BSD Tesine

•4•

Rashoumon

Se escuchó una fuerte toz de un hombre de cabello negro con mechas blancas, que vestia una gabardina negra, se encontraba en la única salida del callejón.

-Temánle a la muerte...- habló

¿Qué esta pasando? Pensó Atsushi

-Temánle a la matanza...- se acercaba lentamente

¿Quién era? ¿Él había hecho eso? ¿Acaso ese sujeto acaba de matar a tres personas en segundos? continuó.

-Quienes desean la muerte...la obtienen...- estaba lo suficientemente cerca como para poder reconocelo.

Imposible. ¿Él era...Akutagawa?

-...También los que lo evitan...

"Si te lo encuentras... Debes alejarte inmediatamente"

Recordó las palabras de su mentor, era más que evidente que Akutagawa era peligroso. Debía irse, ahora. Pero ¿Cómo? Si estaba paralizado.

-Ahora...- saco de su gabardina negra una fotografía, la miró y luego miró a los dos sujetos frente a él. -¿quién de ustedes es el doble informante?

Su única pista del tal doble informante era aquella fotografía, en la cual se distinguía cierta parte de la vestimenta de este, en específico los colores. Para la mala suerte de Atsushi, tanto él como el otro hombre, ahora, un par de pasos atras de él, vestian con los mismos colores.

-¡E-es él! ¡Es él!- dijo el sujeto, mientras apuntaba, tembloroso.

-¿Qué...?- ¿Que estaba diciendo? ¿Por qué estaba haciendo eso? -No yo...

Buscaba algo con que defenderse de la acusación, pero nada salía de su boca. Tenía miedo, sabía que debía irse de inmediato.

-¡Rashoumon!

Al ver, lo que parecia ser parte de aquella bestia negra, ir hacia él, colocó sus brazos en forma de "x" frente su cabeza, protegiéndose. Se preparó para el impacto. Pero aquel impacto jamás llegó, puesto que poco antes de llegar al chico se dobló en dirección del hombre que estaba a su lado, matándolo.

Ni un solo grito se escuchó de parte de él, fue un ataque certero al cerebro, las gotas de sangre manchaban las ropas del señor junto al piso. Atsushi solo se limitó a verlo de reojo, aterrorizado.

¿Qué estaba pasando?

Su miedo de que lo atacara fue tal, que retrocedió cayéndose. Ya en el suelo comprendió que solo queria asustarlo, puesto que su verdadero objetivo era matar al otro hombre. Atsushi, temblaba, no entendía que estaba sucediendo, tenía miedo, debía salir, debía moverse, no quería morir y estaba seguro que si se quedaba ahí lo haría.

-Quiero que me digas...a quién le has dado esa información...

¡¿De qué estaba hablando?! ¡No era el doble informante!

-...yo...no...- no lograba articular palabra alguna.

¿Que se supone que debería decir? ¿Debía decir que enrealidad no lo era y ¡puf! adiós vida?

-¿Le has dicho a alguien?...- hartó de la falta de respuesta, habló irritado. -dime: si o no...

-No, no.- tartamudeaba, temblaba, lograba sentir sus fuertes latidos en su garganta.

-Entonces...no me eres útil...- contestó molesto. Fue un desperdicio de tiempo.

Nuevamente una parte de la bestia se dirigía hacia él, esta vez de seguro lo mataría. Tomó la misma posición de defensa que antes, esperando el golpe. Estaba perdido, de seguro moriría. Lo que alguna vez fueron dos brazos ahora se convirtieron en dos patas de tigre, los cuales le protegieron del ataque de Akutagawa. Este, por otra parte, quedó desconcertado al ver como su rashoumon retrocedía.