¿Que está sucediendo?

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Miriam

Estaba inmersa en mis pensamientos durante la clase de literatura cuando, el chico a mi lado, rompe el silencio:

-No te pierdas tanto durante la clase.

Le sonrío y le confieso:

-¿Tan notorio es?

El chico responde:

-A veces es normal. ¿Necesitas ayuda?.

-Gracias ,¿Cuál es tu nombre? - le pregunto con curiosidad

-Me llamo Marcos, un gusto. ¿Y tú?- responde con una sonrisa.

Su sonrisa encantadora y esos ojos grises, algo poco común pero realmente atractivos, captaron mi atención de inmediato, al estar sentado, calculé que debía medir al menos tres cabezas más que yo. Su cabello café miel y la piel ligeramente bronceada complementaban un rostro bien definido, realmente guapo.

Quedé un momento observándolo, como si fuera lo más interesante de la tierra. Era extraño que se acercara a hablarme, pero su actitud resultaba muy agradable.

Comenzamos a platicar, pero el maestro nos interrumpe con la amenaza de sacarnos si no guardamos silencio.

Silenciamos nuestras voces, y después de unos minutos, suena el timbre que anuncia el descanso.

-Eres nueva cierto - pregunta Marcos ,ya con su mochila al hombro.

- Así es- respondo

- O entiendo, debe de ser abrumador para ti ¿Tienes guía ? -me pregunta amablemente .

- Si pero realmente no sé dónde esté- respondo algo dudusa.

- Si quieres, puedo ayudarte, tengo aprendidos estos pasillos de memoria- pienso por unos momentos la propuesta.

-Puede ser tu primer amigo- dice después de un momento.

La verdad no se me hace tan mala idea que grupos me acompañe a dar un recorrido realmente no sé si en chico de esta mañana quiere ayudarme después de haberlo hecho enfadar pero qué habré hecho para qué eso haya pasado ocurrido.

-Muchas gracias, acepto- respondo un poco nerviosa.

Juntos nos dirigimos hacia la puerta, listos para explorar la cafetería.

El viaje transcurrió con pequeñas conversaciones banales como que me gustaba hacer en mis tiempos libres y ese tipo de cosas hasta que:

-Cierto no te pregunté ¿De dónde eres?- pregunta curioso .

- De Ecuador - contesto con un tono melancólico intentando que no se note.

- O lo lamento no quería hacerte sentir mal- contesta con un leve arrepentimiento en su voz.

- No te preocupes está bien - le sonrio- realmente estoy feliz de estar aquí.

Y así era , lejos de casa, y a pesar de que realmente extraño a mis padres, creo que alejarme fue algo bueno después de todo lo que pasó. Los últimos meses estuvieron llenos de malos ratos, y tal vez eso, fue el último empujón que necesitaba para dejar atrás los recuerdos dolorosos. Si seguía ahí, en mi país, en mi hogar, seguiría lastimándome una y otra vez, pensando en lo que pudo haber pasado. Si tan solo hubieran hecho las cosas a tiempo con las palabras correctas, si tan solo él no se hubiera ido.

- Te entiendo debe de ser difícil - lo digo con un toque de ¿Lastima?

O no de eso ya he tenido suficiente en los últimos meses de ninguna manera empezare en un nuevo país haciendo sentir mal a las personas que me rodean estoy negada a sentirme como hace unos meses.

Mi Corazón Aún Late Por Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora