Espíritu Santo, luz divina,
que en el principio de los tiempos
sobre las aguas te movías,
y en la creación del mundo
fuiste el soplo de vida.
Espíritu Santo, fuego ardiente,
que en Pentecostés descendiste
sobre los apóstoles reunidos,
y les diste el don de lenguas.
para que anunciaran al mundo
la buena nueva de Jesús.
Espíritu Santo, consolador,
que en los momentos de dolor
nos das la paz y la serenidad,
y nos recuerdas las palabras
de nuestro Señor Jesucristo.
Espíritu Santo, quía divino,
que nos muestras el camino
hacia la verdad y la justicia,
y nos das la fuerza y el coraje.
para sequir adelante
Espíritu Santo,
amor eterno,
que nos unes a Dios y a los demás,
y nos haces sentir la presencia.
del Padre,
del Hijo y de Ti mismo,
en cada momento de nuestra vida.
¡Espíritu Santo, ven a nosotros,
y llénanos de tugracia y tu amor.
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