— Usted, señorita Zareth, venga y resuelva el ejercicio. -Cuando escuché su voz llamándome mis ojos de abrieron de par en par, voltee a verlo mirando su fría expresión es obvio que estaba haciendo esto con intención.
— Disculpe, profesor pero no entiendo ese tema, no creo que pueda resolverlo. -Dije poniendo una excusa, sonreír por mis interiores hasta que escuche su voz nuevamente resonando por el aula.
— Eso no es un problema, puede venir a pasar a enfrente, yo la voy a corregir.-Estoy jodida.
-Me levanté de mala gana de mi asiento dirigiendome a paso lento hacia el pizarrón blanco con el ejercicio escrito, mis manos estaban temblando aún que supe muy bien disimularlo, suspire y finalmente llegué hacia donde el.-
— ¿No piensas darme el marcador? -Se me quedo viendo antes de entregarme el marcador negro el cual estaba entre sus dedos, juraría que hasta lo podría agarrar con la boca solamente por no querer tocar su mano, agarre el marcador rozando sutilmente mis dedos contra los de Sebastian, sintiendo una descarga eléctrica en todo mi cuerpo. Fruncí el ceño y me apresure rápidamente en revolver la ecuación.El verifico mi respuesta, mirando y mirando hasta que por fin habló.-
— Muy bien, buen trabajo Señorita Zareth. -Suspire de alivio, el sonrió y yo simplemente le di la espalda nuevamente dirigiendome a mi lugar.-
-Las horas parecían ETERNAS, su voz explicando los temas y yo centrada en cómo carajos pude volverme a encontrarme con el, los pensamientos empezaron a invadir mi cabeza hasta que una voz me saco de ellos.-
— Oye, Zareth ¿Tienes un lápiz que me prestes? -Era Alex, yo asentí y busque entre mi estuchera, después de unos cuantos segundos le extendí el lápiz a lo cual el me respondió con una amigable sonrisa.— Gracias.
— De nada..Oye, ¿A qué hora salimos de aquí? -Pregunte, Alex pensó y respondió:-
— Pues.. A las 9:30. - Rápidamente busque mi teléfono en mi mochila queriendo verificar la hora, agache mi mirada y cabeza queriendo poder ver mejor sin que Sebastian o algún metiche pudiera ver. -8:03..Falta mucho..
-Alex me miró y soltó una pequeña risa escuchando mi queja, voltee a verlo y sonreí volviendo a centrar mi atención en el celular viendo una notificación de que Alejandro me había mandado mensaje.-
- Lamentablemente mi discreción no era laa suficiente para ayudarme lo bastante para que Sebastian lo descubriera, el dejo de explicar su tema creando un ambiente tenso observandome con ojos de cazador mientras tanto yo aún seguía respondiendo.-
— ¿Sabía que no se deben de usar celulares en clase, señorita? - Maldije por lo bajo lentamente escondiendo el teléfono de nuevo en mi mochila y subiendo la mirada hasta encontrarme con la suya.-
— No se de qué está hablando. -Mentí, su ceja arqueada lo dijo todo.-
— Por favor, no mienta conmigo, señorita..Ahora, deme ese celular, se lo regresaré después de clases. -Ordeno con voz ronca, Sebastian empezó a acercarse a mi con paso felino hasta quedar frente a frente conmigo.-
— Pff, no quiero. -Solte sin pensarlo dos veces, empecé a sentir como las miradas se iban posando entre nosotros creando un ambiente increíblemente INCÓMODO.-
— Es que yo no le estoy preguntando, Zareth, se lo estoy ordenando.- Fruncí el ceño, ¿Quien era el para ordenarme algo?..Bueno, quizás sea ahora mi profesor..Que se joda.- Demelo en este instante sino va a quedarse sin descanso y se quedará en detención conmigo, en mi oficina.
— ...Eso es peor. -Lo mire a los ojos, claramente él ya estaba perdiendo la paciencia, sonreí por lo bajo antes de cerrar mi mochila, sin siquiera entregarle el teléfono.
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365 𝘥𝘪𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳 𝘢 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘳𝘵𝘦
RomantikKeyla, una estudiante de segundo año de universidad siendo pésima en matemáticas en especial el álgebra decide meterse a un curso para poder repasar temas y poder ser mejor en aquella materia, todo sería normal o al menos eso ella era lo que pensaba...