Gepetto salió y aun no le había dado indicaciones nuevas a P, por lo que el muchacho permaneció en el Hotel todo el día.
Te habías puesto a jugar a las cartas con Eugenie y Venigni. Venigni llegó al hotel al poco tiempo después que P lo hiciera, lograste congeniar rápidamente con él, te alegraba tener caras nuevas.
P se hizo presente y miró con curiosidad lo que estaban haciendo. —P, ven, siéntate. Juega con nosotros— lo invitaste a unirse.
Venigni trato de explicarle las reglas básicas pero Eugenie lo interrumpió diciendo que lo estaba explicando mal. Te reíste y procediste a explicar tu las reglas del juego. P no sabía a quién de ustedes tres hacerles caso por lo que hizo una selección de información.
Era un juego clásico de desechar cartas, quién se quedaba sin cartas, ganaba.
Jugaban por diversión, Venigni había tenido la idea de apostar algo para hacerlo más entretenido pero si P entraba en juego, la apuesta podría esperar hasta que la marioneta aprenda a desenvolverse con las cartas y le tomara la mano.
La primera partida ganó Eugenie, P observó sus movimientos, prestando atención a cómo jugar para hacerlo mejor la próxima partida.
Esta vez fue tu victoria, pero P se había acercado peligrosamente siendo solo dos cartas las que le quedaban.
Viendo como este ya había adquirido los conocimientos necesarios, Venigni volvió a poner en la mesa la idea de la apuesta. Suspiraste y aceptaste, pero no sabías que apostar. En un mundo devastado, las posesiones materiales no tenían mucho valor.
—¿Por qué no hacemos que los perdedores hagan algún tipo de reto?— sugirió Eugenie, te pareció una buena idea, pero seguías en la disyuntiva de no saber qué reto escoger.
—¿Por qué no hacemos que los perdedores usen esos disfraces feos que P trajo de su misión en el teatro?— mencionó Venigni, no sonaba tan mal, solo un poco humillante.
—Spring necesita un baño, se estuvo revolcando en aceite de marioneta, los perdedores podrían bañarlo usando los disfraces feos— sumo Eugenie, aceptaste. P seguía contemplando todo en silencio, amaba Spring pero el gato aún no le tenía la suficiente confianza y bañar un gato siempre era un desafío, ni hablar si debía hacerlo vestido con incómodo traje de arlequín ¿O eran de elfo? Ni siquiera se podía distinguir de que eran.
Trataste de hacer tu mejor jugada para evitar pasar el resto de tu mañana luchando contra un gato, P parecía estar haciendo lo mismo, los engranajes de su cabeza sonaban un poco más fuerte. Te reíste, pensaste que en cualquier momento le saldría humo por las orejas.
Fueron los diez minutos más tensos de tu vida, finalmente, P dejó caer su última carta, ganando la partida. Todos lo miraron sorprendidos, P tenía su típica expresión neutral en el rostro.
—No puede ser, me niego. Exijo la revancha— se quejo Venigni
—No seas mal perdedor— lo regañaste a pesar de que tú también debías cumplir el reto.
Eugenie suspiro, cuando estuvo a punto de pararse para ir a buscar los disfraces feos, oyó la voz de Gemini. —"Hey, hey, ¡Saquenme esto de aquí! No puedo ver nada"—
Todos voltearon a ver a P, ahora este dejó de ser inexpresivo y comenzó a actuar con nerviosismo. Sus engranajes zumbaban alterados, eso captó tu atención.
—P ¿Qué tienes ahí?— preguntaste, P se puso de pie, hizo un par de pasos hacia atrás pero tropezó con Puncinella, haciendo que una buena cantidad de cartas cayeran de su bolso y de la lámpara de Gemini.
—¿Qué tenemos aquí? ¿Una marioneta tramposa?— dijo Venigni acariciándose la barba y analizando a P
—P, no debes hacer trampa, eso está mal— comentó Eugenie con su voz calma.
P agacho la cabeza avergonzado, su truco fue descubierto y ahora tendría que afrontar las consecuencias. —P, si haces trampa, procura que no te descubran— le aconsejaste, Eugenie te miro mal por enseñarle cosas inmorales a P.
—Supongo que lo más justo sería que P se vista de arlequín y le de un baño a Spring— fue la solución de Venigni y todos estuvieron de acuerdo.
——⛤——
Cerca de la hora del té, P toco tu puerta. Le abriste y te aguantaste la risa al verlo con ese vestuario. P comenzó a preguntarse porque había traído eso del teatro en primer lugar. Le había parecido curioso, pero al tenerlo puesto, sentía como le apretaba en el trasero y limitaba sus movimientos.
—Ven, déjame arreglar esto— te acercaste, le quitaste el bonete y acomodaste su cabello.
—Ya quedaste ¿Por qué no te quitas el disfraz para estar más cómodo?— le sugeriste, aceptó yendo a cambiarse.
"Comodidad" era algo que no había experimentado como tal. Como marioneta, jamás había sentido tal cosa ya que su piel tenía una sensibilidad casi nula, pero ahora, la textura de la tela le apretaba en los pliegues de su cuerpo, limitando sus movimientos y siendo un estorbo, realmente estaba ''incómodo'' desconocía el porqué de ese cambio pero al vestirse con su camisa holgada de volantes sí significó una mejoría para el.
Mientras P se cambiaba, pusiste algo de música y te sentaste en la cama, como era costumbre, estabas leyendo un libro antes de que él llegara.
P salió del baño y se sentó a tu lado. Se dejó caer de espaldas sobre el acolchado. Gasto mucha energía bañando a Spring y comenzaba a sentir una necesidad de aceitar sus engranajes luego de tanto desgaste. No sabías si P experimentaba tal cosa como el "cansancio" pero sus ojos se veían cansados y la forma lenta en la que sus engranajes sonaban lo confirmaba.
Dejaste tu libro de lado y apoyaste la mano en la cabeza de P, acariciaste su cabello, pasando tus dedos por sus hebras, buscando darle algo de alivio.
Él te miró, cerró los ojos y sus engranajes zumbaron bajo demostrando su alegría.
Te jalo del brazo, quedaste sobre él. Ahora era P quien tocaba tu cabello con delicadeza. No esperabas eso de él, pero hoy había sido un día lleno de sorpresas.
Apoyaste la mejilla en su pecho, era como si pudieras escuchar el ergo en su interior.
P experimentó la comodidad.
ESTÁS LEYENDO
METAMORFOSIS - Lies of P - P x Reader
Fiksi PenggemarP lentamente comienza a notar cambios en él, tu estas ahi para orientarlo. Situaciones domesticas de P PxReader