2. 𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐈𝐃𝐀

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02

La tensión en el aire era palpable mientras Yhwach esperaba que Leiko se alejara antes de hablar con Jugram.

La conversación entre padre e hija había establecido condiciones particulares, pero Yhwach quería asegurarse de que sus órdenes originales se mantuvieran sin cambios.

― Jugram, aunque he aceptado las condiciones de Leiko, nuestras órdenes y nuestro plan siguen siendo los mismos ―declaró Yhwach con firmeza―. Debemos eliminar a todos, sin excepción. La guerra está en marcha, y no podemos permitirnos mostrar compasión por ninguno de ellos.

Jugram, aunque dubitativo, asintió ante las palabras de su majestad. Sabía que las decisiones de Yhwach eran definitivas, pero también era consciente de las complicaciones que podrían surgir, especialmente considerando la conexión emocional de Leiko con aquellos a quienes estaban destinados a enfrentarse.

― Comprendo, mi señor. Pero tenga en cuenta que esto podría generar conflictos con Leiko. Ella aceptó bajo ciertas condiciones, y cambiar abruptamente nuestras acciones podría tener consecuencias impredecibles ―advirtió Jugram, expresando sus preocupaciones.

Yhwach, sin embargo, estaba decidido.

― Las circunstancias han cambiado, Jugram. Debemos adaptarnos a la realidad de la guerra que se avecina. No podemos permitirnos mostrar vacilación.

Aunque dudoso, Jugram aceptó las órdenes de su majestad y se preparó para lo que vendría. La guerra en la Sociedad de Almas estaba a punto de desatarse.

La batalla en la Sociedad de Almas comenzó con violencia y caos. Jugram, siguiendo las órdenes de Yhwach, lideraba a los sirvientes en el ataque, implementando una estrategia brutal para someter a sus enemigos. La confianza y la frialdad en su ejecución eran evidentes, a pesar de las dudas que albergaba en su interior.

En la puerta de la entrada del lugar, Jugram y sus compañeros llevaron a cabo un ataque rápido y coordinado, eliminando a sus oponentes con eficiencia. Sin embargo, la primera baja fue particularmente impactante.

Jugram reconoció al individuo caído como uno de los amigos de Leiko, en concreto su ex-teniente, Kira, alguien a quien había identificado previamente a través de sus investigaciones sobre la historia de la joven. Sabía que esta pérdida podría desencadenar una fuerte reacción por parte de Leiko, pero también entendía que estaba siguiendo las órdenes de su majestad.

Mientras avanzaban en la masacre, Jugram se encontraba en una posición complicada, equilibrando su deber con las posibles repercusiones emocionales que esto tendría en Leiko. A pesar de su lealtad a Yhwach, las complejidades morales de la situación comenzaban a pesar sobre él.

𝘽𝙡𝙚𝙖𝙘𝙝: La guerra sangrienta (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora