Faelynn tragó saliva, extendió sus brazos temblorosos en dirección a la barrera y cerró los ojos, con la esperanza de que los dioses se apiadaron de ella y le concedieran un poco de su magia divina para reparar la barrera.
Un cosquilleo recorrió su...
Hubo un tiempo en el cual criaturas y humanos convivieron en armonía, los faunos danzaban al sonar de la música de juglares, centauros defendiendo castillos y aldeas...
Pero el hombre era perverso, y no soportaba que estas criaturas poseyeran algo que ellos solo podían soñar, la magia.
Se desató una guerra. Sangre inocente fue derramada. Especies aniquiladas, totalmente extintas.El hombre tiñó de rojo sus manos al buscar el poder, y fracasó
Entre todo el caos, dos familias se aliaron, Los Magnalis - una familia de kitsunes con un poder abismal - y Los Ralasy - una familia de poderosas esfínges- juntando su poder, consiguieron rescatar a las pocas especies que quedaban vivas, llevándolas fuera del alcance del hombre.
Para asegurar su protección, los Magnalis crearon una barrera, esta impediría que el ojo humano viera lo que se escondía detrás, sin embargo, esta barrera no era permanente, necesitaba ser renovada cada cien años, en el solsticio de verano...
Las especies supervivientes trabajaron arduamente consiguiendo así crear un hogar al que llamaron Ghaba.
La magia - ahora restringida, sólo permitiendo el uso a kitsunes y esfinges - fue transmitida de padres a hijos hasta llegar a Faelynn...
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