-El aroma es delicioso –Por supuesto que sabía el nombre del perfume, lo usaba hace año y medio, pero se sintió nerviosa, la mirada de él era diferente, su tono de voz profundo, Luke siempre demostraba su cariño con abrazos e incluso recibió de él uno que otro beso en la mejilla, pero, esta vez no se comparaba a las otras, su mirada estaba cargada de seducción ¡NO! Luke es solo un amigo y claramente está jugando, se dijo a sí misma. El ensayo continuó y tal como Luke dijo, al practicar dos veces más ella se fue a tomar una siesta. Lo vió seguirla, pero al girar de nuevo se había ido, exhaló. Entró a su camerino y logró dormir una hora para luego ir a grabar. El día fue demasiado largo, llegó a casa agotada, tomó una ducha corta, se puso su pijama favorito y cayó rendida.
Escuchó la alarma a lo lejos, abrió sus ojos, la luz la encandiló, miró el techo por unos segundos sin apagar la alarma, estaba agotada, pero completamente feliz de hacer lo que amaba, se incorporó quedando sentada, tomó el teléfono y apagó la alarma. Tenía unas llamadas perdidas, vio de quien se trataba y solo lo dejó a un lado, movió sus piernas hasta dejarlas fuera de la cama, sus dedos tocaron el piso de madera, estaba helado, buscó enseguida sus pantuflas y se puso de pie. Caminó hasta el baño y se miró al espejo, abrió el grifo y lavó su rostro, luego sus dientes y fue desabrochando con lentitud los botones de su pijama, entró a la ducha y tardo unos diez minutos, salió envolviéndose en la bata de baño. Ese día decidio vestir con ropa ligera, humectó un poco sus labios y se untó protector solar, después peinó su cabello y al tomar su perfume, lo miró por unos segundos. Era una de sus cosas favoritas "El aroma es delicioso" Las palabras de él se escabulleron en su mente, lo dejó donde estaba y usó otro en su lugar, ni siquiera se cuestionó el por qué, solo decidió no usarlo. Bajó las escaleras y abrió la puerta, él estaba de pie allí.
-Te estuve llamando Nicola
- ¿Debía responder? Dejé todo claro la última vez -Caminó hacia su auto sin mirarlo-
-Vamos Nic, debes perdonarme
-No creo que pueda -El sostuvo la puerta del auto antes de que ella la cerrara- Es mejor que te vayas.
-No me iré hasta que hables conmigo –Nicola bajó del auto y lo miró- Pense que ya no estabas enojada, después de todo, han pasado dos semanas.
- ¿De verdad estas diciendo eso? Tu comportamiento la última vez que nos vimos solo me demuestra que estas muy lejos de quererme -él la tomó de la cintura y la besó con rapidez, pero ella lo empujó enseguida – Andrew debes irte, no quiero que vuelvas a tocarme-
-Te extrañaba, sé que lo olvidaras -Ella subió al auto sin decir una palabra-Te dejaré ir si me prometes que te veré esta noche
-Ni lo pienses –Encendió el auto y cerró la puerta–No puedes Nicola, no debes volver a caer- Le subió el volumen a la canción que sonaba en la radio, pero todo regresó de nuevo, sus ojos se humedecieron –Eres una tonta, no llores- Los recuerdos golpeaban su mente una y otra vez.
Andrew era alto, de cabello negro, piel blanca y ojos marrones, era un excelente abogado, su carrera estaba en pleno auge y parecía tener un buen futuro por delante. Lo conoció por amigos en común, se vieron algunas veces y él la invitó a salir, parecía ser un buen chico, centrado y muy educado. Cuando llevaban tres meses de conocerse no se preocupaban mucho por formalizar su relación, se veían de vez en cuando "Amigos con derechos" Pero de un momento a otro el comenzó a visitarla más seguido, los sentimientos se tornaron más fuertes y pasó de ser casual a algo más serio. A los seis meses de conocerlo pensó que él era diferente, parecía preocuparse por ella, eran inseparables y la pasaban muy bien juntos. Desafortunadamente, todo comenzó a cambiar. Andrew a veces decía cosas negativas sobre cómo se veía, primero fue muy sutil, pero después comenzó a ser más seguido y con palabras más hirientes, lo que provocó que se sintiera insegura de sí misma "Eres hermosa pero tu cuerpo no te ayuda" Ella quiso bajar un poco de peso, pensó que tenía razón, quería verse mejor para él.
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Thompson
RomanceNo puede ser coincidencia, no es algo que pueda olvidar, no podría sacarlo de mi mente. Te apoderaste de cada uno de mis pensamientos, ahora respiro tu aroma, te miro y me sumerjo en el azul de tus ojos, quiero perderme en la suavidad de tu piel. Si...