TaeHyung

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Intro
Después de un largo tiempo de relación, señales de una infidelidad comienzan a aparecer, por lo que ella decide que descubrirá la verdad detrás de su engaño.

Al principio, las advertencias fueron sólo pequeños detalles, imperceptibles si lo que quería hacer era ignorarlas; excusas cómo que estabas demasiado ocupado o cansado.
Yo debí saberlo, porque ni siquiera importaba el que estuvieras enfermo cuando lo que querías hacer era verme. En esos días en los que todavía me amabas.
Luego los secretos comenzaron a correr a gritos, de boca en boca, todo mundo decía que te habían visto con otra chica.
La verdad es que yo nunca fui del tipo celosa. Si algo me incomodaba - cosas insignificantes, cómo que la maquillista se acercaba mucho a tu cara-, lo guardaba para mi, no queriendo que tuvieras una idea de lo insegura que me hacían sentir las otras chicas cuando estaban a tu alrededor, actuando cómo si yo fuera invisible. Justo de la manera en que me sentía.

Traté de no hacerles caso. Yo confiaba en ti. A pesar de que temía que te hubieses dado cuenta de que merecías a alguien mejor de lo que yo soy, alguien más hermosa, más inteligente o más graciosa.

Pero no pude evitar imaginármelo; tú sosteniendo la mano de aquella otra chica con la que me engañabas. Es alta, más que yo, y tiene unas piernas largas y bonitas, cómo sé que a ti te gustan. Las lucirá para ti en una falda de volantes, cómo las que yo odio ponerme.
Apuesto a que es muy femenina, también.
Probablemente su pelo es largo y ondulado, y tiene la piel más pálida que tus ojos hayan visto. Será coreana, claro, así que tu mamá estará contenta de que por fin hayas olvidado a la extranjera que tenía la tez parecida a la canela. Oscura y fea, como ella misma decía.
Supongo que tomas su mano todo el tiempo, maravillado de que las tenga tan suaves, y que te encanta hacerla reír. Tiene la risa más hermosa que jamás hayas escuchado, y se lo dices cuando se cubre la boca para que no la oigas o la mires riendo.
Así era ella en mi cabeza, perfecta.
Justamente tu tipo de chica ideal. Ésa que siempre has estado buscando. Todo lo opuesto a mi.

Te comportabas distante ayer. Casi no hablabas y tenías la mirada perdida, con la mente en otro lado. Suspirabas de la nada, y ni siquiera te acercabas a ser el chico alegre del que creía estar enamorada, pero con el simple hecho de que extendieras tu mano para tomar mis dedos y envolverlos en los tuyos me bastó.
Me decía a mi misma que tal vez estabas estresado. Necesitado de espacio para pensar, y yo quería dartelo.

No quería aceptar que era por eso. Por la otra chica. Porque querías terminarme.

Hoy regresaste a la normalidad, me saludaste con un breve abrazo en lugar del habitual beso en la mejilla. Señal de que algo iba mal. Te doy una sonrisa tirante, sintiéndome tensa bajo las miradas inescrutables de quienes nos observan. Me pregunto qué estarán pensando, aunque tengo una idea ya formulada.
Y algo dentro de mi se revuelve cuando tú decides guiarme dentro.
Y contarme.

Las lágrimas pican en mis ojos un poco después de eso. Una mezcla de impotencia y tristeza, por lo que acabo de aceptar.
Al final, resulta que la chica no era una chica del todo.

Era un chico.

De parejas y amores (BTS Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora