Spill the tea, sis!

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Con una sonrisa en sus labios, Hyunjin se adentró ese domingo en la estación de la Policía de Seúl en la que se desempeñaba como detective de campo y agente encubierto, cuando era necesario

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Con una sonrisa en sus labios, Hyunjin se adentró ese domingo en la estación de la Policía de Seúl en la que se desempeñaba como detective de campo y agente encubierto, cuando era necesario. Había terminado necesitado una segunda intervención médica después de aquel día, pero nada como unas pocas semanas de descanso para estar de vuelta en perfecto estado.

Tampoco era como si se tratara de la primera vez que era herido durante sus funciones.

Como Christopher se había negado a mandar a Barbie a cuidarlo otra vez después de lo ocurrido, Jisung tuvo que ajustar su horario en la cafetería para cuidarlo por las mañanas, mientras que Jeongin lo ayudaba durante las tardes después de terminar su turno en el preescolar.

Hablando de su Barbie, Hyunjin tuvo que conformarse con hablar con él a través de videollamadas al celular de Minho, en las escasas ocasiones que lograban escabullirse del férreo control de BangChan, quien les recordaba una y otra vez que Félix no estaba allí porque quisiera sino porque era un criminal convicto.

Honestamente, eso era algo que a Hyunjin se le olvidaba la mayor parte del tiempo. Tampoco resultaba de ayuda que nadie en la estación tuviese idea alguna de cual había sido su crimen, y los únicos que si lo sabían, Minho y BangChan, insistían en que era un asunto extremadamente confidencial.

Su sexto sentido policíaco le decía que el crimen en cuestión no había sido algo de lo que realmente preocuparse; su Barbie la mayor parte del tiempo le daba las vibras de un torpe angelito problemático, pero angelito al fin.

Así que lo que sea que lo hubiese llevado hasta allí, a Hyunjin lo tenía sin cuidado.

Como no había tenido mucho que hacer ese día en casa, aparte de aburrirse como una almeja, Hyunjin había decidido ir a la estación a trabajar en el papeleo que se había acumulado durante los días que había estado de baja, antes de tener que retomar alguno de sus casos en proceso.

Cuando pasó por el área de detenciones preventivas, el pelinegro captó un escándalo proveniente de las celdas, y al acercarse, se encontró con tres oficiales discutiendo con una hermosa mujer de aproximadamente unos cuarenta años, que fácilmente podría aparentar muchos menos, quien vestida con un llamativo vestido de lentejuelas en tonalidades arco iris, les demandaba a gritos que la dejaran hacer otra llamada porque estaba segura de que el mayor de sus sobrinos había olvidado ir a sacarla.

— ¿Se puede saber que sucede aquí? — preguntó Hyunjin a uno de los oficiales al ver lo ofuscada que se encontraba la dama, experimentando una particular sensación de familiar mientras la veía discutir con ese tono de quien está habituado a salirse con la suya combinado con una pizca de deliberada inocencia.

— ¡Yerno, que bueno que estás aquí! — todos los oficiales le miraron con expresiones de inusitada curiosidad al escuchar a la mujer llamarle de aquella forma, luciendo verdaderamente aliviada y contenta de verle.

Pretty Little Criminal (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora