La noche cubría con su silencio la pacifica habitación, a mi lado dormía profundamente el humano que he deseado por más de un siglo, su rostro reflejaba relajación, tan pacifico, inmutable como si ni siquiera el más mínimo de los ruidos fuese a ser lo suficientemente ensordecedor para perturbarlo de sus sueños, no podía apartar la mirada de él, era una extraña sensación, desde que lo conocí aquella primera vez... está inmensa sensación de mirarlo no se apartaba en ningún momento.
Pero aunque la noche era sagrada para los vivos en cuanto a descansar se trataba, para los muertos como yo solamente significaba una sola cosa, sonreí levemente y mis dedos se atrevieron a ir hacia sus hebras oscuras, enterré cada digito en el espesor de su cabello sintiendo la suavidad del mismo y el como era tan ligero como una pluma, peine un par de veces deslizando mis dedos por ese hermoso cabello negro y no pude evitar mirar hacia la ventana descubierta, encontrándome con la tenue luz blanca que poco a poco iba tornándose de un tono más oscuro. Detuve mi mano, estática en su cabeza, sintiendo emanar de su cuero cabelludo ese calor tan suave de su cuerpo.
La luna estaba en su punto más alto, la luz se había comenzado a tornar un poco más rojiza, relamí mis labios, sintiendo como mi boca poco a poco salivaba cada vez más, y un indescriptible apetito me invadió el paladar, y pronto la sensación del cálido y espeso liquido rojo invadió mis papilas gustativas, el deseo de mi cuerpo por obtener alimento me hacía cosquillas por doquier, necesitaba comer, necesitaba sangre.
Mire al espécimen que dormía a mi lado, y de inmediato mis colmillos picaron ansiosos por enterrarse en esa perfecta piel sin rastro alguno de marcas, una piel tan virgen que deseaba ser perforada por mis colmillos para terminar por completo con su pureza, pero no, debía controlar mis más bajos instintos, necesitaba hablar con él, pedirle que me dejará morderlo, decirle que lo haría uno de los míos para que permaneciera el resto de la eternidad a mi lado como mi compañero, ese es mi más grande anhelo.
—Belladona —murmure por lo bajo y volví a pasar mis dedos por su cabello, jalando levemente algunos mechones para incitarlo a despertarse—, despierta, belladona —le ordene con voz suave, casi como una súplica, su cuerpo se removió levemente y un sonido de queja se escapo por su garganta—, despierta...
Pedí una ultima vez, y eso fue más que suficiente para que él abriera esos hermosos orbes oscuros, parpadeo un par de veces antes de elevar levemente su cabeza de la mullida almohada, su mirada fue a dar hacia mí y me regalo una pequeña sonrisa sin mostrarme las blancas perlas de su boca, más yo no correspondí a ese gesto.
—¿Qué ocurre? —pregunto, para después abrir lo más que pudo su boca para soltar un largo bostezo—. ¿Qué hora es?
—Es la hora en que las criaturas nocturnas salen a comer —dije y él frunció ligeramente el ceño.
—¿Qué?
—Tres de la mañana, belladona —él se incorporó un poco, sentándose en la cama.
—¿Tres de la mañana? —di un asentimiento—. ¿Por qué te despiertas a esta hora?
—No me despierto —dije en respuesta—, no tengo hora de dormir, no puedo siquiera dormir, no lo necesito —Yoongi parecía extrañado con mi respuesta, así que no tardo en soltar una risa corta.
—Deja de jugar, Jimin —me contesto como si estuviera en verdad jugándole una broma—, todos necesitamos dormir, claro que —sonrió con leve burla—, si fueras una de esas criaturas nocturnas —hizo comillas con los dedos—, entonces te creería.
Puede que sus palabras hayan sido inclusive ofensivas hacia los de mi especie, o en mi persona, pero no importaba porque sé que él no sabe lo que realmente soy, pero claro debía demostrárselo, y lo haría, mire hacia el frente, la luz de la luna estaba a poco de convertirse en roja, no faltaba mucho tiempo, tenía que darme prisa antes de que mis instintos me controlasen por completo. Quite las sabanas de encima de mis piernas y me dispuse a sentarme en la orilla bajo la atenta mirada de mi belladona, en cuanto lo hice, camine dándole la espalda, y apenas sintiendo el frío del suelo bajo las plantas de mis pies, me dirigí hacia la ventana.

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It's Halloween || JimSu ||
FanfictionHace mucho tiempo cuando la oscuridad reinaba por cualquier rincón del mundo, las criaturas nocturnas eran quienes reinaban, monstruos ocultos entre las sombras, las amenazantes ramas secas del otoño haciendo los bosques más espesos, aullidos de cri...