Nunca te dejaré

Capítulo 7-El plan

Una mañana normal, al despertarnos como siempre para trabajar cómo esclavos, se me ocurrió un plan para salir de allí.

-Brais, tengo un plan- dije.

-¿Un plan para qué Abril?- respondió.

-Para salir de aquí- exclamé.

-Abril...En los últimos dos años has intentado mil formas y en todas casi morimos. ¿Es qué no te rindes nunca o qué?-.

-¿Quieres qué te lo cuente o...?- respondí poniéndome a su nivel.

-Venga, cuéntamelo- dijo.

-El plan es salir a las cuatro de la mañana de la cabaña, dirigirnos a los baños, destornillar el conducto de ventilación y colarnos. Solo hace falta encontrar un mapa de los conductos de ventilación y...- dije toda optimista.

-Abril, deja ya de soñar, ya no somos unos enanos, tenemos qué hacer las cosas con cabeza- dijo él.

Pero sólo teníamos quince años, recién cumplidos.

Yo estaba tan estresada qué salí de la cabaña a escondidas de los guardias y me fui al sitio más bonito qué conocía.

Ese sitio era la explanada de flores, llegué allí y me dejé caer sobre todas esas flores silvestres.

Brais me había seguido.

-Abril, ¿de verdad crees qué merece la pena jugarnos la vida para intentar salir de aquí?- dijo.

-Si, este sitio es una mierda, yo quiero salir y ver el mundo- respondí.

-Vale, imagínate qué conseguimos salir, estaríamos en mitad de una segunda guerra mundial, no podríamos ir a ninguna parte, moriríamos, sin embargo, si nos quedamos aquí sobreviviríamos-.

-¿Pero para qué vivir siendo un esclavo? Prefiero vivir una semana haciendo lo qué quiera qué toda una vida siendo esclava- repliqué.

-Abril no estás pensando bien- dijo.

-A lo mejor es una mala idea pero...¿Qué perdemos por intentarlo una última vez? Solo déjame una última oportunidad y si no funciona dejaré de intentar escapar- dije.

-¿Promesa de meñiques?- preguntó.

-Si- respondí.

Hicimos la promesa y nos besamos.

Yo estaba 100% segura de qué esta vez lo conseguiríamos.