BSD Tesine

•Prologo•

Una taza de chazuke, una ciruela encurtida y el pollo que sobró de la noche anterior, se añade agua caliente a todo y se agrega una salada alga picada. Pensó en su exquisito sabor, preparó tantos a escondidas en la cocina del orfanato.

El chico de cabellera blanca habia sido expulsado de su orfanato, y ahí se encontraba, solo, sin hogar ni comida ni dinero, estaba apunto de morir de inanición, o eso fue lo que creyó hace unos 7 minutos atrás. Ahora se encontraba comiendo unos deliciosos platos de chazuke que había invitado su contrario.

-Entonces... ¿Cómo dijiste que te llamabas?

-Soy Nakajima Atsushi, un placer- hizo una leve reverencia mientras seguia comiendo.-¿Y usted?

-Nakahara Chuuya- sonrió -¿Te gustó la comida?- juntó ambas manos mientras apoyaba su cabeza en ellas.

-Esta deliciosa, muchísimas gracias Nakahara-san.- terminó de comer, lo miró con una sonrisa -salvó mi vida, estoy muy agradecido- Atsushi desvió la mirada algo apenado, su contrario seguia mirándolo -Tras dejar el orfanato y venir a Yokohama, no tenía qué comer ni mucho menos donde dormir, creí que moriria de inanición.

-Entonces provienes de un orfanato...- susurró para si mismo, pidió la cuenta a la mesera con una seña y continuó- Debes de tener cuidado allá afuera niño, escuche que hay un especie de tigre por la zona- Atsushi se estremeció y él lo notó. -¿Qué sucede? Acaso, ¿Lo haz visto?

El chico pensó un poco antes de hablar -El tigre destruyó mi orfanato. -el otro se sorprendió -Arrasó con las cosechas, el gallinero y la bodega...Nadie murió, pero el orfanato estaba muy corto de dinero, me echaron para tener menos bocas que alimentar.- "desgraciados" susurró  el pelinaranja -De hecho a veces siento que el tigre come hombres me persigue...- miró a su contrario -...O quizás solo sea paranoia- rió nervioso.

Atsushi creyó haber escuchado la voz de su director, recordaba cada palabra de lo que le dijo esa vez que lo echo, su cara comenzó a demostrar tristeza. La mesera llegó con la cuenta de los 16 platos de chazuke, Chuuya pagó apenas, luego ambos se retiraron del local, se quedaron afuera charlando un rato.

-Nuevamente agradezco mucho por lo que ha hecho.

-Si, no te preocupes...... Adiós- el de cabellos blancos se despidió también, le dio la espalda y continuó con su camino mientras Atsushi lo miraba alejarse.

Poco a poco se iba alejando, ¿Enserio pensaba dejarlo ahí, solo? Miró rápidamente hacia atrás, vió que el chico seguia ahí e igual de rápido miró al frente, ¿Pero en que estaba pensando? Apenas era un niño huérfano que no tenia a donde ir y mucho menos dinero, incluso casi muere de inanición.

-Mi conciencia no me dejará dormir- susurró mientras daba un largo suspiro -Espera -gritó lo suficientemente alto para que lo escuchara, Atsushi lo miro atentamente -¿Te gustaría...... quedarte conmigo un tiempo?

-......- no se esperaba en absoluto esa propuesta -¿De verdad?

-Si, ya sabes, con un tigre rondando dudo que sea buena idea que te quedes aqui, solo.-

-Si!- no pudo evitar mostrar una gran sorisa en su rostro -No sé que decir, muchas muchas gracias.

El pelinaranja decidió llevarlo a su hogar, en el camino hizo unas pocas paradas para comprar la comida que le hacia falta, Chuya intentaba conversar con el chico, tenía la curiosidad del porque un orfanato seria tan cruel como para echar a un niño, Atsushi no queria hablar mucho del tema por ende lo evitaba y de un momento a otro pasaron de hablar del orfanato a cual era su postre favorito y el porque. El peliblanco preguntó a que se dedicaba su contrario, este solo se limitó a cambiar de tema diciendo que ya habían llegado a su destino.