𝐂𝐨𝐨𝐥 𝐖𝐢𝐭𝐡 𝐘𝐨𝐮 [[𝙼𝚒𝚔𝚎 𝚂𝚌𝚑𝚖𝚒𝚍𝚝]]

𝐢𝐢.

Estaban en su casa nuevamente. Él, [[Name]] y Abby.

La menor miraba la televisión mientras los dos mayores estaban en el comedor.

-¿Estas seguro?

-Tengo que hacerlo.- Dijo Obvio.

-Si. Solo quería confirmarlo.- Dijo nerviosa.

-¿Que sucede?

-¿Eh?

-¿Que tienes?

-No es nada.

Mike sabía que la chica quería decir algo. Lo presentía.

La conocía.

-Estoy bien Mike eh estado pensando y tal vez si consigo un trabajo pueda ayudarte más.

Mike la miró atentamente y negó.

-No.

-Pero...

-[[Name]] dije que no.

-Pero a si puedo ayudarte con Abby y...

-Abby es mi responsabilidad, no la tuya.

El no lo sintió pero la manera en que lo dijo fue muy brusca.

No era lo que decía si no como lo decía.

-Si...lo siento. Creí que sería buena idea.

Mike suspiro.

-Oye, si quieres conseguir un empleo esta bien. Pero no lo hagas por nosotros.

[[Name]] asintió.

"Ya callate Mike"

Escucho a [[Name]] suspirar.

-¿Sabes? creo que empiezo a admirarte un poco.- Dijo ella cambiando el tema.

-¿Por qué? Soy un perdedor.

-Eso no lo niego.-Dijo riendo.- Pero me refiero a que apesar de que tengas todo en contra. Luchas y harias lo que fuera por Abby.

Mike miro a la chica.

-Eres increíble.

Mike no se sentía de la misma manera. Sólo se veía como un hombre traumado que tenía que criar a una niña. No había nada de especial en él.

Pero esas palabras lo hicieron sentirse diferente.

Talves fue algo insignificante. Pero ahora tenía la curiosidad por saber que mas pensabas de él.

No le decías cumplidos seguido (si es que eso había sido uno) aunque si que lo apoyabas. No así.

Haciéndolo sentir como si fuera especial.

Y no de una mala manera.

-No habría hecho nada de esto sin ti.

Y era verdad puesto que la ayuda de la chica cuidando a Abby (y a él en ciertas ocaciones) descifrando lo que Mike no podía ver en su hermana le hizo el trabajo un poco más sencillo.

Solo vio las mejillas de la chica sonrojarse levemente.

Y Mike sonrió ante eso.

-Creo que es hora de conseguir un empleo- Dijo enseñándole la tarjeta que el consejero le dio.

Sintió unas palmadas en su hombro.

-Suerte Mikey.

-No digas eso.

Ambos rieron.

-Entonces mas te vale conseguir  ese trabajo.