《Sin la desesperación, no hay esperanza. Si el resplandor de la esperanza alumbra tus ojos cada día, ¿Qué es lo que te desespera?
Oh, boy, eres una navaja filosa con mango de azúcar, una bomba de tiempo, tu paciencia de acaba y ¿Acaso alguien sabe...
𝙋𝘿: A la escritora le fascinan los gatos, tiene dos
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El animal se remueve inquieto y menea la cola como un tic, ella lo observa y escucha los maullidos urgentes del minino
-'Perate wey, 'toy cagando- escucha otro maullido -¡Siempre me acompañas al baño y justo hoy que estoy cagando se te da por salir!
El felino maulla otra vez y parece rendirse, ella observa con una mescla de sorpresa y diversión como el animal se agacha levemente y el ruido del pis se hace presente, entonces ahí están ambos, dueña y gato, defecando y meando juntos
Luego de un rato ve como el minino termina y camina por el baño, intenta cazar una polilla diminuta en vano e intenta comer una pequeña araña, que su dueña le grita que no lo haga y no lo hace
Se le ocurre la gran idea de subirse al estante de cremas y olfatear todo, luego se agazapa levemente y la chica sostiene un lado del lavabo, el gato salta a un extremo mientras su dueña sostiene el otro para hacer equilibrio y que no se caiga la cabeza. Luego vuelva a saltar está vez en el techo el alto mueble blanco y olfatear otra vez
-¡Puta madre, Mochi, al menos déjame limpiarme el culo- exclama ella mientras toma papel higiénico
Se levanta de golpe cuando el gato da vuelta y su cola choca con una botella, por suerte de plástico por qué no llega a tomarla en el aire y cae al piso, mientras observa la botella en el piso, otra mas le cae en la cabeza y luego observa a su gato que la mira a punto de tirar algo con su cola
Esta vez y atrape el objeto, que para su mala suerte se le ca la tapa apenas encajada y vierte un líquido que supone es perfume de piso. Insuficiente con eso se da cuenta que ha pisado el pis reciente de su hijo, suelta un quejido cómo si la estuvieran estrangulando y se quita la sandalia afectada
Con algo de esfuerzo y puntitas loga tomar a su gato y lo lleva con ella afuera apenas se sube el pantalón
-¡Gracias, Mochi, ¡Ahora tengo que limpiar tu pis y levantar el desorden!
