06: ❝Piña Colada.❞

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Han JiSung tuvo que pasar la noche en casa de los Lee, tal como había estado haciendo las últimas semanas. Esta vez, en espera de El Gran Día. En menos de 24 horas, se estaría uniendo al futuro líder de la manada. ¿Cuándo se volvió su vida tan caótica? No conseguiría dormir, era imposible.

La cena fue un desastre; su futura suegra repasaba cada detalle. Mientras, con elegancia, daba órdenes a los betas que decoraban el jardín; al mismo tiempo, disfrutaba de un batido de moras. Incluso, desde el balcón de su habitación provisional, podía ver cómo se llevaban a cabo los últimos detalles. Apenas podía creerlo.

Iba a casarse.

Siempre soñó con ello, claro, no con aquel rubio, quien probablemente dormía plácidamente justo en la habitación contigua. Él quería una boda sencilla, no importaba, mientras Felix pusiera un bendito anillo en su dedo. Aunque bueno, el obstáculo a ese sueño no era el joven heredero; incluso sin un MinHo, eso era imposible. Su familia jamás permitiría que su hijo menor se uniera a un simple beta.

Agradecía infinitamente que, al final de todo, su futuro esposo no resultara ser un dolor de cabeza; apenas cruzaban palabra. Su relación era meramente cordial. Bueno, al menos, no viviría con un idiota.

Suspira pesadamente, vaya forma de animarse.                                   

Cerca de la medianoche, los betas abandonan completamente la mansión, dejando todo meticulosamente decorado para el día siguiente.

El día de su boda.

Apenas percibe el silencio total, decide salir sigilosamente de su habitación. No tarda mucho en llegar hasta el jardín, recién adornado. Era bonito, debía admitirlo.

MinHo acertó con las orquídeas amarillas; el pasillo que llevaba al altar estaba decorado con redondos arbustos brillando, gracias a pequeños focos led de luz blanca. Alza la vista, encontrándose con la hermosa fuente; donde había hablado con el rubio por primera vez, justo cuando le amenazó para no elegirlo. Ahí sería su unión; un altar sencillo decorado con un arco enredadera, conformado por ramas y pequeñas vainillas frescas, que sobresalían de él junto a piñitas de pino.

Piña y vainilla, sutil.

Suelta una risa suave y amarga, ¿habría sido diferente si hubiera conseguido casarse con Felix? ¿Cómo sería el sentimiento?

—¿No puedes dormir? — es inevitable para el omega sobresaltarse ante la profunda voz del alfa; no lo sintió llegar.

Él niega.

—Necesito procesarlo — murmura, deslizando sus dedos a través del arbusto más cercano. Aquél que iniciaba con una prolongada hilera.

—Lamento haberte atado a esto, en serio. Mis disculpas son totalmente sinceras — JiSung se sorprende al verle hacer una pronunciada reverencia.

—No... No hagas eso — le da palmaditas en el hombro, pidiendo silenciosamente que se incorpore—. Incluso si no lo hacías, no es como si fuera a casarme con Felix.

El alfa asintió, comprendía de qué hablaba.
                             
—Mi familia habría terminado ofreciéndome al mejor postor. Me alegro de que hayas sido tú — porque no es un completo idiota impulsivo, degenerado y pervertido. En el pasado, se quejó de no encontrar en él rasgos de alfa, pero tampoco es del todo malo. Nada, realmente.

Un atisbo de sonrisa se asoma por los labios del rubio.

—También me alegra que fueras tú, no creo que podría sobrevivir con el empalagoso aroma de Kim—finge un escalofrío al siquiera considerarlo, logrando hacerlo reír. Aunque, está hablando en serio.

❝Amour Plastique❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora