NUESTRO CONTRATO

CAPITULO 1

Nuestro contrato

-Muerte-asesinato-invocación

El joven Izuku de diecisiete años se encontraba en el panteón familiar frente a las lapidas de sus padres y familiares, ya no había lagrimas esas se fueron con ellos desde aquel fatídico día, una masacre se podría considerar, entraron irrumpiendo la noche asesinando a todo aquel que se encontraba en la gran mansión de los Midoriya todos habían sido asesinados a sangre fría el lugar se lleno de un mar de sangre, pero por alguna razón dejaron al joven heredero ileso.

Fue encerrado en un armario por los sujetos encapuchados y solo podía escuchar los gritos desgarradores que hacían eco en las paredes, fue encontrado horas después por los guardias del rey ya que su familia eran siervos fieles y hacían cualquier tarea encomienda por la familia real, fue llevado al castillo donde fue atendido mientras limpiaban el desastre de la mansión.

El joven Izuku era alegre, vivaz, risueño, estaba lleno de esperanza y sueños que le fue arrebatado aquella noche, se le ofreció asilo en una pequeña casa cerca del castillo, pero él se negó y regreso al que es su hogar, no salía ni se involucraba con nadie, se le asigno de parte del rey tres sirvientes que se encargarían de la limpieza y mantenimiento del lugar.

En la mente del joven solo había una cosa que deseaba venganza quería destruir a aquellos que le habían arrebatado todo, así fue que en una noche de tormenta se levantó de su cama dirigiéndose a la biblioteca a la zona que su padre le llamaba "zona oscura", sentía que alguien lo llamaba se encontraba en una especie de trance, llego frente a un único libro que parecía estar hecha de algún tipo de piel rojiza, tenia un ojo cerrado como sello, al abrirlo leyó la primera página y su sonrisa se ensancho.

Sabía que su padre tenia tratos oscuros, una vez le menciono que tenia prohibido ir y tomar cualquier libro de la "zona oscura", no lo culpen su padre adoraba a su pequeño sol no quería que su alma fuera marcada de esa manera. Pero él no sabia su destino y eso llevo al joven Izuku a donde se encontraba hoy.

Tomó todo lo que necesitaba para el ritual, conseguir una vela negra no fue fácil la tuvo que crear él, pero nada que el mismo libro que encontró no le mostrara. El hechizo que haría era un muy antiguo y peligroso, pero a él poco le importaba pues ya no era mas que un cascaron lleno de odio y deseos de venganza.

Camino al cementerio familiar busco la tumba más vieja aquella que le pertenecía al primer Midoriya conocido según su árbol genealógico, coloco todo aquello que necesitaba y poco antes de la media noche para que iniciara el 31 de octubre comenzó a recitar aquel viejo hechizo termino justo cuando el reloj marco media noche, de pronto la tierra tembló todo a su alrededor se sumió en un silencio sepulcral, un extraño viento se dejo venir apagando todas las velas que rodeaban el circulo que había realizado excepto la vela negra seguía encendida la lápida de su ancestro se quebró y sobre ella se encontraba un ser parecía humano si ignorabas sus enormes alas negras, los cuernos sobre su cabeza y esos ojos carmesí que parecían inyectados de sangre, desprendía un aura aplastante pero el humano frente a él no se inmuto

-¿No tienes miedo? – preguntó el ser recién invocado

-No – respondió seguro manteniendo el contacto con aquel ser

-Interesante, eres el primero que me invoca sin decir que fue un error y quiere deshacerse de mí, JA, como si pudieran – comento con arrogancia y comenzó a caminar hasta quedar de frente al joven Izuku quien seguía sin inmutarse ante su presencia – Me invocaste y con eso creaste un contrato conmigo – el ser se acerco peligrosamente a Izuku tomándolo del mentón y de la cintura su voz sonaba muy seductora como cual serpiente hipnotizando a su presa.

-Quiero que me ayudes a encontrar a los malditos que masacraron a mi familia deseo venganza – respondió el joven sin dejarse intimidar por aquel ente.

-Bien, seré tu sirviente te ayudare a encontrarlos, cuidaré de ti hasta que tu patética venganza se cumpla, luego tu cumplirás con tu parte devorare tu alma y no tendrás la oportunidad de renacer nunca más pues me pertenecerás por toda la eternidad – susurro en el oído del joven con una grave voz causándole una electrizante sensación en todo el cuerpo, sintió deseo, lujuria y esa oportunidad de obtener aquello que su alma llena de odio deseaba más que nada.

-Es un trato firmado con mi sangre – respondió el peliverde

-No, es un trato firmado con tu cuerpo, tu mente, tu alma – y sin mas sello el pacto con un beso lleno de lujuria y deseo al tiempo que esto sucedía de la muñeca izquierda del joven peliverde se formo un tatuaje con una extraña runa símbolo que su alma quedo atada a ese ser.

Mientras aquel acto impuro donde un demonio se adueñaba del cuerpo de un humano sucedía dentro de aquel cementerio, las líneas del destino fueron cortadas para formar una nueva donde un demonio se une al de un humano.

Llego la mañana el crepúsculo del amanecer estaba asomando, un peliverde cómodamente dormido comenzaba a despertar se sentía extraño y no recordaba como termino ahí pues recordaba haber sellado su pacto con el demonio.

-Al fin despiertas – Saludo arrogante un joven de veinte años cabello rubio cenizo de una mirada carmín profunda y una voz grave y seductora, se encontraba sentado cerca de la cama del peliverde.

- ¿Cómo llegue aquí? – Pregunto sin siquiera inmutarse por la presencia del ser que, aunque ya no tenia esas enormes alas y cuernos lo reconocería en cualquier lado.

-Yo te traje inútil – respondió arrogante – después de todo tengo que cuidar de un ser tan débil como tú, no quiero que tu cuerpo se estropee antes de que se cumpla nuestro acuerdo

-No soy débil ni ningún inútil – se quejó el peliverde

-Claro que si tu no tienes el poder que yo poseo de lo contrario ni siquiera me hubieras invocado

-Vaya que eres arrogante

-Acostúmbrate pues estaremos juntos durante toda la eternidad – y volvió a besar al joven con posesividad – Katsuki – agrego

- ¿Qué? – pregunto el peliverde con los ojos ligeramente cerrados por la sensación de querer probar más de esos labios

-Llámame Katsuki – susurro en el oído del peliverde

-Izuku – se presentó el joven

-Lo sé Midoriya Izuku, pero para mi solo serás un Deku

Y así fue como un humano sediento de venganza entrego su alma a un demonio para buscar a los culpables de la masacre de su familia, para finalmente entregársela a ese ser.