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—Hoy es el cumpleaños de Penelope, Tommy— digo mientras fumo mi cigarrillo, estamos en su oficina—Necesito hablar contigo.

Él se me queda observando.

—Amo a mis hijos y también a ti, pero últimamente Penelope me dice que tiene miedo con todo lo qué pasa — lo miro—Que no entiende y tiene miedo que a su papi le ocurra algo. Se que es imposible pedirte que detengamos todo lo que está ocurriendo porque es algo que nos perseguirá para siempre, es como una maldición. Solo te pido que alejemos todas estas cosas de los niños.

Tommy solo me mira.

—Yo puedo soportarlo porque soy tu compañera de mi vida, pero nuestros hijos no pueden y creo que yo tendré un límite en algún momento — lo miro mientras apago mi cigarrillo —Compre un pastel y me gustaría que fuéramos a cantarle a Penelope.

Me pongo de pie y voy hacia la puerta.

—Diana — escuchó que me había Tommy, me giro hacia él—No puedo cambiar nada y siento que a veces me gusta así y lo lamento. Cuando te dije que te casarás con alguien más lo decía en serio.

Yo solo niego con la cabeza y salgo de la habitación, camino por el pasillo hasta encontrarme con Frances.

—Quiero que traigas el pastel hasta la sala de estar, yo iré por los niños — le digo.

—Si señora— asiente con la cabeza y baja las escaleras.

Voy hacia el cuarto y voy hacia mí tocar, me siento y cepillo un poco mi cabello.

A veces me gustaría haberme conocido con Tommy en otra circunstancia, con otra vida, pero siendo las mismas personas. Los dos sabemos que nuestra sangre gitana nos llama y nos dice que siempre pelearemos por lo que somos y por nuestro orgullo, pero al mismo tiempo veo como mis hijos sufren y quiero lo mejor para ellos.

Se que varias personas piensan lo mismo, que quizás no tuve que casarme con él y tendría una vida distinta, pero desde los dieciséis me enamoré de él y siempre a sido lo mismo.

Me pongo de pie y voy hacia la primera planta, al llegar están los niños con Francés. Me acercó y Penelope me sonríe, tomamos asiento en el suelo y mis hijos a nuestros lados, veo entrar a Tommy en la sala.

—Feliz cumpleaños a ti — comenzamos a cantar todos, le doy una mirada hacia atrás a Tommy el me sonríe.

Terminamos de cantarle cumpleaños a Penelope y cortamos el pastel, les doy un trozo a cada uno y luego los dejo ir a dormir.

Acuesto a cada uno de ellos y luego voy al cuarto a cambiarme, me pongo la ropa de dormir, pero antes de irme a la cama voy hacia la oficina de Tommy.

—No vayas a dormir muy tarde — lo miro desde la puerta—Te estaré esperando.

—Iré pronto — dice él, asiento con la cabeza.

Voy hacia la cama y me recuesto, tomo un libro que tengo en mi mesa de noche y lo comienzo a leer. De repente oigo un ruido de un auto.

Me pongo rápidamente de pie y voy hacia el pasillo, ahí me encuentro a Frances.

—¿Quien es señora?— me pregunta.

—No lo sé Francés, pero quiero que te quedes con mis hijos — la miro, ella asiente con la cabeza

La acompañó al cuarto y veo que Penelope despierta y Chris igual.

—Todo estará bien Chris, solo quiero que vayas con tus hermanos y los cuides con Frances — lo miro —¿Podrías hacerlo?.

—Si mami — me responde para luego tomar la mano de Francés y dirigirse hacia el otro cuarto.

Salgo del cuarto y voy hacia la estantería de armas, de ahí saco una pistola y voy hacia afuera. Lanzó un disparo al aire.

—¡Basta!— grito para bajar el arma, pero me doy cuenta que Abraham y Johnny, pero Johnny está herido—Dios mío Johnny.

Me trato de acercar.

—Tommy te juro que yo no les dije — le dice Johnny, pero cuando estoy a punto de acercar Abraham se acerca a golpearlo y retrocedo.

—¡Mi único hijo!— grita Abraham, no entiendo—¡Lo mataron, maldición!

No puedo creer que su hijo esté muerto.

—¡Mi único hijo!— dice mientras Tommy lo sujeta, en ese momento me acerco a Johnny y dejo que apoye su brazo en mi hombro.

—Escucha, tiene el hombro destrozado — le dice Tommy a Abraham —Si no lo curan , perderás el brazo.

—Murió. Mataron a mi único hijo — grita Abraham.

—¡Escúchame!— le dice Tommy—¿Cómo puede un hombre con un solo brazo vengar la muerte de su hijo?.

—Crucificaron a mi hijo — le dice Abraham.

—Te curare Johnny, vendrá gente a ayudarte — le susurro

Veo que Abraham trata de tomar el arma del Tommy que está en el suelo, pero yo saco la que tengo y disparo al aire para luego apuntarlo.

—No Abraham — digo, él solo me mira.

Tommy se acerca a Abraham.

—Si quiere vengarte de los Billy Boys me necesitas vivo —le dice Tommy.

—Iré a llamar una ambulancia para Abraham— le entrego Johnny a Tommy y entró a la casa.

No light, no light Donde viven las historias. Descúbrelo ahora