Capitulo 2

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Estábamos en la cocina del hostal preparando la cena para las tres, Emma estaba preparando los cocteles, mientras yo preparaba un plato de pasta con pollo a la crema, Marie dijo que iba a comenzar a subir la cantidad de huéspedes, y no se equivocaba la primera semana solo nos habíamos topado unas diez personas en todo el lugar, el cual contaba con mas de 50 habitaciones, muchas de ellas compartidas por hasta 5 personas, el lugar era enorme, dijo que nunca lo había querido convertir en hotel, aunque ofertas le habían llegado, así para que todos pudieran conocer la belleza de su país. Por eso cuando la cocina del lugar se lleno no me alarme, los días comenzaban a ser más largos, las temperaturas mas altas y el trafico aumentaba, pero no cualquier tráfico, nunca en mi vida había visto tantos autos de lujo. Emma me dio un codazo, con dificultad me dijo

- Hay unos chicos que no dejan de mirar hacia acá- el idioma le salía con un acento muy fino, Emma Leroy era de una distinguida familia francesa, con muchos recursos, que la abandonaron sin nada, cuando se negó a casarse, castaña y de ojos claros, llamaba la atención, pues su cara parecía de una muñeca, tenia rasgos suaves y sabia que era bonita, ella había comenzado a mostrar su personalidad, era alegre y muy divertida, se que el gerente nos contrato por eso, y aunque nunca me había gustado alardear, yo me sentía bien conmigo misma, hubo años en los que no, y fue cuando peor la pase, hasta que una vez una señora desconocida en el metro me dijo, después de presenciar como unas chicas me molestaban "la gente por lo general ataca a otras cuando se siente inferior ya sea por inteligencia o belleza", nunca mas olvide esas palabras, y comencé a sacarme partido fue cuando conocí a mi novio.

- Estas loca, están esperando la cocina- reí- ¿tienes listos los cocteles? - le pregunte, ella asintió- Marie debe estar esperando en la terraza comemos y a trabajar- tome todos los plato y los coloque sobre la bandeja Emma tomo otra bandeja y puso los tragos, había tomado un curso para hacer cocteles y eso nos consiguió nuestro tercer trabajo, en un club nocturno cerca de la playa, la verdad no sabia como es que Emma conseguía trabajos en lugares tan exclusivos, yo en mi vida hubiera soñado si quiera poner un pie en uno de eso

Al llegar a la azotea a la cual solo nosotras teníamos acceso, con autorización de Marie, ella estaba sentada mirando el horizonte, el atardecer se veía hermoso, dejamos los platos sobre la mesa y ella sonrió

- Nunca decepcionan chicas- exclamo

Las tres nos sumergimos en una conversación en diferentes idiomas, hasta jugamos a adivinar que decía la otra, Marie nos conto un poco mas de su vida, ella había nacido en Mónaco y toda su vida estaba aquí, se había enamorado, se había casado y había perdido al amor de su vida en un accidente junto con sus pequeñas hijas, ella nos dijo que nosotras incluso nos parecemos a ellas, Emma y yo no somos tan diferentes físicamente, la única diferencia en verdad es que yo tengo el cabello mas claro y los ojos un poco mas oscuros. Marie también nos contó que su familia es una de las más antiguas de Mónaco, sus hermanos se dispersaron por Europa pero que cada cierto tiempo vuelven y visitan el hostal, el cual había sido de su padre y que ella prometió cuidar y pasar de generación en generación. Después de un par de risas y terminar la comida, Marie prometió que ella lavaría los platos así nosotras nos podríamos ir a cambiar para el trabajo.

Estábamos en nuestra habitación con el uniforme del club, era bastante elegante para Emma ya que ella bar tender, yo en cambio, bueno era mesera y el club tenía un código para las meseras, vestidos de noche, era la primera semana de trabajo, tenia que usar tacones y un vestido negro ajustado con el logo del club. Al principio me pareció algo exagerado, y después reflexione que no estaba en mi país y Mónaco es un mundo diferente. Así que sin mas me puse el vestido, Emma estaba lista ella tenia una blusa blanca con el logo del club bordado en negro y dorado, podias notar la calidad de la tela con solo verla, era seda, y unos jeans de cuero negros ajustados, todo nos lo dio el club, la ropa y los zapatos, ni locas abrimos podido pagar esos atuendos, no ahora, ella estaba con el pelo tomado en una coleta alta, dejando a la vista su rostro con un maquillaje suave, Emma sudaba elegancia, a diferencia de mi, me costaba un poco el usar los tacones, pero que tenía que acostumbrarme.

Cuando te conociDonde viven las historias. Descúbrelo ahora