Tobirama no se consideraba un cobarde. Había transcurrido por una vida complicada, dónde tener un poco de éxito era casi inimaginable. Se sentía orgulloso de sus logros, de su situación económica actual, de su ser. A pesar de eso siempre buscaba un poco más, ser un poco mejor cada día.
No era un cobarde pero ahí estaba, explicándole por llamada a Itachi que esta semana no podría ir, que tenía una urgencia familiar y bla bla bla, mucho chamuyo. También tendría que preparar una escusa para la semana que viene, porque realmente creía que no podría ver la cara del pequeño Uchiha hasta dentro de diez años. Al menos eso era lo que deseaba su lado más cuerdo.
Itachi entiende. No le sorprende. Siempre sensato, tranquilo, toma las cosas de una manera tan suave y delicada, como si en cualquier momento llegaran a hacerse pedazos; un liderazgo completamente distinto al de su progenitor. Itachi pregunta si será demasiado tiempo, si va a necesitar un suplemente, adelantándose a las situaciones.
Le hierve la sangre. ¿Un suplente? ¿Después de todo el esfuerzo que le dedicó a Sasuke? Nadie más podría hacer hablar tan fácilmente al pequeño rey, ¿Porqué se lo decía tan tranquilo? Cómo si su ser fuera tan reemplazable ¡El mejor psicólogo del hospital!
– Déjame ver Itachi, quiero encontrar una solución para poder asistir el turno de Sasuke.
– Tobirama decide rápido.
Se corta la llamada.
¿En qué lío acaba de meterse? Se acaba de dejar ganar por los celos y la posesividad de su alfa interno. ¿Que clase de hombre es si no puede ir contra sus instintos?
Repiensa su situación actual, eso lo frustra. Se está autosaboteando. ¿Pero a quién? A su alfa interno, claramente, si es por él ni vería al chico Uchiha. No le importa en lo más mínimo, es un paciente más por el que tiene que fingir interés.Su teléfono suena, una notificación de un WhatsApp. Raro. Hashirama era el único que le mandaba mensajes, pero más que nada publicaciones de Instagram, memes o cosas así. Si intentaba hacer memoria, seguramente tenía más de 100 mensajes no vistos del de cabellos largos.
"Perdón. "
Se expresaba Sasuke en una simple palabra, como lo hizo siempre. Aún así no se esperaba ese mensaje.
Asiste, después de todo va a la sesión con Sasuke, o más bien le autoriza a Sasuke la sesión. Está todo muy tenso, las palabras no salen con facilidad, hay un muro enorme entre los dos. Ya no parecen psicólogo y paciente. Parecen una pareja después de una discusión.
Tobirama lo sabe, no puede obrar o dar su trabajo por hecho en una sesión así, porque las palabras no son sinceras, los pensamientos no son verdaderos. No cuando está la condición de agradar. Porque se nota que Sasuke quiere volver a agradarle a Tobirama, se nota que en su cabeza pasan mil inseguridades de que "ya no lo quiere". Se nota que miente.
Esto es solo un punto final para los pensamientos del de pelos plateados. Realmente ya no puede analizar a Sasuke, o Sasuke inconscientemente no se va a dejar analizar por el.
Hablan sobre el trabajo, sobre algunos sentimientos encontrados tras estar bajo la supervisión de Itachi, hablan de banalidades que ya los dos saben del otro. ¿Acaso ya no hay nada más que contar?
En la cabeza de Sasuke pasan otras cosas, el piensa que es solo una etapa, que la van a superar. Es parte de esa negación que lleva consigo todo el tiempo, también es parte de lo que Tobirama deduce que pasa por la cabeza de Sasuke.
– Ya es hora Sasuke, en cinco minutos entra otro paciente.
– Nunca tenés a alguien después de mí.
Estuvo de licencia, así que se le acumularon los pacientes en un día. Pero no puede decir eso, sabe que es información privada y la única manera de seguir teniendo un progreso con las sesiones de Sasuke es volviendo al inicio.– Eso ya no es de tu incumbencia.
Se saludan con un apretón de manos. Todo extremadamente ajeno, incómodo. El Uchiha no entiende lo que pasa, solo sabe que su Omega interno le grita que está haciendo todo mal. Le quiere dar un beso para despedirse pero sus piernas son más rápidas y se va.
Mientras tanto el alfa de Tobirama le rasguña la conciencia, diciendo que corra tras el.
¿Porque siempre se encontraban en esa situación? Persiguiendose con la conciencia. ¿Porqué Sasuke era distinto al resto de sus pacientes? ¿Acaso era por el hecho de que sea un Uchiha? Un ser supuestamente genio e intelectual, ¿casi perfecto?, ¿Así eran todos los uchihas o solamente se estaba refiriendo a Sasuke?
Esa noche no logra dormir, al igual que la anterior y la siguiente. Estaba volviéndose tan loco con esas preguntas que estaba al borde de pedirle un consejo a Hashirama. ¡Que Dios se apiade de el!
El pequeño Uchiha no era tan pequeño, ¿que tenía de malo? La pregunta se iba cuando se imaginaba la cara de Itachi.Lo decidió.
Ya no le daría más sesiones a Sasuke Uchiha.
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Psicología amorosa. tobisasu omegaverse
RandomSasuke es un joven de 26 que acaba de salir de la universidad de meeicina con el mejor promedio. Toda su vida a hecho al pie de la letra lo que le dicen sus padres, sin objetar, llegando a ser el hijo perfecto, una copia de su hermano. Una noche sus...