•4•

20 2 0
                                    

Rendall.

Estar en la escuela es una perdición, amaba estar aquí ahora la detesto, lugares que algún me hicieron feliz quedaron en un olvidó.

Me he preguntado a mi misma ¿si alguna vez volvería ser yo? Una Rendall feliz sin odiar a nadie, una Rendall que amaba a su familia, un chica que alguna vez imaginó ser amada por un príncipe. Todo eso se fue no hay nada que pueda curar mis heridas, soy una persona fría que odia todo lo que está su paso, duele admitir que mi hermana tiene razón, soy la culpable de todo, la culpable que mi familia no sea perfecta todo eso se acabó, mi padre a querido reconstruir a la familia que solía ser feliz hace 6 años.

Mis pensamientos se van, Melissa viene hacia a mí.

–Hola Rendall.

–Dime que quieres y te vas.

–Lo siento, solo quería pedirte un favor yo..., me tengo que ir–Melissa se da la media vuelta.

Antes que lo haga la tomo del brazo y la volteo, me veré cruel por la forma en la que le hablé pero se que tiene algo no trae cara de felicidad.

–Espera.., algo tienes y se que no es bueno.

–Yo no tengo nada, solo era un error mío– finge una sonrisa.

–No vengas con cuentos Melissa, tienes ganas de llorar, dime ahora!

–Se me hace tarde para mi siguiente clase Rendall nos vemos!

Molesta que estoy la tomo del brazo y la llevo al salón que está vacío.

–Dime ahora, ¿que te hicieron?, dime..!!

–El día de ayer por la tarde mi hermana pidió permiso para salir, mamá no la dejó así que la cubrí para que saliera por la noche, y es hora que no regresa le tuve que decir a mis padres que se fue temprano a la universidad, nose que hacer!! Ayúdame a buscarla!!!

–Eres una idi.. perdón pero en que cabeza cabe que se te allá ocurrido cubrirla, ¿si sabes que afuera hay un loco asesino afuera?.

–Perdón, perdón nose en que pensé en que la dejé ir, creí que se cuidaría por ser la mayor.

–Le tienes que decir a tus padres.

–No puedo, mi papá está enfermo del corazón, si le digo se pondrá mal y mamá me odiara–melissa se pone a llorar– No quiero que le pase algo.

Ver a Melissa en ese estado me pone mal, no entiendo si no tengo corazón porque me afecta verla así, no puedo ayudarla.

–Deja de llorar, en ese estado como estas no podríamos encontrarla te ayudaré, hablaré con mi padre.

Cambié de opinión apesar de todo alguna vez la quise como mi mejor amiga, se como esta porque lo viví.

Melissa se abalanza contra mí y me da una abrazó.

–Gracias, Gracias!

–No me agradezca, mucho abrazó me vas a asfixiar, tenemos que saltarnos las clases, vamos a buscarla.

–Sisi...

Salimos del salón ambas, necesitamos salir de la escuela para encontrar a la hermana de Melissa. Nos fuimos atrás de los salones.

–Brincar la barda no es una opción.–dice melissa.

–Déjate de cosas Meli, esto es importante.

–Me dijistes "Meli" de cariño, hace mucho que me dejastes decir así!!–se pone feliz–Aún no entiendo porque tu cambio y dejastes de ser cariñosas–hace su pushero.

Si supiera todo lo el terror que viví.

–Deja de decir tonterías y pásame esa mesa, ayudará para subir rápido y trepar la pared.

–Ay no puedo Rendall, si me ayudas arrastrarla mucho mejor.

El olor de un cigarrillo nos pone alerta, volteamos ambas hacia donde proviene, un chico alto, ropa negra, ojos verdes, cabello despinado, y por lo visto tatuaje en el cuello, bueno para cualquier chica se les haría atractivo, para mi un invesil metiche.

–Escaparse de la escuela es un buen castigo.

–No, solo queríamos la mesa para hacer un t-r-a-b-a-j-o..–Melissa empieza a tartamudear.

–Pues eso no fue lo que escuché–dice el chico que se esta riendo sarcásticamente.

–Hay que enfado!!, súbete Melissa se hará tarde.

–Pero..

–Pero nada, súbete apóyate de mí.

–sería una lástima que..

Melissa lo interrumpe. –Por favor no digas nada solo iré a buscar a mi hermana desapareció ayer y no llego a casa, ¡No quiero que sea otra víctima del asesino que está afuera por favor!

El chico no dijo nada, ayudo a Melissa a que suba de nuevo.

–Toma el pie de tú amiga y impulsa a subirla para que se apoye en la orilla de la barda.– el chico se posa a lado mío mientras me indica como.

Un olor a perfume que proviene de él nose porque pero me encanta es tan.. que estupideces estoy diciendo, mi cabeza realmente está loca.

Melissa llega y cruza del otro lado, va mi turno, impulso mi pie con la ayuda del chico que trae una cara de pocos amigos.

Subo para agarrar la orilla para inclinarme hacia arriba pero un descuido que hice caigo empujando al chico, callando encima de él.

Mi corazón empieza a latir demasiado, juraría decir que él también, nuestras respiraciones se juntan, él me mira y yo también lo hago, estamos a pocos centímetros que nuestros labios se rocen, el mira mis labios, miro sus ojos son tan hermosos oh dios que estoy diciendo!.

–Me estas aplastando un testículo te puedes quitar.

Me levanto rápido acomodó mi camiseta y le reclamó. –Eres un idiota como se te ocurrió dejarme caer.

–Me reclamas a mí, que casi me matas callendo encima.

–Idiota.

–No te pongas nerviosa y sube de nuevo.

Vuelvo hacer el impulso y ahora si cruzo del otro lado, Melissa me espera con mi mochila.

Antes de irnos volteó hacia atrás, sus ojos se me hicieron conocidos, se que los he visto en alguna parte.

Un recuerdo me invade nuevamente.

6 años atrás.

–Me gustan tus ojos son hermosos brillan mucho.–Dice la pequeña.

–Y a ti Rendall ¿te gusta mis ojos muñequita?

–Si son muy bonitos–dije feliz.

–Eso espero... son ojos que nunca van a olvidar y tendrán la dicha de recordarme.–El tipo sonríe.

Olvido el recuerdo, un escalofrío llega por todo mi cuerpo, volteó de nuevo hacia atrás, tomo una bocanada de aire y quito esa maldita idea.

Sigo mi camino con Melissa, es te día será largo y presiento que no será algo bueno.

RENDALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora