Ultima Esperanza → Lawlu

Cap. 6 - Robin

Luffy aun se encontraba en su departamento, estaban contando anécdotas en la sala mientras tomaban una copa de vino. El menor le estaba siendo sincero con respecto a su situación familiar, Law no sabía cómo abordar esos temas, Corazón era su mundo y gracias a él estaba vivo hoy en día. Pero el tiempo en la mansión Donquixote fue algo que no disfruto.

— Y luego un día en ese orfanato cuando tenía cinco años llegó este anciano para decirme que era mi abuelo y me llevaría a casa con mi familia.. —dijo el menor mientras observaba el vino— Tenía tres años cuando mi padre, Dragon, me dejo en ese lugar y dijo que regresaría —la sonrisa que lanzó decía más que sus palabras, sarcástica— Makimo solía consolarme los primeros días, pero luego me resigne, ella dice que fue difícil de ver como un día solo deje de llorar sentado en las escaleras del orfanato. El viejo llega y me lleva a una casa con un Ace de siete años, diciéndome que era mi hermano mayor. ¡No me lo creía!

Law le da un trago a su copa y observa detenidamente cómo el menor se limpia debajo de los ojos.

— ¡Ace de siete años era un demonio! —asegura Luffy— Tu lo ves todo educado hoy en día, pero en ese entonces no tenía respeto por nadie. —su sonrisa era brillante en ese momento— Me hizo la vida imposible por varios meses y luego llegó Sabo, y todo se volvió no perfecto, pero ya no era tan malo porque los tenía conmigo.

El tatuado tomó la caja de pañuelos que estaba en la mesita de luz a sus espaldas y se la pasó a Luffy.

— Gracias —el menor se limpio ambos ojos— ¿Cómo fue tu infancia con Corazón?

— Ahhh... —lo tomo desprevenido.

— Perdón ¿quieres contarme? —murmuró por lo bajo, Luffy era demasiado curioso que a veces olvidaba que algunos temas eran delicados para algunas personas.

— Él es el mejor padre adoptivo que pude haber tenido —dijo después de unos segundos— Nadie se atrevía a adoptar un niño enfermo, pero él lo hizo y no paró hasta que me curara. Siempre le estaré agradecido...

Luffy sonrió con cariño, podía imaginarse lo que pasó Law.

— ¿Cómo se tomó cuando te independizaste? —decidió cambiar de tema.

— Mal —dijo con simpleza— Lloro mucho cuando le di la noticia, mientras me ayudaba a buscar lugar, cuando estaba empacando y el día de la mudanza fue el peor.

— ¿Solo lloro? —le picó Luffy mientras dejaba su copa vacía en la mesa del centro.

Trafalgar río un instante y luego dijo:— No

La conversación siguió, amena, tranquila, íntima. Como una pareja que se sentaba a platicar sus sentimientos más íntimos por primera vez, desnudando su corazón. Cerca de la media noche Luffy murmuró que debía de irse y Law se ofreció a llevarle a casa.

El mayor quería que se quedara, pero no podía obligar, el menor tenía trabajo al día siguiente.

El Dr. agradece haber ingerido solo una copa de vino ya que las cosas terminaron de esta manera, el conduciendo a altas horas de la noche para llevar al menor a su casa. La ciudad no estaba tan concurrida como creería que sería, pero debían de tener cuidado.

Contrario a lo que creyó Luffy no se quedo dormido en ningún instante podía sentirlo mirando su perfil todo el tiempo, en una luz roja y pudo girar a ver al menor, esté solo le dedico una enorme sonrisa y Law un guiño.

— Verde —señaló con su dedo la carretera.

Law puso en marcha de nuevo el vehículo, después de cinco minutos se estacionaron justo en frente de la casa del menor. Apago el motor y miro a Luffy quien se incorporaba despacio de su lugar y comenzaba a quitarse el cinturón.