¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AL DÍA siguiente, luego de que su intento de haber robado la varita saliera mal y tuvieran que volver a la preparatoria para dormir, ahora debían de ir a clases, les gustará o no, aunque las clases empezaban un poco tarde y Cheryl y Carlos se levantaron un poco más temprano.
— ¿No te sientes rara al caminar junto a gente que está feliz todo el tiempo?— Preguntó Carlos mirando con extrañeza a todos a su alrededor.
Él y Cheryl caminaban juntos por los pasillos de la preparatoria, habían un par de personas que se alejaban de ellos y susurraban cada que los veían, pero nada que les importara a ambos villanos.
— Me sentiré extraña cuando el día termine y no haya golpeado a nadie.— Dijo Cheryl suspirando.
— U amenazado. Dudo que haya alguien a quien puedas amenazar acá.— Agregó Carlos.
— Ni aunque hubiera podría, debemos adherirnos al plan.— Dijo la pelirroja no tan convencida.
— Lo sé, es por eso que no me he escabullido en la cafetería para robar comida, muero de hambre.— Se quejó el chico colocando sus manos en su estomago.
— ¿Cafetería?— Preguntó extrañada la chica.
— Regalan comida allí.— Respondió el peliblanco
— Todo aquí es caridad. Tanta amabilidad me enferma.— Dijo la pelirroja rodando los ojos. De pronto sintió como alguien chocaba su hombro, un montón de libros caían al piso. Furiosa se volteó a ver a la persona causante de que su chaqueta ahora estuviera a mitad de su hombro.
— Lo siento, lo siento, lo siento.— Se disculpo la chica una y otra vez, mientras se agachaba a recoger sus libros.
— ¿No sabes caminar derecho o en serio estás tan necesitada de hablar conmigo?— Cuestionó Cheryl molesta, su cara lo demostraba y el tono de su voz mucho más.
— ¿Disculpa?— Le devolvió la pregunta Leah mientras se ponía de pie.
— Simple pregunta, Leah. ¿Me acechas o eres idiota?— Preguntó otra vez Cheryl, esta vez acercándose amenazadoramente a la rubia.
— Lo que Cheryl quiere decir es que ayer chocaste con ella una vez, dos veces no es coincidencia.— Habló Carlos algo nervioso mientras se colocaba adelante de la pelirroja evitando que haga algo de lo que probablemente no se arrepentirá pero si les afectaría a los demás.
Mientras Cheryl miró extrañada al chico, no recordaba haberle contado sobre su primer encuentro con la hija de la perfecta Alicia.
— Se que ayer te dijo que te quería chocar, pero prometo que esta vez no, estaba distraída. Soy la presidenta del grupo estudiantil y como es fin de año hay muchas por hacer y...
— Nadie te preguntó.— Interrumpió Cheryl antes de que la chica siguiera hablando.
