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Un largo día en la universidad con una carrera un poco demandante como lo era "derechos" porqué si, Jimin quería ser abogado, de solo imaginar que lo llamaran "Abogado Park" una sonrisa tonta se dibujaba en su rostro y lo hacía suspirar.

Su departamento el que por cierto era pagado por su padre, se sentía frío y solitario, no había una Omega con risa escandalosa resonando sus tacones por todo el lugar, ni un niño alfa de diecisiete años cantando por doquier con audífonos en sus orejas, ni mucho menos un alfa mayor contando chistes sin sentido como si de verdad fueran buenos, así era su familia y aún que parecían la familia que cualquiera quisiera tener la verdad es que para Jimin no lo era tanto, ser Omega y el hijo mayor, era algo que decepcionaba a sus padres, ellos preferían que su hijo hubiera sido un alfa para así heredar la empresa, pero no, los omegas "no tenían ese tipo de trabajos" los omegas debían estar en casa, siendo hogareños y con un alfa e hijos, así pensaban sus padres.

En el fondo Jimin sabía que todo derivaba a la sociedad y los estereotipos que habían impuesto.

Por eso habían organizado citas para el Omega,  lo obligaban a aprender a hacer platillos con la excusa de "Tienes que aprender para complacer a tu alfa algún día." y como si no fuera suficiente, también le habían hecho exámenes de fertilidad para saber si era un Omega fértil o no.

Por supuesto que lo era

Exhausto se echó en el sofá mirando el calendario en su teléfono.

1 semana para su celo

Y ahí estaba la peor parte de ser un Omega, los intensos celos que lo invaden, Jimin tenía un lobo demasiado mimoso que exigía la atención de un alfa y mimos a cada instante, sin embargo Jimin nunca le daba lo que pedía, era por eso que no tenían una buena comunicación, su lobo quería un alfa para su celo y Jimin no, a veces parecían enemigos pero la verdad Jimin apreciaba mucho al pequeño lobito cariñoso dentro de el.

La mirada penetrante de aquel alfa llegó de repente a su mente y sintió su cuerpo estremecerse.

No iba a mentir, ese alfa tenía una mirada pesada y obscura, no era la primer vez que lo veían de esa forma.

Sin embargo había algo diferente está vez.

– Imbécil creé que con esa mirada puede conseguir lo que quiera, ni siquiera le importa que sea mejor amigo de Hanna.- Susurró para si mismo cruzándose de brazos con molestia.

Y es que eso era lo que más le molestaba de aquel alfa, que creía tener el mundo a sus pies, caminaba muy seguro sonriéndole a todo el mundo con aquella sonrisa estúpida,peinando su cabello hacia atrás mientras sus brazos se tensaban al doblarlos destacando sus músculos.

Pff.

¿Que se creía? Ni Siquiera estaba tan bueno.

Bueno si lo estaba.

Pero Jimin lo odiaba y eso no cambiaría ni siquiera si se casaba con Hanna, aún que estaba seguro de que aquello no pasaría, el alfa parecía no mostrar interés en ella públicamente, pero iba su departamento y pasaba momentos con ella como si fuera su pareja o algo así.

Totalmente hipócrita

Aún que la juventud actualmente era así, preferían los buenos momentos que las relaciones estables y seguramente Jungkook era igual.

Jimin miró la hora en su reloj notando que eran las seis pm, aún era temprano y el necesitaba llenar su alacena con comida para cuando su celo llegara y comprar supresores también, aparte su neutralizador de olor ya casi se acababa así que aprovecharía también de comprar uno.

Tomó su abrigo y la tarjeta que su padre le dió, porqué una cosa si era segura, ellos estaban decepcionados de la casta de Jimin, más no lo dejarían a la deriva porqué después de todo era su hijo.

Salió de su departamento y bajó hasta la salida del edificio, miró a su alrededor sin saber a dónde ir, por eso busco en Google maps una farmacia cerca, encontró una a unas cuantas cuadras y tranquilamente empezó a caminar hacia ella, ignorando el mundo a su alrededor y concentrándose solo en llegar a aquella farmacia.

Cuando la encontró se sintió feliz, con una gran sonrisa entró a la farmacia tomando una pequeña canasta.

Eligió varios supresores, pastillas para el dolor, un neutralizador y siguió sus pasos mirando una caja de condones, la tomó en sus manos detallandola y la volvió a poner en su lugar.

Ni siquiera los necesitaba.

Cuando tenía justamente lo que necesitaba se dirigió a la caja mirando los productos en su canasta.

Sin embargo...

Un olor a Chocolate amargo y Menta llego a su nariz haciéndolo sentir levemente mareado, levantó su vista para encontrar a aquel alfa que tanto odiaba delante de el pagando varias cajas de condones con una sonrisa socarrona mientras coqueteaba con la cajera.

Tan sínico y sinvergüenza.

Carraspeó su garganta llamando la atención de ambos y en especial de aquel alfa.

– Disculpe ¿Puede atenderme? - Se dirigió a la cajera evitando por completo al alfa que lo miraba.

– Eh S-si señor, disculpe.- Murmuró avergonzada provocando la risa de aquel alfa.

– Tan aguafiestas.- Dijo provocando que el Omega lo mirara de manera sería y reprobatoria.– Ten para que te endulces la vida pequeño amargado.

Sacó una paleta de su boca, que hasta ahora Jimin había notado, y la metió en la boca de Jimin con una sonrisa.

El Omega abrió sus ojos con sorpresa e iba a discutir, por supuesto que lo haría, pero el alfa se dió la vuelta y lo dejó allí con la palabra en la boca.

Vaya que si era un sinvergüenza ese alfa.

– ¿Señor?- La cajera llamo su atención, el avergonzado volteó a mirarla poniendo la cesta en la caja registradora, para poder pagar por los productos.

Como si se hubiera olvidado por completo quien le dió la paleta la dejo en su boca degustando el sabor a cereza, muy agradable por cierto.

Sintió su lobo rasguñar en su interior y sus mejillas calentarse levemente.

Los efectos de tener su celo tan próximo.

Si seguramente era eso...

Hate You [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora