Capitulo 1: Un nuevo nombre

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—Eres una inútil— el primer golpe fue recibido por una de mis mejillas. Dolía, me dolía la cara por tantos golpes recibidos la última semana

—Lo siento— sentía el sabor de la sangre en mi boca. Mis manos tiemblan y mis ojos luchan por no llorar porque se que será peor

—Largate de mi vista antes de que decida acabar con tu mísera existencia— asentí y salí por la deteriorada puerta de madera

Tan solo dí unos cuantos pasos cuando Katerine se tropezó conmigo. Su mirada de lastima me dió a entender lo fatal que me veía

—¿Qué tan mal estoy?— intenté con todas mis fuerzas hacer una sonrisa forzada pero salió mal

—Vamos, te voy a curar esas heridas y tú me contarás que paso para que terminaras así— resople y asentí

Luego de una larga curación y pañitos tibios por fin había terminado

—Se te hinchará el ojo pero estarás bien— asentí

—Se que quieres una historia larga y extensa de lo que pasó pero solo tengo la verdad. El hijo de Bruno estaba robando a una mujer, parecía una turista... Yo quería ignorar la situación pero fue realmente imposible, no solo la quería robar también quería hacerle esas cosas malas que hacen las mujeres del último piso— tome aire y continúe —Me acerque y lo amenace, él por supuesto no lo tomo bien y me golpeó, como la mujer estaba inconsciente no podía ayudarme así que luego de darme una paliza tomo el dinero de la venta de hoy y me arrastró por todo el camino hasta la casa. El resto ya lo conoces

—Debes dejar de ser una metiche TT, un día no será solo una paliza, no quiero que ese hombre te haga daño. Tu y yo somos lo único bueno que tiene este lugar... Solo espero poder salir de aquí lo más pronto posible y que sea junto a ti.

—Katerine, ¿Realmente crees que podamos irnos?— ella asiente con alegría

Tras sentir el frío de los paños tibios que me había hecho Katerine me levanté de la pequeña silla que había en el baño y salí de allí ya un poco más animada

—Cuidate T

—Tu igual K

Salí una vez más de la casa ya con mercancía nueva y una deuda extensa por el robo del idiota. Odio a ese infeliz

Tras un par de minutos de estar caminando por la zona me encontré con clientes potenciales. Estaba apunto de acercarme a ellos cuando un balón de voleibol casi me deja sin brazo. Voltee a mirar en dirección a la cancha y unos niños que obviamente son mayores que yo me miraban con cara de "Por favor perdonanos"

—¿Estás bien? Te pido disculpas por eso, mis amigos son unos bruscos— el muchacho de ojos café y cabello ondulado me miró con preocupación el rostro. Recordé que seguramente estaba toda hinchada y con la cara amoratada por los golpes

—Estoy bien— me límite a responder

Al darme cuenta que mis clientes se habían ido decidí solo irme y dejar mi tarde libre por ahora, necesito descansar con urgencia

Solo soy una niña de 7 años, no tengo padres y toda la familia que conozco es Katerine, trabajo desde los 5 años bajo la supervisión de algunas mujeres dedicadas al placer de los hombres, al menos si ese es un nombre decente para llamar a esas mujeres

Por la evidente oscuridad de las calles puedo notar lo tarde que es y lo rápido que se pasó el tiempo. Arrastrando los pies doy marcha rumbo a la casa donde puedo dormir

—¿Estará bien?

—No, creo que la mataron...

—¿Que?

—Alguien llame a la policía... O una ambulancia

Un grupo de personas se encontraba al rededor de un cuerpo en la calle. Solo por curiosidad me acerque sin tener la menor idea de quién era o porque estaba allí

—No...— mi voz se corta, mis ojos arden y mis latidos se aceleran —Kate... Katerine

Mi voz es como un hilo, intento acercarme pero alguien sostiene mi mano y no me permite seguir

—¡Katerine por favor despierta!— me safo del agarre en mi brazo y corro hasta su cuerpo... Está fría, la calidez que había en sus manos mientras me curaba las heridas ya no estaban... Se habían ido

—Niña alejese de ese cuerpo— me negué a escuchar como las personas se referían a mi única familia, a la que siempre quise como una mamá

—K, por favor despierta, dime qué es una broma y no me enojare. Por favor, yo te necesito— las lágrimas no paraban de fluir

—Ven aquí pequeña— unos brazos me envolvieron en un abrazo reconfortante —Todo estará bien, te lo prometo...

Me sentía debil, la perdida de mi única familia me estaba quebrando por dentro. Estaba muerta en vida, mis ojos comenzaron a cerrarse y pronto ya no pude mantenerme despierta

—¿Saben algo de ella? ¿Su nombre o edad?

—No, al parecer es huérfana, servicios infantiles vendrán por ella en un rato

—Yo quiero adoptarla...— susurros a mi alrededor me hicieron despertar. Lo primero que ví fue una mujer alta con un cabello muy similar al mío

—¿Dónde estoy?— sentí la garganta seca al hablar y una ganas inmensas de llorar al recordar lo que sucedió

—Hola cariño— la mujer se acercó y me tomo la mano —Mi nombre es Jessica, pero tú me puedes llamar Jessi. ¿Me dirías tú nombre?

—No tengo nombre, todos me llaman TT o solo T— su mirada tenía un brillo indescriptible

—¿Que te parece si tú nombre es Tatiana?— arrugue las cejas y negué —Entonces Thaliana

Me rei y volví a negar

—Tamara— susurré

—Es un nombre muy lindo— asentí, eso era lo único que sabía sobre mi madre. Tamara Lacrox

—Bueno cariño, por ahora descansa. Yo me encargaré de que esté bien de ahora en adelante— la mujer salió de la habitación mientras yo me quedé pensando en todo lo que había sucedido

¿De verdad mi vida sería diferente? ¿Y si van a buscarme? Tengo miedo. Sin Katerine no soy nada...

Eso es todo por el capítulo de hoy
Pronto subiré nuevos capitulos

Maldito Romance: Amor Prohibido (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora