Capitulo 4

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Alubarna, Alabasta

Toque la puerta de los aposentos de mi padre, sin una clara respuesta decidí entrar abriendo lentamente el gran pedazo de madera.

- Padre, soy yo.

Entre por completo viéndolo en cuclillas frente al altar que brillaba por las velas que llenaban aquella mesa con un par de fotos de la madre de viví.
Entre despacio sin interrumpir sus rezos.

- Querida hija, que gusto verte antes del gran baile.

Me coloque a un lado de él.

- No te haría daño tener una foto de mamá ahí sabes.

Dije sarcástica provocando un bufido por parte del mayor. Sonreí ligeramente antes de levantarme.

- El plan está en marcha, el químico puesto en la carta de invitación deberá hacer reacción a la hora de apagar las luces. Al menos alguno de los Que implanto el polvo de baile será atrapado esta noche.

Hice una reverencia retomando mi camino.

- Te comportas como toda una gobernante

Reí e hice una reverencia.

- Su alteza

Le lance un guiño antes de salir por completo de la habitación.
Estire mi cuerpo dejando que un largo bostezo llenara el eco de los pasillos.

" Sera una noche larga"

Horas mas tarde.

- Presentamos a la Princesa Charlotte Nefertari, futura monarca de Alabasta.

Entre al gran salon caminando lentamente, me espere al final de aquellas largas escaleras a que anunciaran a mi hermana.

- Presentamos a la princesa Vivi Nefertari

Una ronda de aplausos aclamaron su entrada, era verdad que era muy querida entre las multitudes.
Mientras ella salía a conocer los pueblos y la vida que llevaban los aldeanos, yo era mas reservada; dedicándome a proteger desde las sombras.
Levante una mano esperando a ser acompañada por la menor.

- Que bonito se le ve el vestido majestad

Susurre guiñándole un ojo a la menor provocando un ligero sonrojo en sus mejillas.
Las trompetas reales empezaron a sonar indicando la entrada del rey.

- Presentamos a su majestad, el Rey Nefertari Cobra

Los aplausos y ovaciones de Los presentes inundaron el salon dejando una sensación cálida en el aire.

"Algún día yo también me ganare el corazón de mi gente"

- Mis adoradas hijas

Mi Padre nos dio un beso a cada una en la mejilla.

- Amigos...

Se colocó frente a nosotras dirigiéndose a la multitud.

- es un gusto tenerlos aquí reunidos acompañándonos en esta bella noche. Beban y coman cuanto gusten, esta noche es para celebrar.

La Oveja Negra Del Desierto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora