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VEINTIDÓS

Mi rostro debió ser un poema que describe cómo es perder el alma.

ㅡ¿Taehyung?ㅡla voz de Hoseok se vuelve preocupada y mi estado de catarsis se rompe.

Miro alrededor para acentuarme en la realidad y no en la pesadilla que se estaba desarrollando aún en la llamada. Entumecido, agradezco estar sentado o sino, nada me hubiera interrumpido a la caída que estaba por darme.

ㅡ¿Disculpe, pero qué fue lo que dijo?ㅡme sorprendo de mi propio tono de mi voz, había perdido toda seguridad y ahora sólo era temor.

Temor de volver a oír lo que al pareceer era la verdad.

ㅡTiene 18 años maldito enfermo... no sé qué le has estado metiéndole en la cabeza. ¿¡Acaso creías que saldrías de esto ileso!? Conozco a tipos como tú. Maldito...ㅡno lo culpaba de que su tono de voz incrementara y ahora sólo estuviera escupiendo maldiciones.

ㅡSeñor...

ㅡEstá todo registrado en este maldito teléfono, mensajes, llamadas y créeme que lo llevaré a la policía...

Trago saliva y mis ojos se abren de golpe. Hoseok que ya estaba de pie, corre hasta donde estaba yo y se pone a mi lado tratando de hacerme hablar, pero yo no podía siquiera pronunciar palabra más que sólo de querer pedir un pasaje de ida a la mierda.

¿Policía?

Llevando mi mano a mi cabeza. Sostengo mi cabello con fuerza. Un inminente dolor de cabeza se avecinaba y ahora no sabía que hacer. ¿Jungkook me mintió todo este tiempo?

Peor aún.

Le hice esto a un niño.

ㅡOye Taehyung...

Ignorando a Hoseok nuevamente, siento algo subir por mi garganta. Si, arcadas de todo lo que había hecho y dicho el fin de semana con él.

ㅡSeñor... yo lo lamento... puedo explicarlo, puedo encontrarme con usted si desea...

ㅡNos veremos en la policía, tenlo por seguro.

Colgando la llamada. Lanzo el teléfono al escritorio y hago un desorden cuando busco con mi mano desesperadamente el pequeño basurero que tenía bajo la mesa.

Cerré los ojos cuando el ardor de la bilis subió por mi garganta y fue depositado en el tacho de basura. Mi amigo que estaba a mi lado se sobresalta y cuando las arcadas se detuvieron, lo único que pude decir con mi voz tan agotada, fue:

ㅡEstoy en problemas...

ㅡ¿Qué? ¿De qué Diablos hablas?

ㅡTengo que irme, habla con Min sobre mi ida...

ㅡPero debes explicarme qué mierda pasa. ¿Era Jungkook?

Mirándolo, fue muy notorio lo enfermo que demostraba estar. Mi cabeza zumbaba y tenias ganas de lanzarme por la ventana.

ㅡSólo quiero irme.

ㅡDéjame acompañarte.

ㅡNo, quiero estar solo.

ㅡPero...

ㅡYo te llamaré.

Fue difícil convencerlo, pero al final lo había logrado. Y gracias al culo de Hoseok, Min Yoongi no le importó que me fuera antes.

El alma aún no volvía a mi cuerpo y sabía que con esto no quedaría impune. Apenas sabía qué debía hacer, esto estaba más allá de mis manos mientras caminaba por la ciudad con mi cabeza recordando todas las señales que había ignorado.