Capitulo 3

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La situación se volvía cada vez mas tensa en esa oscura mazmorra, con Izuku atrapado por el hechizo y enfrentándose al asesino de sus padres, Tomura. El joven peliverde estaba lleno de ira y sed de venganza, pero se encontraba en una posición desfavorable. -

-¿Qué planeas hacer ahora, Midoriya? – Pregunto Shigaraki con una sonrisa siniestra mientras se acercaba al brazalete que había señalado el peliverde – Tu venganza no es mas que un sueño banal e imposible.

Izuku apretó los dientes, intentando luchar contra el hechizo que lo mantenía inmovilizado, mientras tanto el demonio Katsuki estaba afuera sometiendo a Kurogiri, quien al reconocer al mismo príncipe de los demonios sabía que no podría hacer mucho más que intentar darle tiempo a su contractor.

En el interior de la mazmorra, Izuku miró con determinación a su enemigo – No importa lo que hagas, pagaras por lo que le hiciste a mi familia.

Tomura se río entre dientes. – eres valiente, Izuku, pero no tienes idea de lo que enfrentas, mi poder es mucho muy grande y tu demonio esta ocupado, no tienes oportunidad, porque claro que me percate de que tienes un contrato y la runa en tu muñeca me lo indica, ¿sabes yo también tengo uno contrato que me dio mucho poder – Menciono mientras jugaba con el brazalete entre sus manos.

-Eres mío, Izuku – le susurro al oído al joven peliverde quien solo sintió repulsión – y te lo explicaré todo antes de que tome lo que me pertenece – agrego tomándolo de la mandíbula y acercándose peligrosamente como si fuera a besarlo.

Izuku intento hacer que lo soltara, pero fue en vano pues el hechizo aun recaía sobre él - ¿Acaso no quieres saber por que asesine a tus padres?, ¿Cuál fue la deuda que no cumplieron? y sobre todo ¿Por qué tú eras el único sobreviviente? – susurro en su oído y libero la mandíbula del joven.

Izuku quedó paralizado por las palabras de Tomura. La mención de sus padres, deudas pendientes y el hecho de que él fuera el único sobreviviente lo llenaron de preguntas – Dime porque lo hiciste, y tal vez tenga clemencia de ti – Respondió con todo el rencor que salía de él

- ¿Clemencia?, Oh mi pequeño Izuku, eso fue tan tierno – se burló el peli azul – Pero complaceré tu petición – Pero antes - Con un movimiento de su mano unas cuerdas aparecieron para sujetar al joven peliverde al mismo tiempo que fue sujeto de pies y brazos a una pared cercana. – Hay que ponernos cómodos ¿no crees? – Y volvió a sonreír de manera siniestra.

-No te saldrás con la tuya – retó el joven.

-Eso lo veremos pequeño – Tomura se sentó en una silla cerca del peliverde aun jugando con el brazalete en su mano.

-déjame comenzar – Cerro los ojos como si estuviera pensando en algún cuento que le contaría a un niño pequeño antes de dormir.

-Como ya debes de saber tus padres eran los llamados perros del rey, pues hacían todo tipo de trabajos encomendados por la realeza sin dejar rastro y asegurándose que nadie sospechara de ellos ni del rey, pero uno de los trabajos que le fue encomendado a tu padre fue acabar con un sujeto que era capaz de destruir al reino entero y sobre todo los bajos y sucios secretos del gran Todoroki Enji. Lo que no contaban tus padres es que aquel sujeto tenia un pacto con un demonio, para poder realizar la encomienda del rey decidieron venir conmigo solicitando de mis servicios, así fue como hicimos un contrato yo los ayudaría acabar con él y ellos me darían algo a cambio. Les pedí que me entregaran algo de sumo valor para ellos, así fue como ellos me entregaron el brazalete pensando que sería suficiente pago, claro les aclare que eso solo era una garantía pero que los términos finales del contrato se darían después de completar la misión – Tomura se puso de pie nuevamente balanceándose como un demente, sus ojos parecían salir de sus orbitas, parecía un desquiciado.

-¿Sabes que fue lo que les pedí después de terminar la misión? – pregunto alucinado – Les pedí nuevamente su mas valiosa posesión y sabes, ¿Qué era? O mejor dicho ¿Quién era? – Pregunto – Su único hijo era su posesión mas valiosa, una vida a cambio de otra.

-¿Estás diciendo que mis padres sacrificaron su vida y, finalmente, la mía en un trato contigo para completar una misión secreta para la realeza? - preguntó Izuku, su voz temblando por la furia que estaba sintiendo y la desesperación.

-Ellos no tenían que morir, si no se hubieran negado a entregarme lo que por derecho era mío, ellos seguirían con vida cumpliendo con las obligaciones que les imponga el rey.

-¿Qué quieres conmigo exactamente? – Pregunto el peliverde intentando contener la ira que sentía se estaba desbordando en ese momento.

-Simple, reclamar lo que por derecho es mío – soltó con una sonrisa maniática acercándose al peliverde

-Desde que te vi desee tenerte solo para mí, pero parecía tan lejos de mi alcance que en la primera oportunidad decidí que actuaría y henos aquí, viniste por voluntad propia y por fin reclamare lo que siempre fue mío.

Antes de que Izuku pudiera responder, Tomura alzó nuevamente su mano y las ataduras del peliverde se apretaron a tal punto de hacerlo sentir un intenso dolor, el joven comenzó a gritar en agonía pues comenzaba a quemarle la piel y a sangrar.

Izuku luchaba por liberarse pero su fuerza parecía insignificante comparada con el poder de Tomura, pues al final el seguía siendo un simple humano mientras que el asesino de sus padres tenia poder demoniaco.

Llego un punto en que intentaba mantenerse consciente, su cuerpo estaba comenzando a colapsar por el dolor, entendía que si no se liberaba pronto caería desmayado.

-Como soy una persona de honor, te daré una oportunidad Cariño, ¿Te entregas a mi voluntariamente o prefieres que te haga sufrir hasta que ya no sientas mas dolor? – pregunto Tomura nuevamente tomando su mentón para poder ver esos ojos que parecían cerrarse en cualquier momento - ¿Entonces que dices?

Izuku, aunque atormentado por las revelaciones y la presión de la situación, encontró la determinación dentro de sí mismo para responder con valentía a la pregunta de Tomura. A pesar de la amenaza y la oscuridad que lo rodeaba, decidió mantener su integridad y tomar el control de su propio destino.

-No me entregaré a ti, Tomura. No importa lo que hayas hecho o lo que planees hacer. No me someteré a tu voluntad. - Su voz sonaba firme, y sus ojos reflejaban su decisión de luchar.

Tomura lo miró fijamente, como si evaluara su respuesta. La tensión en la habitación era palpable mientras los dos hombres se enfrentaban en un enfrentamiento de voluntades.

Muy bien, Izuku. Entonces, prepárate para lo que viene. - Tomura se alejó de él, su mirada llena de un siniestro deseo de seguir adelante con sus planes. Izuku sabía que la lucha por su destino aún no había terminado, pero estaba decidido a resistir y descubrir una manera de liberarse de las cadenas que lo ataban a su oscuro pasado.

Tomura comenzó a recitar un conjuro que aunque el joven peliverde no sabia que significaba notaba el parecido con el que invocó a Katsuki, sintió su muñeca arder la runa que lo anclaba a Katsuki se estaba poniendo en un intenso rojo, Izuku soltó un alarido del dolor sentía que su cuerpo se quería desprender de su alma, el dolor se detuvo en ese momento, Tomura lucia confundido

-Imposible, ¿Por qué no puedo romper tu contrato? – Pregunto furioso - ¿Acaso tu? – Dejo la pregunta al aire mirando con desprecio al joven que en cualquier momento parecía que iba a desfallecer.

NUESTRO CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora