Sustituido

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–Bien, ¿a que debo su visita?
–Me entere que en este último tiempo, tú has sido el encargado de cuidar el bienestar de mi nieto. 
–Alguien debe hacerlo.
–¿Y por que tu?
–Luffy es un buen niño, merece tener un ambiente sano.

El Monkey mayor comenzó a hacerle varias preguntas, desde si tenía antecedentes policiales hasta si regaba las plantas cada cuánto tiempo. El más pequeño sentía que esto era más una interrogación que una plática, pero aún así su abuelo no lograba sacarle nada malo al pelirrojo, exceptuando algunas borracheras que tuvo en fines de semanas o vacaciones.
Garp no encontró nada del cual prohibirle verse con Luffy, además observó cómo ambos se tenían un gran cariño y el mismo admitía que Shanks estaba influyendo de forma positiva, hace mucho que no veía la sonrisa del azabache con tanta frecuencia, eso lo animaba.
–Oye Anchor, necesito hablar de algo importante con tu abuelo, ¿crees querer ir a la habitación en la que te quedaste ayer?

El pequeño asintió y se dirigió hacia el cuarto, pero no entró, se quedó en el pasillo a oscuras para escucharlo todo, tenía una idea de a donde iría a parar la conversación y sentía que merecía ser parte, o al menos estar consciente de ella.
No pudo evitar tomar su pecho, tenía un mal presentimiento, o tal ves simplemente un déjà vu, desde que era pequeño había optado por la costumbre de quedarse a escuchar lo que hablaba papá por teléfono o con visitas, usualmente lo que decía trataba de él, pero jamás algo bueno, solo quejas y el como hacía todo mal, si era sincero consigo mismo, esperaba que Shanks repitiera aquella actitud, pero se equivocaba.
–Luffy es un niño maravilloso, jamás había conocido a alguien tan fuerte como él y además, increíblemente divertido, podríamos pasar horas hablando y aún así, sacar temas nuevos e interesantes, sin contar su amplio conocimiento de entomología.

Explicaba el de sombrero con gran ventura en sus palabras, el menor sentía su corazón latir con fuerza, poseía una gran dicha que nunca antes había experimentado, nadie hablaba bien de él, jamás podían ver lo bueno que podía ofrecer, exceptuando Shanks y aquello lo hacía tan feliz.
–Pero tú sabes que no quiero hablar de eso, lo que deseo hacer es pedirte un favor.
–¿Que clase de favor?
–Que cuides a Lu, será por un corto plazo, empezaré un proceso legal para quedarme con la custodia de él.
–¿Por que no hizo eso antes?
–Lo he intentado varías veces, pero su padre tiende a tomar el papel de buen hombre, además de que sin el consentimiento de Luffy, es mucho más difícil.
–¿Y a que te refieres con "cuidar"?
–Tu estarás a cargo de él mientras Dragon está fuera, si no aceptas esta bien, no te estoy obligando, solo te lo ofrezco porque ese mocoso parece que de verdad te quiere, en el camino para acá no paro de decirme lo increíble que eras.
–Claro que estoy más que dispuesto hacer eso, no tengo ningún problema, pero ¿dejaremos que lo sigan golpeando sin consecuencia alguna?
–Por ahora no hay nada que tengamos a mano para actuar si Lu lo sigue viendo como un gran padre.

El menor que seguía escuchando todo, decidió entrar al cuarto donde le habían mandado en un principio y dejar el resto a la intemperie, no quería decidir sobre nada, amaba la idea de pasar más tiempo con el pelirrojo, pero le daba mucho miedo alejarse de su padre, él estaría tan decepcionado de esto, estaba seguro, si estuviera aquí, le repetiría una y otra ves como pudo elegir a un "extraño" en ves de a su familia, sabía más que bien que sería así, porque ya lo conocía.
Aquel amor ciego que el menor poseía por su padre se estaba aclarando, sin embargo no desaparecía, quería seguir a su lado, que estuviera orgulloso, pero la idea cada ves se hacía más lejana, hasta el punto de creerla ya imposible, jamás sería suficiente y muy en el fondo lo sabía.

Aquel amor ciego que el menor poseía por su padre se estaba aclarando, sin embargo no desaparecía, quería seguir a su lado, que estuviera orgulloso, pero la idea cada ves se hacía más lejana, hasta el punto de creerla ya imposible, jamás sería suf...

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Luego de terminar y organizar sus asuntos con Shanks, su abuelo lo llevó a divertirse por la ciudad, al regresar fue mandado a su cuarto, para que luego se escuchase una gran pelea entre los dos adultos.
Comenzaron a oírse cosas romperse, estampadas contra el suelo o arrojadas hacia la pared, por instinto se escondió bajo la cama, estaba consciente de que la naturaleza de ambos hombres llegaba a ser muy violenta o como a él le gustaba decirle, "volcánica", aunque era cierto que Garp jamás le había levantado la mano, muchas veces lo había visto enojado y en aquellas circunstancias, era mejor alejarse lo más que uno pueda.

Ya pasado el rato, su abuelo subió a despedirse, haciendo que saliera de su escondite, para luego verlo marcharse, la pelea pareció haber concluido y después de que el militar se fuera, la casa estaba en un completo silencio, como si el azabache menor fuera la única alma que se encontraba en esa casa, aunque para algunos, aquello significaba paz, para el Monkey no era más que algo sumamente inquietante, no sabía dónde podría estar su padre, fácilmente se encontraría en la sala bebiendo un trago o tal ves, detrás de su puerta, esperando a escuchar la más mínima perturbación para entrar.

Esa noche apenas durmió por ese pensamiento que azotaba su mente y más aún, la razón de tal discusión y saber que mañana, Dragon estaría muy enojado.

Al día siguiente el pequeño se levantó e hizo su rutina de siempre para después bajar a la primera planta, estaba a punto de salir cuando escucho la voz del adulto, cosa que le enfrió la sangre, él jamás estaba en las mañanas

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Al día siguiente el pequeño se levantó e hizo su rutina de siempre para después bajar a la primera planta, estaba a punto de salir cuando escucho la voz del adulto, cosa que le enfrió la sangre, él jamás estaba en las mañanas.
–Luffy, siéntate–ordenó mientras señalaba una silla en la sala.

Su hijo no tardo en acatar y bajar la cabeza, juntando sus manos y sin atreverse a mirar directamente al mayor.
–Ayer creo que supiste que tuve una conversación con tu abuelo ¿no es así?–el contrario asintió–Bien, te tengo una pregunta y más te vale responderme con honestidad, ¿entendido?–el azabache repitió la acción de antes, provocando que el adulto frunciera el ceño–Te pido palabras, no gestos.
–Si, padre–respondió, aún con un tono tembloroso.
–Lu, ¿crees que no soy un buen padre? Que necesitas a un imbecil aparte, que se encargue de hacer mi trabajo.
–¿P-Por que l-la pregunta?
–Garp dice que te descuido, que quiere que un tal "Shanks" se haga cargo de ti mientras no estoy, ¿estás de acuerdo con eso?
–Bueno...tú e-estás ocupado y...no quiero s-ser una molestia para tu trabaj–se vio interrumpido por un gran grito, que hizo temblar sus huesos.

Niño De PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora