en silencio, su compañera sólo se acurrucó al lado de él para que se sintiera mejor.

—Zoey tenemos que volver a casa, seguro tus padres deben estar preocupados—

La zorua se rie —descuida mis padres saben que me puedo cuidar sola, ya me eh peleado con un gran azumarill—

—Zoe no quiero que nos pase algo malo y hagas sentir tristes a tus padres— Zack sigue con una mirada triste —yo... No quiero que nadie sufra lo mismo que yo—

Zoey pone una cara de molestia pero a la vez triste mientras mira al suelo, ella solo resopla y le da un arañazo a Zack, pensó que sería más que un simple llorón y que tenía esa fortaleza así que sin más lo deja solo y de adentra más adelante. Zack se alarma y la persigue, mientras continúan el viaje por los límites del territorio hasta toparse con una cueva.

En dicho lugar, los dos estaban juntos mirando que dentro habían algunos indicios de que vivía alguien o eso parece. Hasta que una enorme sombra los asusta pero al final solo era Roberto, es decir, que esa cueva era una especie de hogar.

—joven Zack ¿que haces en mi hogar?
¿Y por qué traes a la mimada?—

—¿tu eres el sabio?— dice Zoey con algo de sorpresa —dijeron que el sabio era un pokémon muy poderoso—

—nada es más poderoso que el conocimiento ante todo, ¿que buscan aquí?— dice el noctowl molesto

—ya no busco nada...— el macho baja las orejas y se va de ahi

Al anochecer, Zack estaba en su hogar durmiendo con enojo y lágrimas en los ojos, hundió su cara en un pequeño montículo de pasto seco y grito de rabia acto seguido comenzó a destruir todo lo que tenía de recuerdos de sus padres, algunas plantas, piedras elementales, y una especie de juguete hecho de mimbre. Sólo se limito a arañar las paredes y luego huyó hasta perderse en los límites del territorio esta vez por el hogar de los trevenant.

En su carrera, Zack se choco con otro pokémon, era un braixen que estaba preparando algo en una fogata, estaba cocinado una especie de sopa.

—no creí ver un zorua en los límites de los siniestros, ¿a qué se debe que me visites amiguito?— el braixen le da una cucharada de sopa de bayas tamate

El pokemon zorro lo saborea —le falta sal... Y no estaba buscando nada de ti, creí que eras hembra—

—oye somos más machos que hembras en mi especie, pero no te niego que siempre me confunden con una hembra. Pero me acostumbre con esta tontería, me llamo Phill y soy un aprendíz de la adivina mismagius, y tu como te llamas—

—me llamo Zack— contesta algo triste —y ya no se que hacer, mis padres no están y lo del sabio era una mentira... ¡Odio mi vida!—

—oye, oye, calma pelos rojos. Disfruta de la sopa mientras yo busco mis herramientas de adivinar— el braixen se va por un rato y vuelve con una vara —aún no soy un delphox pero me gustaría ver tu futuro, claro si tu me permites—

—por que debería confiar en un ¿charlatán de la adivinación?— Zack estaba algo desconfiado

—ustedes mienten y se disfrazan así que estamos parejos. Ahora póngase en el suelo y déjenme ver su futuro, pequeñín— el Braixen canaliza y crea un fuego violeta el cual le ayuda a observar —bien aquí vamos hora ver tu futuro peludo... Vaya, se nota que estas muy feliz—

Zack alza las orejas —¿en serio?—

—solo te diré, que harás un gran cambio, algunos amigos se irán y vendrán nuevos, otros te traicionaran, otros buscarán tu ayuda, pocos confiara en ti y un pequeño amor tendrás—

El zorua alzó las orejas y se le acerca al braixen, mirando aquella flama púrpura, con esa pequeña frase se regresa pensativo sin embargo se topa con Roberto quien estaba arriba de un árbol como costumbre. Este se baja y lo envuelve con sus alas para darle un abrazo y llevarlo a su hogar para poder hablar con Zack seriamente.

Angel CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora