Tras descubrir toda la verdad y desligarse de la sociedad de almas, Leiko Takahashi, una antigua capitana que había sido dada por muerta decide optar por unirse a su padre, Yhwach.
Leiko se enfrenta a una complicada encrucijada. ¿Deberá apoyar a su...
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05
Debido a que todo iba como debía ser, además de la reciente llegada de su hija y Uryu Ishida, Yhwach permitió una especie de descanso para él y los suyos, celebrando con un gran banquete y mucha bebida.
En medio del festín, la atmósfera estaba animada con los Quincy celebrando su victoria parcial. Leiko, debido a las copas de licor que había consumido, se encontraba más suelta de lo habitual. Se reía con facilidad y mostraba un lado más relajado de su personalidad.
― ¡Jugram! ¡Ven y baila conmigo! ―exclamó ella mientras se balanceaba ligeramente.
Jugram, sorprendido por la inusual expresión de alegría de Leiko, se acercó a ella con una sonrisa.
― Parece que alguien ha disfrutado un poco demasiado del festín.
― ¡No seas aburrido, Jugram! Hoy es día de celebración. Bailemos.
Jugram, complaciendo la petición de Leiko, comenzó a bailar con ella entre las risas y la música festiva. Los demás Quincy miraban la escena con sorpresa, ya que no estaban acostumbrados a ver a Jugram de otro modo que no fuera frío y serio.
Mientras tanto, Yhwach observaba la escena desde su posición con una sonrisa sutil. Parecía disfrutar del cambio de actitud de su hija, aunque en su mente siempre estaba alerta, consciente de que la situación podía cambiar en cualquier momento.
Jugram y Leiko continuaron bailando, moviéndose al ritmo de la música festiva. La proximidad entre ambos era notoria, y Jugram, consciente de la presencia de Leiko y del efecto del alcohol en ella, observaba detenidamente sus rasgos.
Le era sorprendente ver a Leiko de esta manera. Siempre tan reservada, pero el alcohol parecía haber liberado una faceta diferente de ella.
Leiko, con las mejillas sonrojadas, se dejaba llevar por la música, sin preocuparse demasiado por las formalidades. Jugram, por su parte, comenzaba a notar detalles que tal vez antes no había observado.
"Tiene una belleza única. Cada gesto, cada movimiento... Es fascinante" pensó.
La melodía lenta llenó el aire, y Jugram, tomando la cintura de Leiko con delicadeza, guió sus movimientos en el baile. Aunque se sentía un tanto avergonzado, trataba de disimularlo, concentrándose en disfrutar del momento.
― Esto es inusual, pero no puedo negar que es agradable ―murmuró.
Mientras tanto, los demás Quincys se entretenían observando la escena con una mezcla de diversión y curiosidad. Ver a Jugram, conocido por su seriedad y determinación, compartiendo un momento tan íntimo con la hija de su rey generaba un ambiente de sorpresa entre los presentes.
― ¡Oye, parece que el gran Jugram tiene un lado más suave! ―exclamó Bazz-B entre risas.
Los comentarios y risas de los demás acompañaban la situación, pero Jugram, a pesar de la atención, se esforzaba por mantener la compostura y seguir disfrutando del baile con Leiko.
