VI

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Tengo una presión en el pecho, que no me deja respirar, hunde mi alma y inyecta en mis venas lágrimas de cristal.

Levantó con ella, duermo con ella, vivo con el corazón partido, esperando que pase lo que mi mente predice.

Crece como un tumor dentro de mi, cada día se hace más y más grande. Intento respirar pero no paro de pensar. No es suficiente, nada nunca lo es, y mi cerebro no da más. 

Si dejará de pensar tanto a lo mejor seria más fácil. Pero es imposible, mi mente da vueltas dentro de mi cabeza como una bailarina. 

Pierdo las fuerzas, la concentración, antes la podía controlar ¿O me controlaba ella a mí?

Gritos silenciosos de socorro. Ayuda. 

Tengo una presión en el pecho llamada ansiedad.

Tengo una presión en el pecho llamada sobrepensar.

Tengo una presión en el pecho que no me deja continuar. 



(Des) controlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora