Lágrimas de un amor eterno.

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En un rincón oscuro y solitario,
Donde las lágrimas se vuelven compañeras,
El amor se desvaneció en un suspiro,
Y dejó su huella llena de penas.

¡Oh dulce amor, qué cruel eres!
Engañaste mi corazón, como nadie lo ha hecho,
Destrozaste mis sueños, tan efímeros,
Y dejaste mi alma en un eterno despecho.

El amor que una vez floreció con alegría,
Hoy se marchita en agonía y desencanto,
Cada recuerdo es una herida que no cicatriza,
Y en mi pecho solo habita el llanto.

Las promesas de eternidad se esfumaron,
Como el viento que arrastra las hojas secas,
El sueño de un amor eterno se desmoronó,
Y en dolorosos momentos mi alma se empieza a perder.

¡Qué tristeza desborda mi ser!
Un océano de lágrimas inunda mis ojos,
Mi corazón se desgarra sin poderlo contener,
Y en mi pecho se construye un abismo hondo.

¿Cómo olvidar, si aún te amo?
Tu ausencia ha dejado un vacío en mi ser,
Las noches se vuelven mares turbulentos y amargos,
Y solo puedo contemplar el dolor sin querer.

Prometo llorarte todas las noches,
Hasta que el último recuerdo se desvanezca,
Pero mi amor será eterno, como los brotes,
Que renacen en primavera con calma serena.

Aunque mi alma esté llena de tristeza,
Siempre guardaré el amor que te tuve,
Aunque el sufrimiento se mezcle en mi cabeza,
Jamás negaré que en mi corazón aún te supe.

Lloraré el amor perdido con cada verso,
Hundida en un océano de desvelo,
Pero en la penumbra siempre estará el recuerdo,
De un amor que fue eterno y sincero.

Así que lloro con este poema triste,
Para sepultar mis heridas en versos,
Y aunque el dolor en mi pecho persiste,
Sé que algún díaencontraré nuevos universos.

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