Empecé a sentir como unos brazos me rodeaban por la cintura y cómo su cabeza se acomodaba en mi pecho, al abrir los ojos pude notar que todavía estaba dormida, por lo que solo le acaricié el cabello hasta quedarme dormida de nuevo.
El sonido de la alarma era como el molesto zumbido de un mosquito en la noche interrumpiendo un bello sueño, al apagarlo, la luz solar brillaba por la ventana, tan ardientemente que fácilmente lastimaba la vista.
La vi durmiendo plácidamente por lo que evité cualquier movimiento brusco, mi brazo estaba adolorido sin embargo sé que había valido la pena.
Al salir del baño Jaidee se encontraba en el filo de la cama sentada y mirando el vacío, cualquiera que viera la escena que estoy presenciando seguramente darían por hecho que el cuerpo de aquella chica se encontraba sin alma alguna, adormilada e hipnotizada por alguna cosa, ya sea por una reflexión profunda o por el simple hecho de no haber despertado del todo.
Buenos días –dije cerrando la puerta tras de mí mientras secaba mi cabello con una toalla- ¿Dormiste bien? –Pregunté al ver que ya había captado su atención haciéndola salir de ese viaje ancestral al que estaba sometida-
Eh? –Dijo mirándome como si no supiera que había dormido aquí- oh si, muy bien ¿y tù? –se levantó de la cama de un salto algo alterada-
Excelente –respondí junto a una leve sonrisa-
Me termino de arreglar rápido y luego bajamos a desayunar –agarró una toalla blanca con un impreso de tres gatos; uno gris, y dos naranjas con una pequeña diferencia, uno tenía la nariz blanca y el otro la tenía anaranjada, después caminó hacia el baño con cierta prisa-
No tienes que apurarte demasiado, podremos llegar perfectamente a tiempo –dije mientras peinaba mi cabello negro y lo agarraba con una vincha negra con diseños rojos en ella-
Cuando terminé de arreglarme, bajé por las escaleras notando una sombra en la cocina que se movía con cierta dificultad, pronto me llegó cierto olor delicioso a mi nariz haciendo que mi estómago aclamara por probar de aquella delicia que desprendía un olor tan delicioso.
¿Puedo ayudar en algo? –pregunté sobresaltando levemente a la dueña de la sombra, quien me regaló una dulce y materna sonrisa-
Buenos días mi niña – dijo ella con cierto carisma que tanto la caracterizaba- por supuesto que no, ya solo falta servir y preparar un poco de café –dijo ella agarrando una bandeja grande-
Entonces si puedo ayudar en algo –empecé a servir la comida mientras la señora trataba de convencerme que ella podía sola y que debía sentarme- debería ponerse cómoda mientras termino de servir, créame no me molesta ni un poco ayudarla, además siento que debo hacer algo, sino estaré muy aburrida –me excusé dejando los platos y llevándola a la mesa del comedor- ya traigo la comida.
Serví la comida y al terminar de colocar la última taza de café, veo cómo Jaidee baja apresurada por las escaleras con el uniforme universitario.
Dije que no había prisa –recalqué al notar como su uniforme no estaba totalmente ordenado-
Pensé que era más tarde –dijo ella terminando de arreglar su uniforme y algo sonrojada, lo que me pareció de cierta manera tierna-
Y yo dije que aún había tiempo, aún si nos atrapa el tráfico, llegaremos a buena hora –me senté en la mesa a la par de ella-
Okey, ya entendí –rio levemente mientras empezaba a comer-
Esta deliciosa la comida –dije mirando a Malee-
Muchas gracias hija –respondió ella al alago con cierto entusiasmo- espero vengas más seguido así podrás disfrutar de mis platillos –me guiñó un ojo de forma cómplice-

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Golden Squirrel
CasualeEvelyn es una chica ecuatoriana que se ha mudado a EEUU, y que gracias a su inteligencia, astucia y carácter ha logrado construir su propio imperio, es la jefa de una de las más grandes y poderosas empresas del país, sin embargo no es lo único que e...