- veintinueve.

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— Está hermosa, gracias Indi. - dice Cloé mirando la torta que me pidió que le haga. — Tengo a la mejor cuñada del mundo. - me abraza.

— Gracias Cloéchis, pero no es mucho eso.

— Para nada. - me mira. — A comparación con la ex de mi hermano, no te llega ni a los talones. - me dice y me tomo muy por sorpresa. — Lo engaño con un compañero del club cuando jugaba en Rafaela, él estaba recién arrancando su carrera como futbolista antes irse a Tigre lo engañó y meses después se enteró, le mintió muchas veces, estaba con Lucas por interés propio, usaba su relación para poder llegar a ser alguien "famosa". - me dice. — Por eso se separaron, va, mi hermano la dejo.

— !No lo puedo creer! - digo realmente sorprendida. 

— Es más, intento alejar a mi hermano de nosotras, y de sus amigos por celos, jamás se llevó bien con los amigos de Lucas y intento cogerse a uno pero vos los conoces, son muy leales a Lucas tienen una relación de hermandad muy fuerte.

— Con razón Lucas no la quiere ni ver. - Cloé asiente.

— Por eso te digo que ella no te llega ni a los talones, vos sos la novia perfecta para él, lo cuidas, lo entendés, se complementan mutuamente. - me dice.

— ¿A qué se debe todas estás lindas palabras? - ella sonríe.

— Nunca está demás decirle cosas lindas a las personas que uno quiere.

— Pero que tierna mi cuñis. - la abrazo yo está vez.

Se quedó a tomar mates, mientras hacíamos un biscochuelo para acompañar, Cloé puso música no tan alta pero para no estar en silencio.

Mañana vuelvo al Predio, extraño ese lugar, extraño estar con los muchachos y además estar en el día a día.

Escucho el ruido de llaves y veo a Lucas entrar, no vino después del entrenamiento porque estuvo con sus amigos, cada tanto se juntan a almorzar o/a pasar la tarde juntos.

— Hola mi vida. - me da un beso, para después dejar la mochila en la silla.

— Hola amor. - le digo. Aparece Cloé.

— Uh ya vino, no vamos a poder seguir cuereandolo. - dice jodiendo.

— Con razón me ardía la oreja. - dice.

Suena mi celular, veo que es un mensaje lo miro por arriba nomás, es Lucia otra vez.

La verdad que no me interesa tener trato con ella, después de todo lo que pasó cuando estábamos juntos así que lo único que me sale hacer es ignorarla por mi bien, por el bien de Indiana y de nuestra relación.

Invite a cenar a Indiana, hace mucho no salimos a pasar tiempo juntos, casi siempre estamos en el Predio o en su casa o en la mía.

— Te paso a buscar a las 9. - le digo antes de irnos con Cloé.

— Bueno, te espero. - me dice sonriendo. Le doy un beso, se despide de Cloé y nos vamos.

Dejo a mi hermana en la casa de mi mamá, y yo me fui a mi casa a bañarme básicamente a prepararme para ir a cenar con mi novia.

Escucho que suena mi celular y era un mensaje de Lucia, me llamo la atención lo que decía y entro al chat. Básicamente me estaba pidiendo ayuda porque se le quedó el auto en la ruta y no tiene como volver a su casa.

Pensé si ir o no, pero termine yendo a dónde estaba, quizás este mal lo que estoy haciendo.

— Hola, pense que no ibas a venir. - dice apenas me ve.

— Hola. - digo. Me dice por dónde es su casa y la llevo.

— Gracias, lu. - dice tocandome la mano, la miro y ella sonríe.

— ¿Tu auto va a quedar allá? - pregunto.

— Ahora le digo a mi tío que se lo lleve, el vive cerca de donde quedó. - dice.

— Okey, chau. - le digo y se baja.

Ahora sí, fui a mi casa, de por sí ya estaba contra reloj apenas llegó entro a bañarme me visto rápido y salgo para la casa de Indiana.

— Perdón que llegue un cachito tarde es que fue Fidel a casa y se nos pasó el tiempo. - le digo apenas me abre la puerta.

— Está bien, igual todavía me tengo que cambiar. - dice. — ¿Me bancas un ratito?

— Obvio mi amor. - digo, ella se va a la habitación y yo me quedo en la sala.

Me siento horrible por mentirle pero no le puedo decir en dónde estuve realmente, no la quiero hacer sentir mal.

— Ya estoy. - dice apareciendo. Tenía un vestido que le quedaba precioso, bueno, en realidad todo lo que se ponga le queda hermoso.

— Estás hermosa mi vida. - le encajo un beso.

— Vos tampoco te quedas atrás. - dice mirándome.

Nos fuimos al restaurante, pasamos una hermosa cena, la noche está muy cálida.

Después fuimos al puente de la mujer, caminamos un rato por hay, compramos helado y nos sentamos en uno de los bancos.

Charlamos de todo un poco, nos reímos mucho también, extrañaba pasar tiempo así con ella, en poco tiempo se volvió mi cablecito a tierra, y es increíble que con su mirada o una sonrisa me da vuelta el mundo por completo.

Cenizas | Lucas Blondel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora