capítulo 8: gustos, gustar, desgustar.

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Lo sucedido quedó en el olvido, de un momento a otro ya no se habló más de el tema, ni su hermano, ni Naruto, tampoco Tobirama tocaba el tema. Algo le decía que le estaban dando su espacio para adaptarse, pero eso lo molestaba mucho más. No le gustaba que lo miraran como si fuera algo delicado.

Y aquí estaba, teniendo una nueva sesión con Tobirama, sentado sobre el asiento de cuero bordó, bajo la atenta mirada del Senju. El día de hoy habían empezado a tocar un tema más fuerte para Sasuke.

En un principio le costaba mucho hablar, más si es sobre si mismo, no es de la persona que cuenta sus problemas privados al primero que le pregunta. Según Tobirama él empezó a hablar mucho más, aunque Sasuke no lo notaba. Más bien, si lo pensaba con claridad, si empezó a hablar mucho más pero solo con Tobirama.

¿Acaso el Senju se habrá dado cuenta?

En fin, Tobirama dió otro pasó más dentro de lo que es su conciencia, adentrándose en un campo en el que es todo un inexperto, un amateur en el tema. Escoger por gusto.

¿Porqué era un inexperto? A lo largo de su vida siempre eligieron por el, o tomaba caminos a base de lo que hizo Itachi a su edad, tal vez algunas veces decidió por el mismo, pero siempre escogió por el bien mayor o lo más lógico.

Si le pusieran en frente, entre elegir un sabor de helado que tomó toda su vida y ya sabe del sabor, y otro sabor totalmente nuevo que podría no gustarle... Elegiría el que tomó toda su vida, aunque le aburra de sobremanera.

Le encantaría poder abrirse más profundamente en el tema, pero para su pobre mente es un abismo, un acantilado, un pozo sin fondo que lo llevará nuevamente a la misma solución; tampoco puede tardarse mucho teniendo una fila de diez personas tras de él.

– Sasuke ¿Me escuchas? – la voz de Tobirama le saca de su transe y asiente despacio. – bueno dime... ¿Que harás cuando salgas del consultorio?

– ¿Cuando por fin termine todo esto del sicólogo?

– No, yo hablo de dentro de media hora.

– Itachi seguro me llamará – su rostro inexpresivo se torna un tanto incómodo.– me dirá dónde está y si voy a casa o al hospital.

– ¿Y si no estuviera Itachi aquí?

– ¿Que insinúas, Senju?

– Le mandé un mensaje a Itachi para que hoy no te llame. – las comisuras de Tobirama tiran para arriba en una sonrisa traviesa. – Así que dime qué harás.

– Iré a casa, en todo caso, Itachi me va a llamar si necesita ayuda. – la opción lógica. – luego dormiré.

Sasuke entrelaza sus manos y las coloca sobre sus piernas cruzadas, en una posición "profesional", no entiende a que viene todo esto, aún así siente que no hay nada malo de transfondo.

– ¿Y si Itachi te llama pero te dice que no es absolutamente necesario? – Sasuke abre la boca para hablar, pero Tobirama lo calla con una señal. – ¿Y a la vez yo te invito a ir al cine?

– Yo... Iría con Itachi.

– que cruel. – el tono suena sarcástico, pintado de burla. – ¿que hiciste hasta ahora, chico? Dime... ¿Por qué haces todo lo que Itachi y tus padres te dicen?

– Porque les debo todo, mis padres me criaron y dieron hogar. – pone una mano en su mentón.– Itachi me está acompañado... Abandonó todo lo del extranjero, ayudarlo es lo menos que puedo hacer.

– No tienes que sentir que les debes cosas, Sasuke. – ese tono delicado, lo odia. – ellos lo hacen porque quieren.

– si, pero ellos también tenían la opción de tirarme a un río y no lo hicieron, ellos seguramente sienten que es su obligación. – su voz se quiebra poco a poco, y también baja su tono. – como padres de orgullo tenían que criarme, los obligué a criarme desde el momento en que nací

Psicología amorosa. tobisasu omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora