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Rendall.

–¿Que haces aquí?–preguntan detrás mío.

No, mal momento para descubirme.

Trago saliva es Ethan –Yo, bueno estaba... eh pues–que digo–Que te importa, más bien que haces aquí.

–Es fácil–se encoje de hombros–Te seguí.

–Me seguiste y lo dices así.

–Ni modos que lo niegue–de su hombro se descuelga mi mochila–Ten se te olvidó.

–Iba a regresar por ella–tomo mi mochila.

–Si claro ibas a regresar, según tú ¿cuando?, ¿cuando te acordarás?–pregunta.

–No te incumbe.

–Dime que quieres revisar las cámaras de seguridad–dice pensativo–Porque si me lo preguntaras, a mi también se me hizo sospechoso que nadie lo hiciera.

–Sí.

–Sabía que por eso habías venido al instituto, ya que no habría otro motivo para venir–se adelanta a las cámaras.

Teclea algunas cosas o ya lo había hecho o es bueno en esto, veo los movimientos rápido que hace–En que más será bueno– No! Quito ese pensamiento, en que estoy pensando; realmente algo me afecto estar en el hospital.

De verdad porque lo miro tanto, no me deja poner atención a la pantalla. Tiene unas facciones que cualquier chica estuviera loca por tener un hombre atractivo, cada vez que teclea, las venas se le marcan, Ya por favor.

–Listo–dice sacándome de mis pensamientos–Ven a ver esto.

Rápidamente me fijo en la cámara que apunta exactamente a la entrada, en la otra apunta al estacionamiento y el otro por una calle.

–Mira desde ese punto de la calle–me señala Ethan.

Se ve un carro realmente viejo pasando por la calle que va hacia el estacionamiento del instituto.

–Ahora mira aquí–me señala otro punto.

El carro se detiene estacionado en la entrada, espera unos minutos, una chica sale asustada! es Isadora!, un tipo enmascarado baja rápido y la alcanza antes que toque la puerta de nuestra escuela.

La toma del cabello metiendo a la fuerza a Isadora en el carro, mientras ella lucha y el tipo la golpea, le cierra la puerta.

–Hijo de puta, mil veces hijo de puta, miserable–Ethan empieza a maldecir.

El tipo asqueroso entra al carro y nose cuanto tiempo pasa, imaginar la tortura que está viviendo Isadora dentro.

–Estas bien Rendall, podemos parar–me habla Ethan –Estas llorando.

Ni siquiera me había dado cuenta, me limpió mis lágrimas–No, algo tiene que haber en esos vídeos.

–Esta bien.

El tipo abre la puerta, bajando el cuerpo desnudo junto a unas cuerdas.

–Adelantalo un poco más–digo y me obedece.

El tipo sube al auto, veo las placas (Londres X13-S2R), me lo repito nuevamente.

–Toma guárdala muy bien–Ethan me entrega una memoria–La necesitas.

–Gracias.

–Se escucha desagradable el "gracias"–enarca una ceja.

–Menos mal.

–No sonrías, los demonios se ven terriblemente mal–sugiere divertido.

No había dado cuenta que sonreía, hace mucho que no lo hacía.

RENDALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora