CAPÍTULO 2~ UNA GRAN BIENVENIDA ~

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~León~

Inevitablemente me quede profundamente dormido a los minutos que me recosté, le avise a papá por texto que deseaba descansar antes de llegar a casa porque sabía que me esperaba una bienvenida muy animada y no quería que sintieran que hicieron un gran esfuerzo para que no podamos disfrutarlo por mi cansancio; siempre era así, todo era motivo de festejo que se realizaba a lo grande, mucha comida, música animada, decoraciones que aumentaban la algarabía y el hecho de que fuéramos muchos incrementaba la emoción e intensidad.

Aunque en el fondo también lo hice para escapar de tener que llamar al abuelo. Le pregunté a mi padre si podría ir a buscarme el mismo ya que llegaría un día después de lo acordado pero su respuesta fue que tenía trabajo hasta la tarde, pensé en ir solo pero me dijo que hasta no llegar a la casa sano y salvo no podría ir sin compañía.

Por ende no me quedó más opción que llamar al abuelo; no es que no lo quiera, es que aún no me sentía listo para verlo a él, quería que la relación empezara bien  y las advertencias que me dio papa acerca de lo poco expresivo emocional que se había vuelto il nonno no me ayudaban.

Luego de un buen baño arregle mi camisa y tome el teléfono exhalando para luego marcar el número de Leonardo.

~Leonardo~

Me encontraba en dirección a un hotel que estaba cerca de la estación de tren porque había recordado que Leandro me pidió que recogiera a su hijo que llegaba de Francia.
Según me dijo debía recogerlo el día anterior cosa que me había olvidado por completo, pero para mí suerte decidió que se retrasaría un día.

— ¿Está Ansioso por ver a su nieto, señor?

— Aunque suene mal, no es así. Ha pasado tiempo desde la última vez que lo ví, era apenas un bebé y su madre era una serpiente venenosa; quien sabe que enseñanzas y porquerías le metió en la cabeza a el niño. Debemos tener cuidado hasta saber que podemos confiar completamente en él.

— Si señor.

— Dame un cigarro Joaquín.

— Si señor — me paso uno junto a un encendedor y en ese mismo instante sonó mi teléfono el cual saqué de mi bolsillo para ver el nombre que salía "Número desconocido"  no suelo contestar pero algo me decía que era el niño de Lean.
Respondí la llamada y sin esperar a que hablara le dije con seguridad:

— Si no me equivoco eres el hijo de Leandro ¿verdad?

— Así es, soy hijo de Leandro.

Respondió del otro lado de la línea.

— Bueno, solo dime dónde te veo para recogerte —  dándole una señal a Joaquín para que me ayudara a prender el cigarro que puse en mi boca mientras esperaba la respuesta del chico.

— Estoy en el hotel que está a tres calles de la estación.

— Bien, estaré ahí en unos minutos — aseguré para colgar la llamada, después de unos minutos llegamos a su hotel en el cual una vez que estaciono el auto. Le envié un texto avisando que estaba abajo esperándolo, luego guarde mi teléfono apoyando mi cabeza en el asiento mientras lo esperábamos.

— Leonardo ¿ese no es el niño? — Mire la entrada del lugar por donde estaba saliendo el niño para asentir mirando a Joaquín volviendo a mi posición de antes.

— Si ya entendí, con gusto me bajo para buscarlo y traerlo al vehículo — Dijo mientras se bajaba de la camioneta para recibirlo — Buenos días Joven León,  soy Joaquín, el guardaespaldas personal y viejo amigo de su abuelo, suba al auto por favor. —

Pude escuchar el cómo le respondió de forma cordial; al menos esa mujer le enseño modales.

— Buenos días señor es un placer. — Le abre la puerta de la camioneta para que suba y logre observar que subió algo desconfiado pero a su vez firme.

De Un Trato Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora