Una escena más

Bufanda

La mañana era fría. Todos en el set llevaban al menos un suéter y una chamarra para no sentir el cambio de estación. Ya en pocos días sería invierno y con ello también llegaría la navidad. Sunoo sentía regocijo en la gran chamarra que portaba. Podía hacer un listado del porque amaba esta estación del año aunque estar sentado esperando su turno para grabar no estaba en aquella lista mental que tenía presente.
Noto como Jake hacía acto de presencia en el lugar del rodaje y cómo en sus manos cargaba una bolsa de alguna tienda de marca. La sonrisa característica del australiano siempre decorando su rostro. Llegó hasta Sunoo y estiró la bolsa de papel hacia este.

—Te traje algo.

Sunoo confundido lo miro unos segundos y después bajo la mirada dándole un vistazo al logo de la marca que estaba en el medio y que curiosamente era de otro color para resaltar.

—Dale, tómalo. Es con mucho amor.

Con titubeos, que solo Sunoo podía ver y sentir, agarró la bolsa y la abrió. Sacó la talega para abrirla igualmente. Grande fue la sorpresa al encontrarse una bufanda beige, una que, por coincidencia, combinaba con su atuendo de hoy.

—Yo también tengo una, mira. Nos vemos increíbles combinados.

Sunoo mostró una pequeña sonrisa que ni Jake pudo apreciar. Regreso la mirada hacia el rostro de Jake.

—Gracias.

Jake sonrió más, aun cuando eso ya no era posible. Sunoo podía jurar que los pómulos de Jake ya le debían doler, aunque eso no sería impedimento para seguir sonriendo.
Jake al ver que Sunoo seguía observando cada detalle de la bufanda se la arrebato suavemente de las manos. Sin ningún cuidado comenzó a acomodarla en el cuello de Sunoo. Se comenzó a alabar a sí mismo al ver que el color y el diseño le quedaban a la perfección. El tono beige resaltaba su piel lechosa y aquel rubor rojizo de las mejillas que por el frío se apreciaba mejor.

—Ahora definitivamente somos pareja.

—¿Pareja?

Heeseung estaba detrás de Jake, mirando directamente a Sunoo. Una mirada que Sunoo no podía describir y que le dio escalofríos.
La risa de Jake alejo el efímero ambiente tenso que se formó. Se dio la vuelta para quedar frente a Heeseung.

—Le compre una bufanda parecida a la mía para tener atuendos iguales, como las parejas. Aunque la de él es beige y la mía rosa palo.

Heeseung volvió a sentir la inquietud recorriendo cada fibra de su sistema nervioso. La mirada hacia el piso y los pensamientos volcados. Una mano en su hombro lo hizo dar un pequeño brinco. Miro la mano y luego al dueño de esta encontrándose los ojos color cafés de Jake.

—Tranquilo, solo somos amigos.

Comenzó a caminar para firmar la escena que le correspondía. Se detuvo y giró en su propio eje.

—Por cierto, a ti también te traje una bufanda. La dejé en tu camerino.

Sunoo no sabía cómo había terminado en esta situación. Aún lado de él se encontraba Jake y al otro lado Heeseung, que por cierto, traía una bufanda beige idéntica a la suya.
Estaba completamente incómodo por estar en el medio de ambos, y no hacerles caso era la mejor alternativa.
Perdido en ningún pensamiento, en algún punto su mirada dio hasta Jake. Siempre admiró que se encontrara feliz pese a las circunstancias y que en ese momento estuviera muriendo de frío. Lo miro fijamente sin prejuicio y recibió una expresión burlona del chico.

—Deja de verme o desapareceré.

Sunoo sonrió ligeramente, casi invisible, cómo era su costumbre. Y volvió a voltear al frente notando cómo Heeseung los miraba profundamente. Sunoo ya comenzaba a creer que estaba loco y todo lo que había visto eran alucinaciones. O qué tal vez Heeseung era el loco.

(...)

Después de cinco horas de grabación los tres chicos fueron libres. Sunoo sintió alivio, por fin podía respirar con normalidad. Empezó a acomodar las pocas cosas con las que carga todos los días metiéndolas con el cuidado que merecían a su bolso.

—¿A dónde irás Suni?

—Por un café y a caminar.

—Invítame.

—No.

—Ándale, invítame... ¡Invítame!

La voz de Jake ya comenzaba a ser irritante. Si en algún momento se lamentó por pensar que Jake era realmente molestoso justo en ese momento olvidó ese sentimiento de culpa.

—Esta bien, pero ya cállate.

Sabía perfectamente que los momentos en donde compraba café y caminaba por las calles de Seúl eran sagradas para él, y estaba completamente seguro que haber accedido sería un fatídico error. Sin ánimos porque aquel momento ya no sería tan pacifico como siempre se sentó en la banca y espero por Jake.

—¿Tú también quieres venir?

Sunoo y Heeseung miraron al mismo tiempo a Jake con incredulidad. Sunoo reflejó enojo en su rostro, pero a Jake le importó poco.
"Si no lo veo, no cuenta" la frase constantemente se repetía en la cabeza de Jake para tener una seguridad que en ese momento se había desvanecido al ver a Sunoo.
Heeseung se apuntó a sí mismo con su dedo índice asegurándose si la pregunta iba dirigida hacia él.

—Sí tú, ¿quieres venir con nosotros?

Volvió a decir Jake. Realmente no le importaba que a Sunoo se le estuvieran poniendo rojas las orejas del enojo.

—Claro, si no hay problema con...

Las palabras quedaron en el aire, pero Jake sabía a lo que se refería. Fue ahí cuando miro de reojo la expresión de Sunoo, pero se veía neutral, como de costumbre.

—Para nada, vamos.

Heeseung terminó de colocarse el bolso y ajustó la bufanda a su cuello para que no se cayera. Camino lento todavía dudoso de si aceptar había sido lo correcto. Desde atrás veía cómo murmuraban los dos amigos, ahí creyó que había sido una mala decisión.

—Creo que lo mejor es que me vaya. No quiero ocasionar discusiones.

Jake volteó, entre medio asustado y sorprendido. Se separó de Sunoo y se acercó hasta el más alto de los tres. Agarro su brazo, asegurándolo y lo jalo hasta que quedaron en una misma línea.

—No hay ningún problema. Solo él y sus rabietas, pero verás que será una noche muy linda.

Caminaron hasta que se vieron las calles principales de Seúl llenas de luces navideñas. Jake, se aseguró de no soltar el brazo de Heeseung en ningún momento. Así como tampoco lo haría con la mano de Sunoo. El australiano se aseguraría que sería una noche espectacular para el trío.