Yo siempre Gano

559 47 16
                                    

Los dedos de Nicola se enterraban con fuerza en sus hombros, era casi una ensoñación tenerla de esa forma, sobre él y dejándolo tocarla como jamás creyó hacerlo. Por supuesto lo imaginó, lo repasó una y otra vez desde que fue consciente de su estado de embriaguez por ella, imaginó como serían sus besos, como sería su piel, perderse en el embelesante aroma que le caracterizaba y que le trastornada la razón; y su cuerpo, sus muslos color crema, su trasero que por la indiscreción de su mirada había examinado concluyendo que tenía un tamaño perfecto y sus pechos ¿Cómo serían entre sus manos?


Él retiró su mano haciendo que ella abriera sus ojos, parecía disgustada al sentirlo detenerse -¿Sigues pensando que está mal? - Él rostro de Nicola se tornó de un color rojo intenso -Creo que me he saltado al menos cinco casillas de mi plan de Conquista - Ella abrió sus ojos e inhalo con dificultad- ¿No dirás nada?

-No sé qué decir -Miró en otra dirección y Luke apretó su trasero haciéndola soltar un grito ahogado-


-He logrado dejar sin palabras a la incansable Nic -Deslizó sus manos hasta su cadera, las rodillas de ella estaban enterradas a cada lado del sofá, se sentía tan extraña al estar sentada sobre él de esa forma, era escandalosa la manera en la que había permitido que él llegara tan lejos y solo podía tragar mientras sentía su femineidad apretada contra el pantalón de él, sus dedos estuvieron a punto de llevarla a la cúspide, Luke era realmente malo, lo hacía a propósito, despertando sus deseos para hacerla rogar por más pero no lo dejaría, si él quería torturarla ella lo haría perder la razón. El rostro de Nicola denotaba una gran timidez que en un segundo desapareció dando lugar a una mirada peligrosa que encendió todas las alarmas de Luke, sus labios se abrieron y ladeo su rostro mirándolo desafiante-

-Realmente no quieres jugar a esto -Mordió su labio inferior- ¿O si? -El intentó hacerse el fuerte viéndola de la misma forma pero Nicola se acercó a su oído susurrando algo que lo hizo temblar -Si se trata de seducir -Ella besó su mejilla con suma lentitud -Yo siempre Gano.

-¿Siempre? -Dijo sintiendo que su pantalón se volvía más y más ajustado-

-Tengo dos poderosas razones para no dudar de mi evidente ventaja -Ella tomó las manos de Luke y las llevo a sus pechos haciéndolo tocarlos, su mirada seductora era avasallante, aunque la tela del vestido se interponía no podia negar que eso le había volado los sesos, su corazón estallaría allí mismo, quería arrancarle el vestido, sus manos eran grandes y a pesar de ello no cubrían lo voluminoso de ellos, pasó saliva al punto de la convulsion y la haló hacia el para besarla suavemente. Levantó su cintura dejándola sobre el sofá y se posicionó encima de ella. Fue soltando los botones que le estorbaban, quería verlos libres y al divisar el brasier de ella tiró de las magas para soltarlo, palpó intentando encontrar la forma de desabrocharlo pero no había broches, resopló con la risa de Nicola inundando el lugar -No se desabrocha por detrás Luke, así -La vio llevar sus manos hasta la parte delantera y tiró del brasier, que rebotó casi en su rostro y en ese momento quedó hechizado, no espabiló ni se movió por unos cuantos segundos, eran una completa vision que se había estado perdiendo hace demasiado tiempo. Redondos, llenos, del tamaño adecuado y adornados por sus pezones del color de los pétalos de una flor de cerezo -¿Te quedarás así? -Ella no podía contener la risa al verlo de esa forma, había estado intentando enloquecerla y al final fue él quien quedó sin movimientos, Luke tragó con fuerza, tanta que ella escuchó su saliva pasar por su garganta y cuando al fin vio sus ojos dijo-

-Ya estoy muerto -Agitó su cabeza mirándolos de vuelta, eran como un banquete completo servido solo para él -Ganaste - Bajó su cabeza y tomó uno de sus pezones en su boca -Dios mío Nicola si que ganaste- Dijo tomando el otro entre sus dedos mientras ella reía. Él llevó sus manos bajo su vestido hasta su cadera y tiró de su ropa interior hasta quitársela y tirarla al piso, la besó hambriento, como si su vida dependiera de ello, ella llevó sus manos a su espalda y comenzó a halar su playera, los besos eran intensos y solo se separaban para tomar aire, Nicola siguió levantando su playera lentamente y la sintió saltar empujándolo -¿Qué pasa?

ThompsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora